La Red Púrpura, Carmen Mola

"La mirada de una madre a un hijo es concreta. No hay contexto ni ruido ambiental. Un hijo es un espécimen único, como de laboratorio, un prototipo perfecto protegido en su burbuja. La maldad del mundo aletea por todas partes sin rozar siquiera al hijo modélico" La Red Púrpura .

Nunca segundas partes fueron buenas. Dijo algún iluminado que jamás leyó la segunda parte del Quijote, vio la película El caballero oscuro o jugó al videojuego God of war 2. Es verdad que algunas si son verdaderos atentados a las artes, pero son una mínima parte frente a las grandes continuaciones. 

Normalmente en el ámbito literario es donde mejor se puede comprobar que las segundas partes sí son buenas. Pues de una continuación de una de las sagas más impactantes y populares de los últimos años. Estoy hablando de la saga de la inspectora Elena Blanco, los libros escritos por ese fenómeno literario que es Carmen Mola. Después de investigar el caso de La novia gitana y descubrir que algo más peligroso se ocultaba y se mezclaba con el tormentoso pasado de la inspectora Blanco, llega esta segunda novela que promete más escenas escabrosas, giros vertiginosos y una acción trepidante. Os presento con mucho gusto: La Red Púrpura de Carmen Mola. ¡¡AVISO DE POSIBLES SPOILERS!! 

La inspectora Elena Blanco, jefa de la Brigada de Análisis de Casos, recibe una inquietante cinta al final del caso de las "novias gitanas". En ella se ve a un chaval torturando a una chica. El corazón le da un vuelco al descubrir que el chico puede ser su hijo secuestrado Lucas. Tras esto Elena y sus compañeros investigan a una organización oculta que se dedica a crear sesiones snuff donde personas a través de internet contemplan como torturan de formas horrendas a chicas. Lo peor de todo es que tras el vídeo recibido por la inspectora y las sesiones de tortura están relacionados y creados por "La Red Púrpura". 

En esta novela llevará a Elena Blanco y a sus compañeros al límite. Las heridas aún sangrantes de su pasado seguirán atormentado a una inspectora cada vez más desesperada por descubrir que le ha pasado a su hijo. Todo lo que rodea a la investigación hace que la obsesión de Elena le haga cometer acciones imprudentes, metiéndose en la boca del lobo poniendo en peligro no solo su vida, si no la de sus compañeros. Pues está es una de las principales tramas del libro. Como el terrible pesar que siente la inspectora levanta un muro que va poco a poco separando a los miembros de la BAC. Esto sobre todo se refleja en Orduño. El buenazo de Orduño no es capaz dejar los horrores que ve en la oficina, siente una opresión que le impide dejar el trabajo fuera de su ámbito personal,  ve como su vida se le escapa de las manos, y no quiere acabar como la inspectora, amargada y solitaria persiguiendo fantasmas rozando la obsesión. 

Si la anterior novela contenía escenas de violencia extrema, está secuela no se va a quedar atrás. La crudeza de los actos violentos se pueden sentir. Cada tortura descrita, de manera sutil para no caer en el morbo, es estremecedora. Pues no hace falta ser burdo y regodearse en la sangre. Con una sola palabra, fría, aséptica, puede helar la sangre. 

La Red Púrpura es una digna continuación de una saga trepidante. Los autores detrás del seudónimo Carmen Mola saben lo que hacen. Los ingredientes necesarios que hacen de estos libros una lectura adictiva, envolvente y atrapante serían: una lectura ágil, dinámica, una narración que no da tregua, dejándote con las ganas de otro capítulo y otro, facilitando esto unos capítulos muy breves; unos diálogos directos, ingeniosos, haciendo que los personajes no solo reciten frases vacías si no que con cada palabra les de vida propia; la trama está tan bien hilada, un argumento con un armazón bien solido, con unos giros argumentales muy bien traídos, dejando al lector con la boca abierta, y de fondo una historia cruenta de venganza, obsesión, misericordia, tortura, el peso del pasado y el poder de la redención. 

En mi caso la lectura a sido adictiva, no podía dejar de leerlo. Había momentos que me moría de sueño pero era incapaz de dejar de leerlo. Ya estoy deseando leer la siguiente. ¡Carmen Mola, mazo!


Antonio Mercero (1969-), Jorge Díaz (1962-), Agustín Martínez (1975-) "Carmen Mola".

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