La Comunidad del Anillo, J. R. R. Tolkien

"Así el tiempo pasó deslizándose,  y todas las mañanas eran hermosas y brillantes, y todas las noches claras y frescas. Pero el otoño menguaba rápidamente; poco a poco la luz de oro declinaba transformándose en plata pálida, y unas hojas tardías caían de los árboles desnudos. Un viento helado empezó a soplar hacia el este desde las Montañas Nubladas. La Luna del Cazador crecía en el cielo nocturno, y todas las estrellas menores huían. Pero en el horizonte del sur brillaba una estrella roja. Cuando la luna menguaba otra vez, el brillo de la estrella aumentaba, noche a noche. Frodo podía verla desde la ventana, hundida en el cielo, ardiendo como un ojo vigilante que resplandecía sobre los árboles al borde del valle". La Comunidad del anillo.

Este es uno de los viajes literarios más fascinantes, deslumbrantes y maravillosos que todos tienen que leer alguna vez en la vida. La gran obra maestra del señor Tolkien es uno de los proyectos literarios más impresionantes que jamás se han visto. J. R. R. Tolkien creó, durante años, una mitología propia, un universo único. Una obra que abarca un mundo propio, tan fantástico y creíble a la vez, lleno de una idiosincrasia propia, que para aquel que no sepa que es la total invención de un solo hombre, creería estar ante una crónica de un mundo antiguo y pasado, contada en forma de relato mitológico. La historia de la Tierra Media estaría emparentada con las historias de griegos, nórdicos o egipcios, incluso de las historias judeocristianas. Una forma de cosmogonía, de relato de lo que antes había del hombre primitivo, viejas historias de la formación de nuestro mundo y de las viejas historias de las criaturas que lo poblaban. Todo ello detallado al milímetro, con su precisa descripción de ese mundo, sus pueblos, sus lenguas y sus historias. 

Este parte del proyecto de su Legendarium, solo se centra en un momento concreto de él, esto es, La Guerra del Anillo. Y esta abarca la trilogía El Señor de los anillos, continuación de su primer libro publicado El Hobbit. Y aquí empieza la reseña, contando como ha sido mi propia experiencia en el mundo tolkeniano. Pues esa a sido para mi la lectura de los tres libros, separadas en el tiempo para no atragantarme con tanto orco, enano o elfo, pero cuando abría cada uno de ellos, me sentía trasportado a ese mundo, y pude pasear por las verdes praderas de La Comarca, ver los esplendidos salones de Meduseld y luchar en los Campos del Pelennor. Esta primera reseña esta dedicada al primer volúmen de la historia de la Guerra del Anillo, como su poder despierta y un grupo de seres se unirán para destruirlo. Elfas y enanos, les presento: La comunidad del anillo de J. R. R. Tokien. Aviso de posibles spoilers, se recomienda discreción en la lectura.

Aquí comienza el viaje, lo odisea de un grupo de seres que se unen para llevar un objeto que traerá el mal, si cae en manos de su creador. Tras lo acontecido en El Hobbit, Bilbo Bolsón, un hobbit habitante en La Comarca, decide volver a emprender un último viaje y le deja a su sobrino, Frodo un objeto cuyo poder es increíble y peligroso. Con la ayuda de su fiel jardinero Sam y sus amigos Marry y Pippin, saldrán de su pueblo para llevar este objeto a un lugar seguro. El mago Gandalf será quién, preocupado por los vientos funestos que vienen de la tierra oscura de Mordor, él que promoverá el viaje. Tras un viaje lleno de sucesos extraños y peligrosos llegarán a Rivendel, hogar del rey elfo Elrond, dónde se reúne un concilio de las principales razas de la Tierra Media: hombres, elfos y enanos. Tras una deliberación, se decidirá que nueve viajeros llevarán este objeto al lugar donde fue creado para ser destruido. Ellos serán llamados La Compañía del Anillo.

 

La Compañía del Anillo

                                                                                          

El objeto principal que mueve la trama, al principio puede parecer un simple, sin ninguna relevancia, pero que dentro alberga un poder tal, que puede cambiar el devenir del destino de la Tierra Media. Y ese objeto no es más que el Anillo Único, un anillo forjado en las entrañas del Monte del Destino por el Señor Oscuro Sauron, quién aguarda el retorno de su creación, para recomponer su esencia maltrecha, dar el golpe final y controlar todo el mundo. El anillo es de una simpleza terrible. Sin ningún tipo de ornamentación o símbolo, plano y de un color amarillo reluciente y siniestro. Pero en el momento que toma contacto con el fuego, surgen los malvados y oscuros maleficios de su dueño: un anillo para gobernarlos a todos, un anillo para encontrarlos, un anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas. El Anillo, es el motor de la historia, lo que era una nimiedad en la aventura de Bilbo, cuando lo consiguió de la criatura Gollum, que le daba la capacidad de volverse invisible, conforme avanza la historia se va descubriendo que este es un objeto maldito y perverso, que hace todo lo posible para retornar a la mano de su amo y creador. Y para ello corrompe a su portador de manera lenta y progresiva. Creando una dependencia tal hacia él, que consume a quien lo lleve. Para ejemplo de esa corrupción es Gollum, una criatura misteriosa que se nombra en esta primera novela y que tomará protagonismo en las dos siguientes. 

 

El Anillo Único

                                                                                               

La perspectiva de la historia es en forma conjunta a lo largo del relato. Primero se centra en el mago Gandalf y los hobbits protagonistas y a estos se van sumando personajes, centrado la acción en el grupo que acompañan al Portador del Anillo. El primero de ellos es Aragorn, o también llamado Trancos. Un hombre misterioso que se presenta a los hobbits de forma oscura, pero que luego demostrará una lealtad hacia ellos inquebrantable. Un hombre envuelto en un halo de misterio, que oculta un destino más grande de lo que parece. Aguerrido, servicial, leal y valiente.

El otro hombre que forma la Compañía es Boromir de Gondor, hijo del Senescal y portador del Cuerno de Vorondil. Este hombre duro, de palabras gruesas y fiero guerrero, tendrá una malsana atracción por el anillo. Y se debate entre en cumplir con la misión o caer en las garras del anillo.

Junto a ellos están los representantes de las otras dos razas más representativas de la mitología de Tolkien: los Elfos y los Enanos. Legolas, príncipe del Bosque Negro, de aguda mirada y talante serio y tranquilo, hábil con su certero arco. Gimli, hijo de Gloin, guerrero enano venido de las Montañas Azules, gruñón y pendenciero, siempre está dispuesto a entrar en batalla con su fiera hacha. Entre los dos nace una entrañable y fiel amistad, cimentada en una sana rivalidad para ver quién elimina más enemigos. Tolkien nos da un ejemplo de como en momentos de adversidad puede surgir la amistad entre seres en principio antagónicos. 

Y como influencia e inspiración del grupo está Gandalf el Gris. Uno de los cinco grandes magos, sabio y protector, él será el alma del grupo. Él fue el primero en percatarse del peligro que se avecinaba y él primero que tomo las mejores medidas para llevar a buen puerto la misión. Gandalf ve que los más indicados para llevar a cabo esta misión son las criaturas más simples, pacíficas e inadvertidas de toda la Tierra Media, seres que no llamarán la atención frente al Ojo del enemigo y podrán caminar sin levantar sospechas. Pero esto también le causara un pesar y un dolor, por tener que abocarlos a tamaño destino funesto. Al final de este primer libro tendrá una desaparición trágica, pero será momentáneamente y el regreso será triunfante.

Frodo Bolsón será el encargado de llevar sobre sus hombros el destino de todos. Un ser tranquilo y anodino que se verá involucrado en una aventura colosal, que pondrá patas arriba todo su mundo. Frodo será el héroe inesperado, la salvación donde menos se espera, pues el destino siempre juega con las reglas, cambiándolas a su caprichoso gusto. Frodo soportará con resignación su misión y la llevará con entereza. Y para ello siempre tendrá a su lado la ayuda de su inseparable criado Samsagaz Gamyi. Sam es algo más que un sirviente, es un confidente, un compañero, un amigo. La lealtad que tiene hacia su señor es de lo más entrañable y entre los dos se ayudarán y se motivarán para llevar a cabo la misión encomendada. 

Y por último, pero no menos importante están los inseparables primos Merry y Pippin. Los dos aportan al grupo una descarga de la tensión a través de la comicidad, pero conforme avance el relato irán ganando relevancia. 

Ya para terminar, La comunidad del anillo es la antesala de un viaje maravilloso, una historia llena de acción y la entrada a un mundo fecundo y lleno de fantasía. Tolkien es un maestro de la narración, sabe moverse entre la calma de la hoguera, el trajín del viaje y el fragor de la batalla. Bien es cierto que en muchas ocasiones puede resultar pesada la lectura, dada la lentitud que puede desprender en algunos pasajes y por la mención de elementos que ralentizan la narración. Pero aún así Tolkien envuelve la narración en un lenguaje épico y poético, como un antiguo Cantar de Gesta y no por ello ha sido fuente de inspiración para los autores venideros del género de la Fantasía Épica. Bien es cierto que el autor de una saga que gira en torno a un trono de hierro, ha mencionado la influencia en la obra de Tolkien. 

En mi caso he de decir que al principio me ha costado entrar en la historia. No he podido evitar tener momentos de hastío en ocasiones, pero, como por obra de encantamiento, al final me ha conquistado. He sentido el viaje, he sentido el peligro, he sentido la hermandad y la camaradería, he sentido el frío mitigado por la hoguera y el confort en los salones de Rivendel. He sentido los primeros síntomas del peso del Anillo, he sentido el miedo a los Jinetes Negros, he sentido los pasos sigilosos y las siseos de Gollum en la oscuridad. Esta primera lectura ha sido gratificante y maravillosa y estoy deseando seguir avanzando con las aventuras narradas por Tolkien. 

 

John Ronald Reuel Tolkien (1892-1973)