Una película para cada año de tu vida, Alejandro G. Calvo

"Al principio de todo solo hay oscuridad. También al final, imagino, imaginamos. En mis principios, por el contrario, solo hay páginas en blanco. Una senda que aún está por trazar. Barton Fink escribía en un cuartucho de un hotel decadente con una única foto clavada en la pared. Aquella foto funcionaba como una ventana, como una posibilidad, un sueño al que aspirar. Para escribir, como para todo, hay que abrir bien puertas y ventanas, aunque uno se arriesgue a qué se filtre un rato de luz y acabe ardiendo y convirtiéndose en cenizas, al igual que le ocurría al Drácula de Christopher Lee en la maravillosa (primera) película que le dedicó al conde el maestro Terence Fisher". Una película para cada año de tu vida. El cine me viene acompañando desde que tengo uso de razón. Mis primeros recuerdos me traen la imagen de mi yo niño plantado delante de la tele en casa de mis padres, contemplando embobado las deliciosas imágenes de los clásicos de Disney en VHS. Blancanieves y los siet...