Grupo de apoyo para Final Girls, Grady Hendrix

"Me doy cuenta de que esto ha pasado de castaño oscuro. Abro la boca con la intención de restablecer el orden, pero Marilyn me lo impide. Nos lo impide a todas.
—Escuchadme... —dice despacio y en voz baja,voy todas nos volvemos para ver cómo mira su móvil—, Adrienne ha muerto.
Siento una descarga de corticotropina en el flujo sanguíneo que activa mi glándula adrenal, mis venas se estrechan como una red que se estira, siento fríos los pies y las manos, que se me dilatan las pupilas y que la habitación resplandece. Mis músculos se tensan y se me pone la piel de gallina.
El monstruo la ha cogido. El monstruo ha acabado cogiéndola. Cualquiera puede ser la siguiente". Grupo de apoyo para Final Girls.





Grady Hendrix ha levantado su carrera como exponente del terror moderno reinventando los tropos y arquetipos con una mirada divertida pero siempre reverenciando la misma esencia del terror. Niñas poseídas, casas encantadas, vampiros, fantasmas son reinterpretados con maestría por Hendrix demostrando su pasión por el género. Pero no solo pone su mirada en la literatura de terror, si no que también la dirige hacia el cine de terror, con una de sus mejores novelas. Un libro que es una oda al subgénero del slasher, pero está vez dándole protagonismo a las supervivientes, las chicas que tras sobrevivir a auténticas carnicerías peliculeras logran vencer a sus monstruos y tras el fundido a negro tienen que intentar recomponerse de tamaño trauma. Y qué mejor que ir a terapia. Coged vuestros cubos de palomitas y preparaos para esta historia de horror repleta de referencias al género de cuchilladas y asesinos imparables. Con mucho gusto os presento: Grupo de apoyo para Final Girls de Grady Hendrix.

Pero antes resolvamos una duda: ¿Qué es una Final Girl? En las películas slashers son las chicas, algunas veces rubias, que sobreviven finalmente a unas terribles matanzas llena machetazos, cuchilladas, hachados, empalamientos. Tras ver morir a sus amigos o familiares son las que, movidas por un instinto de supervivencia que les bombea la sangre, acaban matando a los monstruos que les han destruido la vida para siempre. Porque ese es el gran tema de la novela. Una vez terminada la película y tras la salida de los créditos, la vida de esas mujeres no volverá a ser la misma. Sí, han logrado salir vivas de esa situación extrema, pero a qué precio. Puede que las heridas corporales acaben cicatrizando, pero las mentales, esas son más difíciles de curar.

Pero en la novela, las Final Girls no son protagonistas de una película de serie B, son mujeres de carne y hueso que ven como de la noche a la mañana unos verdaderos monstruos de carne y hueso han decidido que ellas serían el postre de su sangriento banquete. Lynnette Tarkintong, nuestra protagonista y narradora, pertenece a un grupo de apoyo para Final Girls, controlado por la doctora Elliott. Las seis mujeres que se reunen en el sótano de una iglesia desde hace treinta años, comparten la cruda experiencia de sobrevivir a masacres cruentas. Julia, que quedó en silla de ruedas, tuvo que ver cómo su novio y su mejor amigo decidían convertirla en una Final Girl asesinado a todos sus amigos bajo la identidad de el Fantasma. Marilyn vio morir a sus amigos a manos de los Hansen, una familia de caníbales. El hermano de Dani, Nick, escapó de un manicomio y masacró a todos los que se acercaban a ella. Heather se enfrentó al enigma Rey de los sueños, un antiguo asesino de niños que volvió de la muerte a través de las pesadillas. Adrienne era supervisora del campamento del Lago Red, cuando Bruce "Teddy" Volker, el cocinero que decía vengar la muerte de su hijo. Y por último Lynnette, que tuvo que ver cómo la tragedia se cebaba con ella dos veces. Primero vio morir a su novio, sus padres y su hermana a manos de Ricky Walker, vestido de Papá Noel, mientras se hacía la muerta estando empalada en los cuernos de la cabeza de un alce colgada en la pared. Tras morir Ricky a manos de la policía, su hermano Billy culpó a Lynnette de su muerte y volvió para vengarse matando todo lo que se le ponía por delante vestido como su hermano de Papá Noel. 

En otra noche de reunión terapéutica entre ellas, de las cuales algunas ya están cansadas de acudir pues ya están empezando a superarlo, y otras consideran que el grupo es lo más importante para ellas, como es el caso de Lynnette, todo da un giro inesperado cuando descubren que alguien a matado a Adrienne. ¿Alguien ha empezado la cacería de las Final Girls? Esto pone en alerta a Lynnette, quien vive en un constante estado de vigilancia por miedo a qué su monstruo vuelva para matarla, comenzará un viaje desenfrenado, narrado por ella en presenta, para intentar averiguar qué está pasando y quien quiere verlas muertas. 

Grupo de apoyo para Final Girls se ha convertido en mi novela favorita de Hendrix. El autor hace un homenaje brillante al género slasher cambiando las tornas poniendo a las víctimas como protagonistas legítimas y desterrando a los monstruos, que son siempre los que ganan más fama. Lynnette y sus compañeras de infortunio alzan sus voces y se reivindican como auténticas heroínas, cuyo único fin es seguir vivas. 

Porque ese es el gran tema de la novela. Jason, Freddy Krueger, Cara de cuero o Michael Myers han traspasado la pantalla y se han convertido en personajes icónicos del terror, reconocibles por sus atuendos oscuros y monstruosos, convirtiéndose en carne de disfraz de Halloween. Pero las víctimas, tanto hombres como mujeres, quedan relegadas a un segundo plano, olvidadas, reducidas a simple carnaza para el espectáculo de sangre y vísceras que los espectadores vitorean y aplauden en un paroxismo de disfrute sádico.

Lynnette y las Final Girls logran vencer al monstruo, algunas veces matándolo, y en cuanto termina la película los espectadores nos olvidamos de ellas, han logrado sobrevivir, bravo por ellas y a otra cosa. Pero para ellas no acaba aquí la pesadilla. Como los supervivientes de tragedias, ahora deberán volver a recomponer su vida despedazada por un monstruo sediento de sangre, lidiar con un trauma que las corroe por dentro, convirtiéndolas a algunas es despojos alcohólicos, como Heather, o en paranoicas desesperadas como Lynnette. Otras intentan seguir adelante como Dani, que encuentra el amor en Michelle su compañera de vida, o se refugian en una existencia frívola y desencantada como Marilyn, casada con un hombre rico. 

Pero la que mejor representa el afán de olvidar el pasado pero sin renunciar a el es sin duda Adrienne. Ella decidió coger el toro por los cuernos, y acabar con la sangría de dinero que su historia está proporcionando a Hollywood. Porque sí, otra genialidad de la novela es que las películas slashers surgen de las matanzas reales que les ocurren a las Final Girls, creando franquicias cinematográficas de mayor o menor éxito. Pues Adrienne toma la decisión de que nadie va a seguir lucrándose a costa de su tragedia, salvo ella. Seguirán haciendo películas, pero los beneficios serán para ella y su fundación para Final Girls levantando sobre el lugar donde se produjo la matanza, el Lago Red. Reconvertir un lugar de horror en uno de esperanza y amor a la vida es la gran lección de superación de Adrienne. 

Al otro lado está nuestra narradora: Lynnette. La pobre superviviente de la matanza de los hermanos Walker ha acabado convirtiéndose en una criatura dominada por el terror y la paranoia, una mujer desconfiada que lo tiene todo calculado al milímetro, métodos de huida, las rutas ha seguir para despierta a quien quiera que la siga, siempre acompañada de armas defensivas. Es la manía persecutoria hecha mujer. Cómo vive constante tensión, podríamos considerar que no es una narradora muy fiable que digamos. A lo largo de su vertiginosa narración, porque otra cosa no, pero consigue transmitir la velocidad de vértigo de las películas, hay momentos que su desconfianza, su miedo la vuelven errática, confundiéndolo todo y dejándose llevar por la paranoia. Pero su gran virtud es su afán por seguir viva, a costa de perderlo todo, relaciones personales normales, una existencia normal, con un trabajo normal, todo a cambio de vivir un día más. 

Las referencias al género slasher son deliciosas. Las Final Girls y sus monstruos son trasuntos de los grandes clásicos del género, siendo reconocibles al instante tanto por los amantes de las películas de machetazos, como por los neófitos. Viernes 13, Pesadilla en Elm Street, La matanza de Texas, Scream, Halloween y Noche de paz, noche de muerte son los reflejos en donde se miran las desgraciadas tragedias que se vertieron contra las protagonistas. 

La novela consigue transmitir el terror y el pánico que siente una víctima de un asesino implacable, ese miedo constante que convierte la vida en un infierno de miradas nerviosas a todos los lados, de sospechas de cualquiera que se acerque, de una existencia basada en la tensión que te hace saltar por cualquier ruido. Hendrix te mete de lleno en una película de terror, con todas sus persecuciones, cuchilladas, salpicaduras, una reivindicación del género desde la perspectiva de las víctimas sobresaliente. 

Grupo de apoyo para Final Girls es un novelón que se lee de un tirón (jeje toma ripio) de uno de los mejores escritores del terror moderno. Grady Hendrix ya se ha convertido en un habitual visitante de este humilde blog y si encima en temporada de Halloween mejor que mejor. 



Grady Hendrix (1972-)

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