Mythos, Stephen Fry

 "Ahora, para señalar el comienzo del Reino de los Doce, Hestia desciende de su trono y prende fuego al aceite de un enorme y resplandeciente cuenco de cobre batido. Resuena una tremenda ovación por toda la montaña. Un águila la sobrevuela. Retumba el trueno por los cielos. Hestia vuelve a su trono. Zeus observa cómo se alisa la toga y luego pasea la mirada entre los otros, uno por uno: Poseidón. Deméter. Afrodita. Hefesto. Ares. Atenea. Artemisa. Apolo. Hermes. Estos dioses y toda la creación se postran ante él. Todos sus enemigos están dispersos, destruidos, encarcelados o sometidos. Ha creado un imperio y un gobierno como jamás se había visto en el mundo. Ha ganado. Y, sin embargo, no siente nada".


La mitología griega es una de las cosas que más me fascina. Siempre me han maravillado las historias de dioses, héroes y monstruos que pueblan los mitos griegos. Recuerdo con cariño un libro que tenia de pequeño, un recorrido por todas las mitologías del mundo. Unos dibujos maravillosos y un texto simplificado (y bastante completo, he de decir), narraba los distintos mitos y leyendas de las distintas culturas que abundaron por los continentes. Y los que más me gustaban eran los mitos griegos. Esos dioses magníficos que no solo dirigían los destinos de los mortales, si no que también participaban en ellos de forma directa. Recuerdo otro libro, que era una enciclopedia de mitos griegos, lleno de ilustraciones de estatuas clásicas y cuadros famosos. 

Otras obras que aumentaron mi pasión por la mitología griega, por mencionar algunas, serían un fragmento de la monumental película de Disney Fantasía, la cual mezclaba un día en el Olimpo con la inmortal música del divino divino Ludwig van, con su sexta sinfonía, "Pastoral"; la divertidísima película también del estudio del ratón, Hércules, una versión libre del mito del semidiós hijo de Zeus y una de las mejores del "Renacimiento Disney"; la saga de videojuegos protagonizados por el "fantasma de Esparta", God of war, un festival de sangre y épica griega; y por ultimo una de las mejores novelas que he leído Señores del Olimpo, de Javier Negrete, una maravillosa novela de aventuras donde los dioses del Olimpo tendrán que enfrentarse a una enorme amenaza que hará temblar los cimientos del divino monte.

Pero centrándonos en el libro a reseñar, podría decir que para aquellos que les abrume los libros de mitología griega, por todo su academicismo, este libro será una buena forma de adentrarse en las grandes historias que forjaron la cultura clásica y cimentaron toda la idiosincrasia de occidente. Ninfas y sátiros esto es Mythos de Stephen Fry.

Stephen Fry es uno de los mejores actores ingleses. Ejemplo claro del cómico ingles, con esa flema tan british y un agudo y fino humor lleno de cinismo. Su papel más recordado sería en la película Los amigos de Peter de Kenneth Branagh, junto a los actores Emma Thompson, Hugh Laurie (House), Imelda Staunton y el propio Branagh, la serie británica Jeeves and Wooster sobre los personajes del escritor P.G. Woodehouse, junto al mencionado Laurie. Pero sobre todo su gran papel fue al interpretar al inmortal y eternamente encantador Oscar Wilde, en Wilde. Un magnifico biopic narrado magistralmente, con una música maravillosa. Dejando a parte la faceta de actor, Fry también se ha desenvuelto como escritor. Con una novela titulada El mentiroso (la cual esta en mi lista de lecturas futuras), y el libro a reseñar.

Mythos es una rara avis entre los libros sobre mitología griega. Una mezcla entre un ensayo desenfadado, una actualización de los autores clásicos y modernos, una divertida crónica de la génesis de los mitos griegos, la gran telenovela occidental (que nada tiene que envidiar a las telenovelas actuales), donde la traición, la pasión desenfrenada, el erotismo y la épica se dan la mano y como Walt Disney y Hollywood se quedan en pañales ante tales historias. Todo esto tendrá su sentido a lo largo de la reseña.

Fray nos narra el inicio del cosmos, según la cosmogonía griega, y va repasando las distintas "edades" de la humanidad y también como se fueron formando las distintas dinastías divinas que gobernaron el universo. Como del mismo Caos, un ser primordial, surgieron una serie de seres que personificaban los elementos. La noche, el día, la tierra y e cielo, fueron los primeros que forjaron el cosmos. Dos de ellos, Gea la tierra y Urano el cielo, se unieron y engendraron a la segunda generación, la cual sería más importante que la segunda, pues a diferencia de esta, tendrían conciencia de si mismos y tomarían lugar en el universo como señores de todo. Del padre cielo y la madre tierra nacieron Océano, Ceo, Crio, Hiperión, Jápeto, Tea, Rea, Temis, Mnemosine, Febe, Tetis y Cronos. Estas doce primeras deidades fueron conocidas como Titanes. También tuvieron a los tres primeros Cíclopes criaturas de un solo ojo y los Hecatónquiros, monstruos de cien brazos y cincuenta cabezas. 

La historia sigue con la castración de Urano por parte de su hijo Cronos, con ayuda de su madre y como toma el poder sobre el universo. De la sangre de las gónadas cercenadas surgirán criaturas como las Erinias, diosas de la venganza y de la espuma surgida al caer al mar nacería Afrodita, diosa de la cual hablaré más tarde. Cronos como nuevo y señor de todo, tomo como esposa a su bella hermana Rea, con la cual engendrará a seis hijos, tres varones y tres hembras. Lo curioso de esta parte de la historia, es que una profecía había dictado que un hijo de Cronos le derrocaría, y este no se le ocurrió otra cosa que conforme nacía él los devoraba. Rea, harta de esto, cambio al pequeño de ellos por una piedra. El hijo superviviente, creció y se convirtió en un apuesto dios, que en la mayoría de edad engaño a su padre, con ayuda de su madre y su abuela, e hizo que vomitara a todos sus hermanos, igualmente crecidos en el vientre de Cronos. Zeus, que era el nombre del hijo de Cronos, tomo a sus hermanos y se enfrasco en una batalla contra su padre y los demás titanes por el control del universo. Guerra que seria conocida como Titanomaquia.

Lograda la victoria por parte de los nuevos señores, los cuales serán llamados dioses, estos regirían el mundo desde un lugar, que sería sagrado. Y ese lugar fue la cima de un enorme monte. El Olimpo sería la morada de esta hornada de nuevos dioses, que de seis pasarían a ser doce. Zeus, rey del Olimpo, señor del trueno y el rayo; Hera su esposa/hermana, reina del cielo y diosa del matrimonio; Poseidón, señor del mar; Deméter, diosa de las estaciones y las cosechas. Hestia, diosa del hogar y Hades señor del inframundo y los muertos, dejaron sus puestos en el Olimpo por la siguiente hornada de dioses, hijos de Zeus, de su esposa y sus numerosas amantes. Ares, dios de la guerra; Hefesto, dios del fuego y la metalurgia; Apolo, dios de la poesía y la luz,; Artemisa, diosa de la caza; Atenea, diosa de la guerra y la sabiduría; Hermes, dios de los ladrones, el comercio y mensajero del Olimpo y Dioniso, dios del vino. Y por ultimo Afrodita, diosa del amor y la belleza.  

El autor pasa a narrar las aventuras de los olímpicos y sobre todo los amoríos de Zeus, un ser insaciable de irrefrenable apetito sexual, el cual hará mil y una maneras de engañar a su celosa esposa Hera. En estos episodios, Fry los narra como si fueran episodios de una telenovela de las cinco de la tarde. Con el galán de mandíbula cuadrada que es Zeus, usando una serie de disfraces, a cada cual más estrambótico, para alcanzar a sus objetivos eróticos y las inútiles artimañas de su esposa para evitarlos. Y las terribles venganzas de esta con la pobres amantes, las cuales su único pecado fue ser hermosas. 

A lo largo del libro también se habla de otras historias protagonizadas por dioses menores. Una de ellas será la de Perséfone, hija de Zeus y Démeter. Un ser de una belleza encantadora, que hará que el frío corazón del dios de los muertos, Hades, se enamore de ella. Y otra es la historia de amor entre Eros, dios de precisamente eso, el amor y una bella princesa llamada Psique. Aquí Fry da muestras de lo esplendido narrador que es, al contar este bello cuento que serviría de inspiración a La Bella y la Bestia. Fray mezcla en su narración el estilo de una película de Disney y un clásico cuento de los hermanos Grimm o Andersen. El relato zigzaguea entre el cuento de hadas, la novela erótica y el puro terror. Sin duda una de las mejores partes del libro.

Después de la consolidación de los olímpicos, el autor nos narra como fue la creación de la humanidad y como estos afectaron a los dioses. Pues una de las mejores características de los mitos griegos es que los dioses no son simples espectadores, si no que ellos mismo son protagonistas directos de alguno de ellos. Los dioses bajan de sus moradas celestiales y se mezclan con los mortales, donde los enamoran, seducen y enloquecen. Llamados acertadamente los juguetes de Zeus, donde los hombres y las mujeres serán simples marionetas, en los caprichosos dedos de los caprichosos dioses. Y por ultimo se nos narran las hibris un tipo de orgullo que imbuyen a los mortales, los cuales llevan a desafiar a los dioses. Esto tendrá graves consecuencias en forma de terribles castigos.

En fin y para terminar, que si por mi fuera me pasaría horas escribiendo sobre los mitos griegos, os recomiendo encarecidamente la lectura de este libro. Fry escribe de manera ágil, desenfadada, con cierta ironía. En momentos nos habla a nosotros, como si nuestro tío favorito nos las estuviera contando al calor de una chimenea. Las referencias a la cultura popular son constantes, dando esa intemporalidad que gozan los mitos, pues son inmortales. Fray hace muestra de una gran erudición, al completar las historias con notas al pie de pagina. Para hacer más completa la lectura, sin tener que llenarla de datos que la haría lenta y tediosa. Si no he hablado de los llamados "héroes", es porque Fray les ha reservado un libro a parte el cual esta esperando en la estantería del Fnac a que lo adopte y se que me encantará, igual que me ha encantado este. No lo dudéis y emprender este viaje maravilloso hacia los mitos griegos. Y cuidado, quien sabe si ese gato que se posa en vuestra ventana es el calenturiento Zeus. 


                         Stephen Fry (1957-)                                                                                               

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