La muchacha de las bragas de oro, Juan Marsé

"Desecho la grabación, esta vez, y desenfundo la Underwood. Frente a la hoja en blanco recordó otra vez lo que debía suceder, lo que furtivamente ya estaba escrito en la memoria venidera y necesaria, emboscado en espera de la fecha y el decorado...¿Dos mentiras trenzadas con lógica no forman una verdad? Cuando aún no había concluido la primera versión, ya la segunda se imponía obligándole, con el gatillo en la memoria, inexorable a ir más lejos." La muchacha de las bragas de oro.
 


¿Qué haríais vosotros, si después de muchos años de servidumbre y colaboracionismo hacia una dictadura veis que el chollo se esta acabando y la democracia asoma brillante en el horizonte? Pues lo más normal sería acojonarse ante la posibilidad de sufrir las represalias ante el castigo por esa servidumbre. También sentiríais cierto miedo por el ostracismo de los nuevos gerifaltes y el desprecio de vuestros semejantes. Algunos intentarías quedar bien con las nuevas fuerzas democráticas, dando todo vuestro empeño en levantar el país. Y algunos simplemente harías mutis por el foro. El caso del protagonista de la novela a reseñar es mucho mas vanidoso y cínico. 


Luys Forest, un viejo escritor enclaustrado en su casa de la playa, decide escribir, o más bien reescribir sus memorias. Este acto no es solo el afán de un escritor que ve cercano el fin de sus días y quiere dejar constancia de su experiencia vital, si no que hay algo detrás. Intentado dar un lavado de cara a su pasado falangista, decide cambiar todos aquellos detalles que puedan empañar su nueva faceta de "demócrata." Y para colmo de males, acabara llegando su sobrina Mariana que, cual tormenta de verano, tirara por tierra todos los convencionalismos del viejo escritor y pondrá en constante duda las supuestas verdades de su tío. Esto es a grosso modo el argumento de la novela, pero a pesar de su sencillez, Marsé muestra magistralmente la hipocresía de algunos colaboradores de la dictadura, que a la vista de los nuevos tiempos de libertad que llegaban, decidieron dejar de estar de cara al sol y abrazar la democracia.

El viejo escritor combina largos paseos por la playa en compañía de su perro Mao con largas jornadas de escritura, donde viaja a aquella España gris de la dictadura. A través de los escritos de Forest vamos acompañándolo en su pasado reconstruido, mejorado, maquillado. Usando sus recursos de novelista, Forest transforma episodios esporádicos de su vida franquista, enmascarándolos con un falso pasado de  liberal periodista, opositor al régimen de Franco en la clandestinidad. Pero su sobrina Mariana, haciendo las veces de secretaria, irá corrigiendo los manuscritos de su tío mientras cuestiona todo ese pasado. Uno de esos falsos episodios tiene que ver con el afeitado de su bigote. En la época de los cuarenta o cincuenta en España estaba de moda llevar un bigotito muy fino, que algunos asocian al que llevaba el dictador. Luis cuenta en sus nuevas memorias que cuando tenia veintitantos años y al morir su padre, como acto de rebeldía ante la dictadura, rasura su bigotillo como símbolo de renovación. Mariana, con su habitual mordacidad, le dirá que ella lo recuerda desde pequeña con aquel bigote y que la muerte de su abuelo ocurrió antes de que ella naciera. Otro episodio, que reflejará el ego desmedido del anciano escritor, donde la historia de su cojera, llena de heroísmo no es más que un simple accidente.

Mariana, la sobrina díscola y deslenguada, es una de las creaciones más eróticas y atrayentes de todos los personajes femeninos de Marsé. La muchacha de las bragas de oro que da título a la novela (título con reminiscencias balzaquianas), derrocha erotismo, sensualidad y por lo tanto libertad. Al caer el régimen, muchas mujeres, sobre todo las más jóvenes, empezaron a sentir esa libertad sexual que venia de Europa, abrazando la experimentación y la apertura de mentes. Mariana no es más que el reflejo de esa libertad sexual, representado en el chico que dormirá con ella, envuelto en la sedación de la droga, en las noches de confidencias entre tío y sobrina. 


Marsé con esta novelita da una bofetada sin manos a todos aquellos que en las puertas de la democracia, dieron un lavado de cara mostrando un pasado opositor falso para ganarse un lugar en el nuevo sistema. Mostrando esa hipocresía de los colaboradores que vivieron de forma holgada gracias a las regalías de la dictadura y fueron indiferentes hacia los desmanes y las violaciones de los derechos de sus compatriotas. Pero a su vez, Marsé nos da una magistral clase sobre los recursos narrativos, como la fantasía, por muy real que pueda parecernos, no es más que eso, fantasía. Por eso La muchacha de las bragas de oro es una preciosa joya en miniatura dentro de la producción novelística del autor barcelonés.

También me gustaría comentar una tradición lectora que tengo es que Juan Marsé y Yukio Mishima, son dos de mis escritores favoritos. Para mi cada lectura suya es una masterclass de escritura. Cada pasaje es una lección que se graba a fuego en mi mente de como se debe escribir una novela, salvando las distancias de sus estilos. Y por eso los dos están unidos en una comunión de lectura que yo llamo Mishima/Marsé. 

P.D. la lectura de esta novela fue finalizada el año pasado, pero por razones que no viene a cuento mencionar (ejem...procrastinar), la reseña se publica ahora, gracias.




 

     Juan Marsé (1933-2020)



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