El gran dios Pan y otros relatos de terror de Arthur Machen

 

"─Mira a tu alrededor Clarke. Puedes ver la montaña y una colina tras otra, cual olas en el mar; bosques y huertas, campos repletos de trigo maduro y prados que llegan hasta loa cañaverales del rio. Puedes verme aquí a tu lado y oír mi voz. Pero te aseguro que todas las cosas-sí, desde esa estrella que acaba de brillar en el cielo hasta el suelo firme que pisamos- no son más que sueños y sombras que ocultan a nuestros ojos el mundo real. Existe un mundo real, más allá de estas "cacerías en un tapiz, sueños en una carrera", más allá de todo eso, como detrás de un velo. Ignoro si algún ser humano ha alzado alguna vez ese velo; pero sí sé Clarke, que tú y yo lo veremos levantar esta misma noche, antes que nadie. Puedes pensar que todo esto es un disparate, que es extraño; pero es verdad. Los antiguos sabían lo que significaba levantar el velo. Lo llamaban ver al dios Pan." El gran dios Pan.

El terror, es junto con el género negro o policial y el de ciencia ficción,  los que más popularidad tienen en la literatura. De echo algunos de manera despectiva los consideran géneros de segunda categoría, literatura de consumo sin ninguna pretensión artista, lo cual es algo totalmente equivocado. Grandes autores de la literatura universal tiene obras de terror, tales como Poe (del cual hablaré cuando lea sus cuentos completos), Muapassant, Stoker, Radcliffe o Becquer. Los cuentos de terror son como pequeñas joyas, pues en unas cuantas paginas condensan toda una amalgama de sentimientos como el suspense, el pánico o la congoja, son como esa pluma que recorre la espalda que produce un escalofrió y eriza la piel. Como decía Julio Cortázar, gran conocedor del genero, el terror es como un combate de boxeo, las novelas ganan por puntos, pero los cuentos ganan por K.O.

Y como todo evoluciona con el correr del tiempo, los cuentos de terror tuvieron que ir amoldándose con los miedos que asolaban las pesadillas de los asustadizos lectores. Primero fueron los atormentados espectros que deambulaban los lúgubres castillos, cargando oxidadas cadenas, pasando por las damas muertas que con sus blanquecinas pieles y sus desgarrados vestidos gritan con voces lastimeras. Después llegaron terrores mas sobrenaturales con protagonistas como los vampiros, los hombres lobos o los objetos inanimados poseídos por entes de otro mundo. Para finalizar esta pequeña clase de historia surgiría en el periodo de entre siglos del XIX al XX una nueva forma de narrar el terror, cuando un grupo de autores renovaron el genero, adentrándose en las profundidades del subconsciente, dando forma a nuevas pesadillas nacidas de los terrores mas profundos de la mente humana, y entre ellos esta el autor a reseñar, Arthur Machen uno de los percusores del horror cósmico. 

Arthur Machen nació en Gales en el año 1863 y murió en Londres en 1947. Aclamado como uno de los mejores autores de cuentos clásicos de terror, Machen es juntos con otros autores como Lord Dunsany, Robert W. Chambers y Algernon Blackwood. Estos autores fueron de una gran influencia en la literatura de terror durante décadas, tanto incluso que fueron las grandes fuentes de inspiración del segundo maestro de horror (por detrás de Poe y delante de King), Howard Phillips Lovecraft. Éste autor reconoce una gran influencia en sus Mitos de Cthulhu, que tanto él como los miembros del "Círculo de Lovecfrat", fueron perfilando una mitología de horro cósmico. El libro a reseñar en una pequeña recopilación de cuatro cuentos titulados El gran dios Pan y otros relatos de terror.

Los relatos recopilados se titulan: la  novela corta El gran dios Pan y los relatos La luz interior, El sello negro y Vinum Sabbati (El polvo blanco). En ellos se pueden ver ya las nuevas formas de terror que iban introducción los autores alejándose de los fantasmas o los vampiros clásicos. Aquí abundan científicos locos, sustancias peligrosas y terroríficos mundos que se ocultan a plena vista, tan solo percibidos por aquellos que se atrevan a traspasar el umbral.  Otro elemento característico de la obra de Machen es su inspiración en los cuentos folclóricos antiguos y el las historias paganas. Los duendes y criaturas fantásticas de antaño en manos de Machen toman un cariz siniestro, el cual no es causal, pues esos cuentos en sus orígenes eran terroríficos. Y figuras como los faunos vuelven a la vida para atormentar las vidas de los pobres inocentes victimas de científicos inmorales. 

Los antiguos castillos y parajes embrujados son trasladados a las grandes urbes. El horror se presenta en el mundo industrializado.  Ciudades como Londres son escenarios de oscuros mundos, mientras los habitantes viven sus anodinas vidas, por debajo bulle un horror ancestral que espera la oportunidad para despertar y destruir la realidad tal y como la conocemos. Dada la ascendencia galesa del autor, otro escenario típico de sus cuentos son los campos y los bosques. Lo que parece a la vista unos bucólicos lugares donde reina la quietud y la paz, se tornan lugares lúgubres y peligrosos. Sacrílegos altares de paganismo donde se da rienda suelta a rituales salvajes y sexuales.

He disfrutado con sumo gusto estas narraciones de horror, sobre todo El gran dios Pan, pues esa unión de los dioses romanos con una ciencia oculta es muy atractiva. Y recordad, llevad mucho cuidado cuando caminéis por un solitario bosque o una tranquila colina pues no podéis saber con certeza quien o quienes os están observando.


                 Arthur Machen (1863-1947)                                                                                                 

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