David Gistau. El penúltimo negroni
Estos años maravillosos, protagonizados por una generación de futbolistas mágicos en el juego y predadores en la ambición serán también el punto de apoyo sobre el cual el fútbol español construirá su porvenir. Purgadas las flaquezas, selladas las debilidades psicológicas. Esa costumbre del éxito, que hasta el bostezo admite en ocasiones, y que desde hace ya mucho tiempo identificó a grandes clubes como el Real Madrid y el Barcelona, ha terminado su mudanza al equipo nacional. La de España ya es una camiseta que huele a leyenda. "La triple corona". El mundo, 2 de julio de 2012 Pensado ahora, supongo que compusimos una estampa patética, observando los dos con infi...