No volveré a tener miedo, Pablo Rivero

"Aún así, no llego a apagarla, de algún modo le hacía sentirse acompañada. Nunca se había sentido tan desprotegida. Estaba en su casa, en su territorio de confort y, sin embargo, se sentía más perdida que nunca. Trataba de no salirse de su coreografía habitual para no reparar en la evidente diferencia. Pero por debajo subyacía lo más parecido al pánico que había sentido nunca. ¿De verdad iba a dormir fuera de casa? ¿En serio iba a permitirse abandonarla de esa manera, dejarla sola con los niños, sin una mínima explicación?" No volveré a tener miedo.



Si viviéramos en la sociedad imaginada por el autor ruso Yevgueni Zamiatin Nosotros, todas las casas serían de cristal, dejando al descubierto todas las miserias que se esconden al amparo de lo que llamamos "nuestro hogar". Porque en todas las familias (o en casi todas, no hay que generalizar), no todo es dicha y alegría. Cómo por desgracia se ve en las noticias, muchas de las tragedias se dan en casas particulares y en el ámbito de la familia, que como ollas a presión terminan estallando en una vorágine de brutalidad y sangre. Pero claro, solo sabemos el desenlace, no cuales fueron los pormenores o las circunstancias que llevaron a una familia normal a terminar de esa manera. Pues de eso es lo que trata esta novela que, sinceramente me ha sorprendido. Un viaje al centro de la tragedia dentro del hogar, tan afilado como un cuchillo, esto es: No volveré a tener miedo de Pablo Rivero.

La premisa: una familia, matrimonio y dos hijos, ve de pronto como el padre se marcha sin dar explicaciones detonando un ambiente irrespirable entre madre e hijos que acabará en tragedia. La novela nos narrará la última semana de esta familia (esto no es spoiler, se nos dice desde el principio), exponiendo la historia como un caso real ocurrido en los años noventa en España. Seremos testigos de las tensiones, miedos, anhelos, traumas y odios familiares, demostrando que no es todo color de rosa en las familias.

Uno de los temas más atractivos a la hora de contar una historia, es adentrarse en las intimidades de una familia. Todos tenemos una, unos son más cercanos, quedado cada domingo para degustar una paella y otros solo se ven al amparo de la mesa navideña en casa de la abuela una vez al año. Ahora que está tan de moda aquello de "tipos de familia", es una verdad bien cierta que cada familia es un mundo. Ver las miserias ajenas, disfrutando de que la nuestra no es tan mala como la que estamos leyendo, hace del tema familiar muy apreciado entre los narradores. Ejemplos como la monumental novela de García Márquez Cien años de soledad, con los Buendía levitando en el realismo mágico, pasando a dos películas tan dispares como magistrales como Los Tenenbaums de Wes Anderson y Agosto de John Wells, sirven de ejemplo de cómo la familia y el hogar son campos fértiles para los narradores.

Una de las claves de la novela es lo bien escritos que están los personajes. Partiendo de la base de un estereotipo de: "madre loca", "hijo mayor rebelde" y "hijo pequeño miedoso", Rivero va haciendo evolucionar a sus criaturas, dotándolos de voz y personalidad propias, que hacen que no solo sean esbozos sino personas. Laura es una mujer llena de resentimiento. Antigua aspirante a actriz, no puede dejar de culpar a sus hijos de arruinar su posible carrera y su matrimonio, que cuando eran solo dos estaba repleto de peleas y sexo desenfrenado. Odia a su marido, por como cuida en demasía a su hijo menor y se culpa por la huida de éste tras una monumental bronca. Raúl y Mario son tan distintos entre sí. Raúl está en la edad del pavo, con las hormonas revolucionadas, desprecia su madre e ignora a su hermano. Solo quiere masturbarse y escuchar la música de Nirvana, su banda favorita. Mario, es un niño con un terror extremo, le tiene miedo a todo, en especial al "hombre que le observa", una historia que su hermano le cuenta para torturarle. Lo único que le consuela es la pronta vuelta de su padre, con el que tiene una estrecha relación.

La historia se mueve entre la pausa tensa y la velocidad asfixiante. Cómo sabemos que todo ocurre al final de una semana, se va creando un clima malsano en torno al cómo y al porqué. Rivero sabe moverse con soltura en el thriller, maneja los tiempos con maestría, preparando al lector y acompañándolo durante la historia hasta un desenlace trepidante y sorprendente. La única pega que le puedo poner es que se nota que es su primera novela y quiere demostrar una amplio conocimiento de la cultura popular noventera, resultando un poco pedante, pero se le perdona pues es para dar un contexto histórico a la historia.

Pablo Rivero, actor conocido por su papel de Tony, el inconformista y comprometido hijo de Antonio Alcántara en Cuéntame, se ha convertido en un autor bastante relevante con cinco novelas. Con esta primera novela me ha demostrado que tiene un talento para el thriller más que digno. Con un estilo entre sencillo y elegante, Rivero sabe usar muy bien el lenguaje popular y burdo, con otro más onírico y perturbador. La historia de esta familia me ha parecido inquietante y apabullante, por momentos no podía dejar de leerla, pues quería más y más. Sabía el desenlace, pero necesitaba descubrir cómo habían llegado a eso y el resultado ha sido sorprendente y fantástico. Una gran novela, Rivero volverá más a menudo a este blog segurísimo. 


Pablo Rivero (1980-)

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