En ese infinito, nuestro final, Gemma Files

Y Gaz, agarrándose el cuello recién duplicado con ambas manos, rugiendo con un dolor y un odio atávicos; el Gaz Doble haciendo lo mismo con el cuello de Gaz, igual de empeñado en asesinar a la persona de la que está saliendo. "¡Solo puede quedar uno!". Los dos luchando como si les fuera la vida en ello, desgarrando e intentando morderse igual que si fueran unos horrendos dibujos animados de carne y hueso, mientras el chaval anónimo del móvil empieza a toser y a gruñir, a rajarse, a aplastarse y a rugir. Mientras su sangre cae en (¿o vuela hacia?) la pantalla torcida de la cámara, mientras el móvil se le escapa de la mano y se estrella contra el suelo, boca abajo. Y, aún así, no sabe cómo, sigue grabando. Sigue trasmitiendo.
No hay contestación ni tampoco más imágenes, tan solo esos sonidos horribles. Y así sigue hasta que deja de existir. Hasta que dejan de existir; los dos, los tres o los cuatro. Hasta que alguno de los involucrados en esa melé de horror corporal sobrevive o no.
Y ya está. "Así están las cosas".



Y, a veces, cuando las cosas van especialmente mal, puede que de repente seamos capaces de oír el zumbido constante bajo el ruido del mundo, un tono eléctrico demasiado suave para ser estática y demasiado débil para ser una interferencia; un fino silbato de hueso que atraviesa las paredes, casi inaudible. Que sube y baja como el aliento detrás de las palabras que, de esforzarnos un poco, casi podríamos distinguir.
Esa mano extendida, llamándonos; esa boca invisible, sonriendo. Diciéndonos todo el rato, sin palabras, con una voz que no es más que un susurro que nos resuena en la sangre: "Ven aquí, cariño, corazón mío, mi amor, ven. No tengas miedo. Ven a mí, acude a mí llamada". 
He oído ese tono, esa llamada, más veces de las que me gustaría reconocer, sobre todo porque no dejó de oírlo, por mucho que no quiera. Es más alto de lo que cabría esperar, sobre todo cuando ya no eres capaz de no concentrarte en ella... Tanto que cuesta dormir, trabajar o soñar. A veces, suena tan alto que me da miedo empezar a querer responder.
Si alguna vez habéis oído ese sonido, o si sospecháis que estáis a punto de hacerlo, mi consejo es simple:
Corred como las putas balas. Corred. 
"El Motel de las Marionetas".



No puede haber un Halloween literario sin atravesar las chirriantes puertas de la desvencijada abadía de Carfax, hogar donde descansa el sediento Conde Drácula, recorrer sus oscuros y polvorientos pasillos y llegar a su vetusta biblioteca, tomar con mano temblorosa uno de sus ominosos y terribles volumenes, siniestros libros que solo abrirlos causan el mayor espanto. La magnifica editorial (La biblioteca de Carfax, por si hay algún despistado) que me abrió las puertas del horror más cruel con La chica de al lado de Jack Ketchum, libro que aún me pone un dolor sordo en la boca del estomago cuando lo recuerdo, se ha consagrado como la mejor editorial especializada en el terror, con perdón de la señorial Valdemar. Pues este año para celebrar esas fiestas pagana venida de las americas, traigo un libro de esta maravillosa editorial escrita por una de las referentes más aplaudidas del género. Una colección de cuentos macabros, inquietantes y perturbadores que demuestran que aún hoy, en pleno siglo XXI, tan convulso como deprimente, sigue habiendo espacio para autores geniales que siguen la estela de los grandes tótems del terror, produciendo escalofríos leyendo sus historias. Para cerrar el mes del terror que tantos buenos libros a traído os presento: En ese infinito, nuestro final de Gemma Files.

Ahora pasaré a reseñar brevemente los relatos sin dar detalles que arruinen la lectura. 


Así estan las cosas.

La narradora de este primer e impactante relato nos cuenta como una extraña ¿enfermedad?, ¿mutación?, ¿pandemia?, que provoca en los seres humanos una violenta reacción donde comienza a tener convulsiones salvajes y el cuerpo empieza como a romperse y de el sale una copia exacta, llena de una ira incontrolable y cuyo único propósito parece ser matar a su original. La Escisión, nombre de esta rareza, amenaza a la humanidad y la lleva a un apocalipsis donde los supervivientes deben sobrevivir no solo a la Escisión, si no a los otros supervivientes. Lo que más me ha llamado la atención es como la narradora, una chica asocial que trabajaba en marketing online en el sótano de su madre, ve como sus miedos y ansiedad se esfuman ante la catástrofe que se cierne sobre ella. Porque cuando el mundo se viene abajo los problemas desaparecen y surge el instinto de supervivencia. Bravo. Empieza potente el libro.


Bombilla.

Una entrevista en un podcast sobre desconexión digital Harmony6983, un nick bajo el que es esconde una mujer que no quiere rebelar su identidad, cuenta como ha sido su experiencia para acabar renunciando a todo lo realizado con la tecnología y la electricidad. Y tras este radical cambio de vida viene propiciado por una traumática con algo que se esconde tras la electricidad, un mal silencioso e invisible que espera su momento para atacar. ¿Y si aquello a lo que estamos enganchados fuera nuestro propio verdugo? Mierda estoy escribiendo esto desde mi móvil, debería dejarlo y seguir leyendo...


El Motel de las Marionetas.

Loren tiene que trabajar en un Airbnb de un amigo, al que llama despectivamente como el Motel de las Marionetas. Lo que empieza con un malestar cuando tiene que estar allí, con un leve zumbido extraño que le ataca al oído, irá in crescendo hasta un ruido insoportable acompañado de sucesos inexplicables que pondrán a prueba los nervios de Loren. Cuando los usuarios del Airbnb también los experimenten Loren se darán cuenta de que hay algo oscuro oculto en el motel. 


Acércate más.

Lin nota que algo raro pasa con la casa de enfrente. Nota que de forma inexplicable va poco a poco moviéndose, acercándose, y lo que es más inquietante, absorbiendo las casas colindantes. La paranoia irá consumiéndola y se la contagiará a Joe y Anyit sus amigos/rolletes. Los tres decidirán investigar que pasa en esa extraña casa ¿viva? Un relato perturbador que engrandece la típica historia de casa encantada. 


Fotograma recortado.

Por la trascripción de una conversación conocemos la historia de una de las más grandes estrellas del cine canadiense. Un viejo odontólogo cuenta como financió la producción de una película, movido por la atracción que sentía por la actriz. Con forme la conversación sigue su cauce vamos conociendo que tras el aura de sensualidad que desprendía la actriz se ocultaba un mal antiguo y sanguinario. 


Higiene del sueño.

Qué malo es no poder conciliar el sueño. Dar y dar vueltas en la cama, contando ovejitas hasta que llega un momento que ellas mismas se hartan de ti y se quedan dormidas y tú con tú cara de zombie. Pues eso mismo le pasa al protagonista quién desesperado acude a una terapeuta la cual le da una solución bastante extraña: dibujar un mapa para guiar su sueño. Logrará dormir, pero a cambio caerá en unas pesadillas insoportables...


Siempre después de las tres.

Una mujer embarazada y su pareja acaban de mudarse a una casa nueva. De pronto comienzan a notar un olor desagradable que produce de algún fuera de su piso. La caso irá escalando cuando al olor de sumen ruidos raros como música estridente y voces susurrantes. Alguien o algo se oculta tras la paredes y siempre hace acto de presencia después de las tres de la mañana. Una historia corta pero potente con un final que ha conseguido ponerme los pelos de punta.


Manos frías y delgadas.

Emma descubrió en la infancia el cadáver de misteriosa criatura, un especie de polilla gigante humanoide, como un hada siniestra. De pronto algo la invade, pegándose en su interior que dará resultado en un embarazo en su adultez del que nace una niña. Emma sospecha que su hija no es humana, es algo surgido de aquella criatura muerta... Nunca antes Campanilla había dado tanto miedo. 


Venio.

Unos amigos escritores hacen un juego de escritura creativa, que consiste en dibujar una puerta, observarla atentamente durante unos segundos, dejar volar la imaginación y escribir de manera automática qué hay detrás de la puerta. Lo que parece un inofensivo ejercicio de libre inventiva, acabará volviéndose una pesadilla por haber despertado a un ente desconocido que los irá cazando uno por uno. Ya lo decía el genio Alfred Hitchcock: "no hay nada más aterrador que una puerta cerrada". 


Mira arriba.

Una chicha y su familia viajan a una reunión familiar. No han tenido contacto con la rama familiar paterna desde que el padre de ella se fue. En un bosque perdido y alejado, entre innumerables primos y parientes viejísimos, la chica será testigo de fenómenos siniestros, relacionados con un antiguo linaje de reyes sangrientos. Todo el relato será contando por uno de estos arcaicos reyes, que lo contempla todo desde las alturas, aguardando, acechando, hambriento...


La iglesia de las montañas.

Un relato escrito por Shela, donde una chica vuelve a una antigua y ominosa iglesia donde se crío junto a su madre fallecida y su tía, va volviéndose perturbadoramente real cuando ella descubre gracias a un coleccionista de VHS que lo que escribe no es fruto de su imaginación, si no vividos recuerdos de un visionado en la infancia. Puede que esté equivocado pero este siniestro relato (de los mejores del libro) me dado visos del Profano Sumo Sacerdote Lovecraft. 


Lugares oscuros y lejanos.

Sid con la ayuda de un amigo intentarán encontrar a Jong, su antigua novia. Las dos dejaron la relación cuando Jong comenzó a tener pensamientos obsesivos sobre algo relacionado con un exoplaneta supuestamente formado por partes de la Luna y de la Tierra, llamado Tea. Sid descubrirá que su ex novia estará en contacto con una secta apocalíptica que prepara un final para la humanidad. 


La luna llena del gusano.

Un relato que desprende una poesía siniestra. Una historia de una mórbida metamorfosis, llena de cartílagos, apéndices, garras insectoides, bajo la luz cruel de la abominable luna llena del gusano. Un cuento que demuestra como la escritura es capaz de poner los vellos de punta.


Aullido.

Isla vuelve a la casa de su abuela, ahora reconvertida en un Airbnb, junto a su novia Amaya. Su madre le ha pedido que vaya para limpiarla, después de que un inquilino nefasto se marche. Allí Isla volverá a sentir viejos recuerdos y negativas sensaciones que creía haber dejado atrás. El desprecio homofobo de su madre hacia su relación, la terrible personalidad de su abuela. Y lo peor, una voz, surgida de lo más profundo de su rencor y comienza a atormentarla. 


Coco.

Y por ultimo un broche de oro que cierra magistralmente el libro. Dadle un giro siniestro al cuento del cuco, ave parasitaria que ponen huevos en nidos ajenos (si queréis una imagen que os persiga en vuestra pesadillas, ved como la escuálida cria del cuco, ciega, pelada y rosada, instintivamente sale de su huevo y empuja el otro fuera del nido), unos padres desesperados y egoístas acuden a una especie de criatura para que se lleve a su hijo no deseado. Un final aterrador para una antología brillante.


En ese infinito, nuestro final ha sido una lectura apabullante, Gemma Files demuestra un conocimiento perfecto de como perturbar, sabiéndose mover entre lo mórbido, lo macabro, lo gore, lo visceral, lo onírico, sabe manejar con maestría los distintos subgéneros del terror, bailando una danza macabra que amalgama distintas perspectivas terroríficas. Del horror cósmico lovecraftino, pasa a un folk horror moderno, y entre medias se cuela la paranoia y la locura. 

La Canada natal de la autora de vuelve un lugar siniestro, que alberga horrores ocultos entre las calles modernas de Ontario o Toronto, entidades sobrenaturales y voces surgidas de un más allá perturbador vuelven las bastas extensiones heladas del Gran Norte en un infierno blanco de pesadilla. 

Gemma Files es una estilista del lenguaje, sabe tocar las teclas necesarias que con una frase potente consiga helar la sangre. Muchas veces una frase ambigua, sutil, suspendida en un hilo tenue, como el filamento de una araña, puede provocar más pavor que cualquier descripción gráfica y farragosa. 

Un broche de oro a este mes del terror, tras la inmortal historia de Stoker, la antología del horror reivindicativo de Jordan Peele , el enloquecido rock del fantasma del digno hijo de su padre Joe Hill, un magnífico ensayo sobre el Rey de Terror y un tremendo homenaje al cine de cuchilladas por partes del genial y rimbombante Grady Hendrix, lo cerramos con este brillante libro de relatos. ¡Feliz Halloween!



Gemma Files (1968-)

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