Tatuaje, Manuel Vázquez Montalbán
Con esta novela, Vázquez Montalbán comienza una crónica oscura sentimental de una época y una ciudad, con los casos de un investigador privado muy particular, gourmet por convicción y amante por necesidad vital. Pepe Carvalho nace como investigador con un primer caso donde se darán todas las características que la harán una de las más populares y sofisticadas de la historia de la literatura española. Damas y caballeros, esto es: Tatuaje de Manuel Vázquez Montalbán.
A diferencia de la primera novela del personaje, que era un serie de memorias escritas por un ex miembro de la CIA, con un lenguaje onírico, surrealista y poético, aquí ya se dan las claves de una serie negra, donde tras un caso turbio a resolver, gracias a las pesquisas y los peligros del detective, se esconde una radiografía de una sociedad y un tiempo, que estaba cambiando, mutando, entrando a una nueva identidad. Todo ello macerado por una narración sobria cimentada en un lenguaje poético bellísimo.
Pepe Carvalho, gallego afincado en Barcelona, a dejado atrás una vida de miembro de la CIA y ahora agota su tiempo entre platos de comida que le ayudan a soportar su existencia cínica y algún caso en el que seguir a alguna esposa infiel. Hasta que recibe un encargo bastante extraño. Un hombre aparece muerto en una playa, con el rostro devorado por los peces y un tatuaje en la espalda que reza: He nacido para revolucionar el infierno. Un hombre que regenta una pequeña peluquería le encomienda resolver el enigma de la identidad del finado. Toda la investigación le llevará por los oscuros rincones no solo de Barcelona si no que recorrerá las calles de Amsterdan.
En este primer caso de Pepe, se ve una verdadera novela negra en todo su esplendor. Un enigma a resolver, un caso en apariencia sencillo que se va enmarañado y enturbiando, una ciudad que es más personaje palpitante que escenario fijo y una serie de personajes que malviven y sobreviven en una existencia cruel pero digna. Los elementos que la conforman la hace un ejemplo maravilloso de lo que es una buena novela negra.
Pepe Carvalho es un detective atípico. Lo único que le une a sus hermanos literarios es su cinismo descreído y visión fatalista de la vida. Pero a diferencia de estos, no alivia sus penas con ríos de alcohol, si no que, como él lo llama, saca a pasear su vientre de penas. Pepe, como su padre Vázquez Montalbán, es un exquisito sibarita, que degusta platos de alta cocina con un éxtasis de místico religioso. Todo ello regado por finos vinos. Su paladar disfruta de los mejores manjares que le ofrece la cocina, con su intransigente desprecio a hacia aquellos que se conforman con comerse un simple bocadillo con una cerveza. Montalbán nos brinda deliciosas recetas, dignas del mejor restaurante con varias estrellas Michelin. Otra característica de la compleja personalidad de Carvalho es su desprecio a lo terrenal y el total desprendimiento a cualquier sacralización, con una quema de libros. Cuando necesita cavilar en los recovecos del caso, enciende en su caso su chimenea, ya sea invierno o verano, usado como combustible los volúmenes de sus extensa biblioteca. He decir que sentí un vuelco en el corazón cuando quema un ejemplar del Quijote.
Otros dos personajes que serán clave en la vida de Carvalho son Charo y El Bromuro. El Bromuro es un personaje que descarga de tensión con sus soflamas conspiranoicas sobre una manipulación mundial. Hijo de un tiempo pasado, este "limpia", maneja la información mientras saca lustro a los zapatos de sus sufridos clientes que aguantan sus discursos. Pepe hace buen uso de sus buen oído a cambio de algunas pesetas.
Charo es el interés amoroso de Pepe. Esta mujer de fuerte carácter, prostituta de profesión, calma los demonios del detective. Una tensa relación, con un discusiones, caricias y esencias perdidas en las sabanas, sera lo único humano que pueda hacer que Pepe pueda ver el lado bueno de la vida.
Barcelona, sus gentes, sus calles, sus aromas, sus cambios, son el escenario donde se mueven los personajes. Como en otros casos, la ciudad donde trascurre la novela, esta se vuelve totalmente tangible, viva, real. Uno se siente trasportado junto al detective en su ir y venir. Caminamos a su lado. Yo visite Barcelona en mis años de colegio en un viaje de estudios y quede asombrado por la belleza, la grandeza y la multitud de personas que allí se movían. Bien es cierto que la ciudad que describe es la de los años 70, yo veía en mi mente aquella ciudad que tanto me deslumbró.
Por otro lado, lo que hace única a la serie de Carvalho es su lenguaje. Es simplemente maravilloso. Unas frases que bailan, danzan, se contonean. Es un manejo del castellano asombroso, que con cada frase te deja boquiabierto. Montalbán no solo se centra en narrar los sucesos, los canta, como un viejo rapsoda o un antiguo bardo.
En resumen Tatuaje es una lectura esplendida. Manuel Vázquez Montalbán nos radiografía el tremendo cambio que experimento la sociedad española, en su paso de la dictadura a la democracia, con sus luces y sus sombras, sus contradicciones y su beneficios, a través de los ojos de un detective descreído, cínico y gourmet, que no cree en nada, tan solo en un buen plato y mejor vino. Una historia bien hilada, que aumenta la curiosidad por la resolución del caso, un thriller trepidante a ritmo de elegía. Pepe Carvalho es uno de nuestros mejores personajes y su serie se ha convertido en una de mis favoritas. No por ello el gran Andrea Camilleri bautizó y creo a su Montalbano basado en el detective gallego de Vázquez Montalbán.
Comentarios
Publicar un comentario