La Conquista de América contada para escépticos, Juan Eslava Galán
Vuelve Juan Eslava Galán (que ya se le echaba de menos), el mejor divulgador de la historia esta vez para narrarnos unas de las hazañas más impresionantes, ya no solo de la historia de España, si no del mundo. Una gesta que cambió para siempre la historia, una gran hazaña donde dos mundos se entrecruzaron mostrando las grandes diferencias que se encontraban allende los mares. Un acontecimiento que aún hoy, siglos después, siguen despertando pasiones y odios a partes iguales, pero que es innegable la enorme trascendencia que tuvo en la historia. Con mucho gusto os presento: La conquista de América contada para escépticos de Juan Eslava Galán.
Todo empezó por la especias. En las postrimerías del siglo XV, las principales potencias europeas basan todo su poder no solo en los territorios que poseían, si no también en lo poderosas que eran sus economías. Y una de las principales fuentes de ingresos eran el comercio de especias. Ya desde los tiempos de los fenicios y los romanos, el comercio de estas hierbas aromáticas era una gran fuente de ingresos a los poderosos que las controlaban. Y en la Europa del siglo XV, Portugal y los reinos de Castilla y Aragón, unidos en el enlace de los Reyes Católicos (tanto monta), vieron que con la caída de Constantinopla en manos otomanas, se les cerraban esas rutas comerciales.
Aquí surge la figura del infante portugués Enrique conocido en la historia como el Navegante. Este príncipe inquieto, hijo y hermano de reyes, dedicó toda su vida a la navegación y la expansión de los mapas a través de expediciones en busca de rutas hacia la India. Encontrando una gran fuente de especias nuevas en el África tropical, propició que nuevas expediciones se lanzaran en busca de nuevas rutas. El portugués Vasco da Gama llegó a Calcuta, en la India tras descubrir el Cabo de Buena Esperanza. Así Portugal se convirtió en la primera potencia europea en el comercio de especias.
Los reyes vecinos, Isabel y Fernando (tanto monta), ocupados en la conquista de la península a los moros, vieron con ojos envidiosos como los de al lado se enriquecía y aumentaban sus dominios en ultramar. Es entonces cuando entra en escena uno de los personajes más importantes de la historia, un hombre que gracias a una ambición desmedida y una zorruna inteligencia supo manejar sus cartas con maestría de tahúr. Estoy hablando de nada más y nada menos que de Cristóbal Colón.
Aquí Eslava Galán centra la conquista en tres protagonistas de excepción. Colón, Hernán Cortés y Francisco Pizarro. El primero como no puede ser de otra manera, es el culpable de que aquel pedazo de tierra desconocida acabará en manos de la corona española. El autor despoja de toda pompa y reverencia al marino apátrida y nos lo presenta como un pícaro ambicioso, ávido de oro y tierras, con pico de oro que supo convencer a los Reyes Católicos para lograr superar a sus vecinos portugueses y alcanzar una nueva ruta hacia la India y manejar el comercio de las especias. Colón manejó la expedición de las famosas carabelas con mano de hierro, controlado por una firme determinación de llegar por una ruta más manejable para los intereses castellanos, pero quiso la suerte de que acabaron llegando la Niña, la Pinta y la Santa María, arribando a una tierra nueva y desconocida.
El segundo protagonista del libro es para mí el más fascinante. Hernán Cortés consiguió una de las gestas más impresionantes de la historia, la conquista del Imperio Mexica o también llamado azteca. La gesta de Cortés y sus hombres estuvo lleno de peligros, alianzas con pueblos indígenas sometidos por los ejercitos del emperador o tlatoani mexica Moctezuma, junto a las enfermedades que traían, le ayudaron a conquistar ese basto imperio. Una fascinante historia de la toma de la imponente ciudad de Tenochtitlán, una urbe levantada en medio de la selva, con imponentes pirámides que maravillaron a los españoles. Cortés se mostró como un buen estratega, un político diestro e ilustrado, y aventurero sin parangón.
El último gran protagonista es el conquistador del imperio Inca, un hombre aguerrido y brusco, más pragmático que reflexivo, muy alejado de Cortés de quién era pariente lejano. Pero sobre todo era valiente y decidido, liándose la manta a la cabeza, desafiando a quién se le pusiera por delante, tomó la firme decisión de agrandar los dominios del césar Carlos y conquistar el Perú.
También se nos habla de nombres notables e inmortales como Vasco Núñez de Balboa, quién descubrió el mar del sur, el Pacífico; Vicente Yáñez Pinzón descubridor del imponente río Amazonas; Pedro de Alvarado, el gran aventura de rubios cabellos adorado por los indios con el sobrenombre de Tonatiuh, el Sol; Álvaro Núñez Cabeza de Vaca conquistador y gobernante de Asunción y descubridor de las cataratas Iguazú; Pedro de Valdivia conquistador de Chile y su aguerrida amante Inés Suárez y Lope de Aguirre el loco que se sublevó ante la corona española y fue en busca del mítico El Dorado.
Eslava Galán nos habla de las distintas culturas que abundaban en el Nuevo Mundo. Los pacíficos taínos, los terribles caribes, los dispuestos tlaxcaltecas. También se nos muestra la grandeza de los dos vastos imperios que gobernaron buena parte del continente: los Mexicas y los Incas. El libro nos narra como estos pueblos sometían bajo su férreo yugo a los pueblos colindantes, más vulnerables frente a la poderosa maquinaria de guerra de incas y mexicas, que los utilizaban como esclavos y les exigían tributos. Muchos de estos pueblos sometidos ayudaron en gran medida a la caída de estos imperios, aliándose con los españoles. También nos habla de un tema que aún causa polémica como son los sacrificios humanos.
La conquista de América contada para escépticos es uno de los mejores libros de su autor. Eslava Galán mezcla con maestría, una narración novelada de aventuras, una erudición vastísima y sobre todo una reivindicación de una gesta inmortal. El libro nos enseña con los testimonios de los cronistas de la época, los cuales salpican el relatos con sus textos, que los relatos de genocidio, exterminio y destrucción de los pueblos no son más que burdas exageraciones y mentiras formuladas por la "leyenda negra" que persigue la historia de España (y fomentan varias corrientes ideológicas). El descubrimiento de América fue un hito irrepetible en la historia, una epopeya humana comparada con las grandes gestas de Alejandro Magno o Julio César. Colón jamás imagino que con su error levantaría un puente entre dos continentes, y la civilización occidental se implantaría con una lengua común que hablan millones de personas.
También es un alegato en contra de todas aquellas corrientes que buscan denostar las cosas buenas que los españoles hicieron en tierra americanas, como las leyes promulgadas por los Reyes Católicos que nombraban a los indios como ciudadanos españoles y las políticas de unión con las indias que produjeron el mestiza entre los pueblos. Las ciudades y las universidades que fundaron en los nuevos virreinatos trajeron la cultura. Pero también se crítica, como no puede ser de otra manera los desmanes que cometieron los españoles, pero siempre obviando las exageraciones de la "leyenda negra". Una verdad que no se quiere contar es como las nuevas naciones independizadas y gobernadas por criollos descendientes de los colonizadores, diezmaron a los verdaderos indios en auténticos genocidios.
Un libro extraordinario que narra con la maestría que es ya está más que comprobada del bueno de Eslava Galán, uno de los pedidos más trepidantes, fascinantes y trascendentales de la historia mundial. Una historia de héroes, aventureros, ambición, choque de culturas, colonialismo y mestizaje. Un libro necesario que ayude a desvanecer la maldita leyenda negra y se empiece a revindicar nuestra propia historia. Y sobretodo un libro que defiende la unión eterna que debemos tener con nuestros hermanos latinoamericanos, pues ambos somos hijos de una misma lengua común tan bonita como especial.
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