Enero sangriento, Alan Parks
"McCoy caminó hasta la fogata y saludo con la cabeza. Los que estaban allí no le prestaron demasiada atención; lo habían visto con Eamonn y eso era suficiente. Se sentó en un sofá grande, reventado, junto a una chica que lucía un embarazo muy avanzado y que cogía de la mano a un chico cuyo rostro era, todo él, una roja marca de nacimiento. McCoy tendió su paquete de cigarrillos, todos se hicieron con uno; algunos dieron las gracias. Siempre era el modo más fácil de hacer amigos. Una vieja con la cabeza afeitada, y una cicatriz que cruzaba su coronilla de un lado a otro, le pasó una botella; tenía las largas uñas manchadas de tabaco. McCoy agarró la botella y le dió un trago antes de pararse a pensar. El contenido le golpeó dentro como si se tratase de una piedra, maldijo entre dientes; parecía ácido de batería. La mujer calva le sonrió. No tenía dientes". Enero sangriento. Me encanta los géneros más "populares", entre muchas comillas, de la novela. Esos que siempre ...