El Superviviente, Nacho Abad
Los crímenes sin resolver son doblemente terribles. Primero por el propio crimen en si y segundo por la injusticia que goza los asesinos al salir impunes y la doble victimización de las victimas por la falta de justicia. Pues sobre esto trata el ultimo libro publicado en la magnifica colección de casos reales de Sinficción, coordinada por Marta Robles. Un crimen que lleva 19 años sin respuesta. Un atroz asesinato de una familia. Una historia trepidante. Una hipótesis para hallar respuesta. Esto es: El Superviviente de Nacho Abad.
Junio de 2004, Burgos, la Policía Nacional acude a un domicilio alertados por una llamada al 091. Allí descubren un escenario espantoso. Los cuerpos masacrados a cuchilladas de tres personas, dos varones y una mujer. Son Salvador Barrio de cincuenta y tres, su mujer Julia Dos Ramos de cuarenta y siete y el hijo de ambos Alvaro de doce. Los tres han recibido una cantidad de cuchilladas que roza la crueldad. Los agentes descubren que el asesino o asesinos,han entrado al piso sin forzar la puerta y no han dejado ninguna huella. Todo parece indicar que ha sido calculado, pues el asesino ha sido capaz de asesinar a tres personas sin dejar ningún indicio y que nadie se haya percatado ni notado nada. Un fantasma que entre y sale sin dejar el menor rastro. Pero ¿quién quería tan mal a esta familia para darles este horrendo final?
Salvador Barrios era alcalde de el pueblo burgalés de La Parte de Bureba. Allí era conocido por ser propietario de algunas extensiones de terreno de cultivo. Su mujer, Julia procedía de Orense. A parte de Alvaro, el matrimonio tenian otro hijo, Rodrigo, que por azares del destino se salvo de la masacre por estar internado en un colegio donde pernocto aquella noche. Esto lo hizo convertirse en sospechoso más adelante. Los investigadores empezaron a cotejar a las personas cercanas a la familia, para encontrar posibles causas para desentrañar el crimen.
Quien entrará en la casa de los Barrio tenía que conocer la casa a la perfección. Pues se coló a oscuras, y se movió a oscuras, deslizándose entre las habitaciones. Quien asesino a los Barrio tenía que conocerlos, pues fue tal el ensañamiento, que albergaba un odio atroz y tremendo, capaz de destrozar de esa forma unos seres humanos. Los asesinatos fueron descarnados, salvajes y crueles. El asesino descargó toda su furia y su odio contra la familia. Todo esto fue expuesto por los investigadores y sirvió para que las sospechas se centraran en Rodrigo, el hijo superviviente.
Rodrigo Barrio se convirtió en sospechoso, dando muestras de una personalidad, digamos, "particular". Era de sobra conocido la personalidad solitaria del hijo superviviente, con constantes paseos por los montes en bicicleta. Dado que era bastante dificil de corregir, sus padres lo mandaron a internado religioso para enderezarlo, cosa que le dio una coartada, en principio. Los investigadores recalcaron en varias contradicciones en sus declaraciones y encontraron unos dibujos bastantes macabros, donde se podía vislumbrar una cierta psicopatía. Como el asesino había entrado en la casa sin forzar la cerradura y había caminado por el piso con soltura y no había dejado ninguna huella, Rodrigo tenía todas las papeletas para ser el autor material. Pero como no habían pruebas suficientes, Rodrigo fue descartado. A día de hoy, algunas familiares siguen creyendo que Rodrigo es el culpable del triple crimen.
En este punto muerto, Nacho Abad desvía la mirada del triple crimen de Burgos y se centra en una serie de crímenes que se dieron en el pueblo donde fueron asesinados, La Parte de Bureba, antes del suceso. Todo ello centrado en un personaje tan oscuro como aterrador: Ángel Ruiz, más conocido como "Angelillo".
En el año 2011 Rosalía, una anciana viuda, fue mortalmente atropellada por un coche que se dio a la fuga. Lo que podría ser un fatal accidente, la Guardia Civil comenzó a sospechar que el atropello había sido más que intencionado. Pero, ¿qué había llevado al conductor a llevarse por delante a una anciana? Todas las sospechas se centraron en Ángel Ruiz, un vecino conflictivo, maltratador constante de sus padres y alguien que saltaba por cualquier cosa, golpeando a quien se cruzara en su camino. Conocido como "El Rambo de Bureba", pues pasaba largas jornadas en el monte, cuando huia de la justicia, era conocido por colarse en las casa del pueblo para robar. El asesinato de la anciana Rosalia, solo podía estar motivado por una cosa: odio. Ángel Ruiz tenia problemas con todos los vecinos del pueblo y en especial con la familia de Rosalia. Gracias a la Guardia Civil, se pudo demostrar que el coche que atropelló a Rosalia fue conducido por Ángel Ruiz, pues se encontraron pelos suyos y de su perra dentro. Pero, ¿qué tiene que ver esto con el crimen de la familia Barrio? Dias después el entierro de Salvador Barrio, aparecieron unas pintadas denigrantes en su lápida. Todo apunta que las hizo Ruiz, dado la inquina que le tenía a la familia. En la segunda parte, Abad intenta hilar una hipotesis de que Ruiz podría ser el autor del triple crimen.
Nacho Abad narra en El Superviviente uno de los crímenes más atroces y misteriosos de la cronica negra actual. Conjuga las bases del mejor relato periodístico de sucesos, con un ritmo ascendente, que busca involucrar al lector, haciéndolo partícipe de las sospechas y que se haga sus propias hipótesis. También es un digno homenaje hacia la labor de los investigadores, personificados en el jefe de homicidios de la Guardia Civil Abel Amado, quién se hizo cargo de la investigación. ¿Sabremos algún día quién estaba detrás de los crímenes que oscurecieron a la población de La Parte de Bureba? Solo el tiempo y el buen hacer de los policías podrán responder a esta pregunta.
Ángel Ruiz cumple condena de dieciocho años en la cárcel de Burgos. Rodrigo Barrio espera en la seguridad del anonimato que se resuelvan los asesinatos de su familia.
"Ya te digo yo que el niño no fue". "Es que yo no he dicho que Yo no haya sido". Palabras de Ángel Ruiz a un preso de confianza.
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