Mala letra, Sara Mesa
Los abuelos morían, pero para nosotros la vida no tenía ningún límite. Qué idea puede tener un niño, al fin y al cabo, de la muerte. " Mármol" La miraba con odio, pero no la odiaba. O la odiaba a ráfagas, intermitente, con aprensión, y la miraba únicamente como podía mirarla en este estado: sobrepasado, saliéndose de sí mismo y de su voluntad, claramente aturdido. Ella había echado el azúcar en el café, removía con parsimonia, casi distraída. Él creyó que no aguantaría mucho más su altivez. Se sintió arder las mejillas, supo que perdía el control, no hizo ya nada para recuperarlo. "Mustélidos" Yo tengo mala letra. Desde que tengo memoria he tenido que vivir en mis carnes unas duras críticas hacía mi letra. Que si es completamente ilegible, q...