La avaricia en la historia de España, Juan Eslava Galán

"Así es la vida. Abogados sin bufete, profesores alérgicos a la tiza, médicos sin apego a la profesión, oficinistas, incluso algún que otro honrado electricista o fontanero, pueblan los escaños y se reciclan en padres de la patria cada uno según la medida de su excelencia, que en eso consiste la democracia. Como diría el socialista Pablo Castellano:" Los políticos se han convertido en una casta para sí misma, unos profesionales de la nómina".

No es por avaricia, Dios me libre de pensarlo, no es por los variados y minuciosos trinques que el sistema les depara, lo hacen por vocación de servicio. Cuando votan una subida de impuestos y a continuación se suben el sueldo no lo hacen, como cabría pensar, porque el que a sí mismo se capa, buenos cojones se deja, lo hacen porque echando cuentas eso es el chocolate del loro. 

Y el loro no puede pasar sin chocolate. Los representantes del pueblo deben vivir con desahogo si queremos que legislen sabiamente". La avaricia en la historia de España.



Según la sacrosanta RAE la avaricia es: el afán desmedido de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas. La Iglesia católica la considera uno de los siete pecados capitales. Dante coloca a los avarientos y a los codiciosos en el cuarto círculo del Infierno, donde son condenados al castigo eterno de arrastrar pesadas bolsas repletas de oro que varían de tamaño según acumularon en vida. 

La avaricia es un pecado común a los seres humanos. Todos queremos lo que no tenemos. Muchos se dejan llevar por ella y hacen lo que sea para acaparar a manos llenas, sin conciencia alguna ante las consecuencias. Algunos se aprovechan de sus cargos políticos, sus influencias y la buena fe de las personas para saciar su insaciable afán por acumular y acumular riquezas. 

Y en nuestra amada piel de toro que es España no somos ajenos a ella. De echo es una de nuestras señas de identidad. Junto a la envidia, la picaresca y el criticar a todo quisque. Por eso, quien mejor que el gran conocedor y divulgador de nuestra idiosincrasia como es don Juan Eslava Galán para narrarnos los casos más increíbles, sonrojantes y llamativos de avaricia en la historia española, en un libro delirante y cabreante al mismo tiempo. Con inmenso gusto os presento: La avaricia en la historia de España de Juan Eslava Galán.

El libro comienza con una conversación entre el autor y su consejero espiritual, el padre Fornell S. J., en la cual los dos hombres discuten cual es el pecado que mejor representa al español. El jesuita dice que la envidia, y que aunque se crea que también lo es lujuria, el que sobresale por encima de estos es: la avaricia. Y tras está conversación, Eslava Galán nos da un repaso por los casos de corrupción, robos, estafas, pillajes y atracos más representativos de nuestra historia, desde el siglo XIX hasta nuestros días. Una procesión de la desvergüenza y la infamia cañi. 

Y todo empezó con la primera estafa piramidal de la historia. Y la protagonista de esta historia fue Baldomera Larra, hija del inmortal articulista y novelista Mariano José de Larra (Fígaro) , y hermana del libretista de zarzuelas Luis Mariano de Larra. Esta buena mujer casada con el médico real del rey Amadeo de Saboya, tuvo la desgracia cuando su esposo se largo a Cuba tras la renuncia del rey italiano, abrumado por esa jaula de grillos que era (y sigue siendo) la política española. 

Abandonada, con una mano delante y otra detrás y con unos hijos que mantener, doña Baldomera tuvo que buscarse las mañas, pero como el trabajo honrado cansa y el dinero decente es poco y tarda en llegar, decidió buscar una manera de obtenerlo de forma rápida. Y así estableció un negocio donde pedía dinero a conocidos y a los pocos meses les devolvía el triple de lo prestado. Y como si de un virus se tratará, el rumor fue corriendo por los mentideros de Madrid, todos hablaban sorprendidos del prodigio de doña Baldomera. Los inversores hacían colas para llevar sus ahorros y así triplicarlos. Pero claro, todo lo bueno se acaba y el ensueño se volvió pesadilla y la estafa de doña Baldomera se descubrió. Pero, ¿cuál era la estafa? Pues que los beneficios que obtenían los inversores primeros no eran otros que los que metían los nuevos inversores. Era una pescadilla que se mordía su propia cola.

Y así terminó la primera estafa piramidal de la historia, cuyo deshonra tiene nuestro país de ser donde se dió. Doña Baldomera es la primera de una serie de personajes avarientos que llevaron su desmedido afán por acumular hasta límites criminales.

Por el libro desfilan personajes de la talla del guaperas de Mario Conde; el karateka de José María Ruíz Mateos (¡Que te pego leche!); el molt honorable president Jordi Pujol; Luis Roldán; el Dioni y su furgón; Luis Bárcenas y su dedo tieso; Cachuli y la Tonadillera; el pirata de Juan March y el gran sinvergüenza de Jesús Gil y Gil entre otros. 

Pero no solo se nos habla de los tejemanejes de algunos personajes del artisteo o empresarios caraduras, si no que nos relata los casos de corrupción más acojonantes de la historia política española. Empezando por como en ese paraíso que nos pintan que fue la República empezó a utilizarse ese término tan español como es el enchufismo; como algunos se hicieron de oro durante la Guerra Civil; como algunos generales de Franco se enriquecieron gracias a los sobornos británicos que les daban para convencer al Caudillo de no entrar en la guerra mundial; como la dictadura se convirtió en un sistema corrupto desde las mas bajas estancias hasta los altos poderes del régimen, incluidos Franco y familia; como con la democracia, los partidos enfrentados se apaciguaron al esplendor del poder y establecieron un sistema de prebendas descaradas y no contentos con eso, en los siguientes años de gobierno del PSOE y del PP se han dado casos de corrupción tan escandalosos como el Caso Filesa o la Trama Gürtel.

Pero tampoco se escapan al escrutinio la realeza y la Iglesia. Vemos a la amante de Alfonso XII sacar dinero al gobierno para mantener sus bastardos reales; a Alfonso XIII vivir una vida disoluta en su exilio; Juan de Borbón, el rey sin corona, llevar una bon vivant a costa de sus fieles súbditos y al bueno del Campechano tirar por la basura su reputación por su avaricia infantil y una bragueta demasiado inquieta. Y de la Iglesia pues lo de siempre, una institución gobernada por hombres que más que alcanzar el Paraíso, se ganan la condenación eterna por su desmesurada codicia. Por eso Dante encuentra tanto obispo y clérigo en su recorrido por el Infierno. Ya lo dijo el Maestro: "es más fácil que un camello pasé por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios".

La avaricia en la historia de España es uno de los libros más divertidos de don Juan Eslava Galán. Solo un autor con su talento y su erudición podría relatar con tanto desparpajo episodios vergonzantes de nuestra historia. Eslava Galán nos pone ante nuestros ojos como la picaresca española hace de las suyas cuando los espíritus avarientos se dejan seducir por el vil metal y harán lo que sea para satisfacer ese afán desmedido de acumular. Solo España podría ensalzar a la categoría de héroe nacional al que roba a manos llenas. Y cuánta falta nos hace don Juan para contarnos nuestras glorias y también nuestras miserias. 


Juan Eslava Galán (1947-)

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