A sangre y fuego, Manuel Chaves Nogales

El moro, que se había visto tratado con tanto cariño, no sentía ya ningún recelo y cuando lo colocaron delante de la tapia, sonrió ingenuamente a los milicianos. Debió de imaginarse que iban a retratarlo otra vez.
No tuvo tiempo de maravillarse cuando vio que los milicianos se echaban los fusibles a la cara. Cayó acribillado, todavía con su estúpida sonrisa en los labios.
A estas horas, el alma en pena del moro Mohamed debe andar vagando por el paraíso en busca de Mahoma para preguntarle: "¿Me quieres explicar, ¡oh, Profeta!, para qué se tomaron el trabajo de curarme tan amorosamente si habían de matarme luego? "Los guerreros marroquíes ".

El día que el consejo obrero expulsó del taller al obrero tornero Daniel, se perdió la causa del pueblo. Los cañones del ejército sublevado martilleaban inútilmente las trincheras de Madrid; los aviones italianos y alemanes asesinaban en vano mujeres y niños. Pero la causa del pueblo se había perdido por este sencillo hecho. Porque el consejo obrero de una fábrica había tomado el acuerdo de expulsar a un obrero por el delito de haber defendido su libertad. "Consejo obrero ".



La Guerra Civil es uno de los episodios que aún siguen palpitando en el imaginario colectivo español. Más de ochenta años después del fin del conflicto, aún siguen sangrando las heridas de una lucha cainita entre españoles, siendo las más de las veces por unos y otros partidos políticos de opuestos pensamientos, que consideran que hablan por los que dieron su vida en defensa de sus ideales. Hipócritas que enarbolan "su" bandera de la verdad, envalentonados por los años de paz que hemos disfrutado. Discursos interesados que buscan más la revancha que la auténtica reconciliación.

Pero bueno eso es otro tema, que aquí se habla de libros. Y precisamente sobre la Guerra Civil han pasado varios libros por este blog, pero esta vez no se trata de un ensayo histórico, si no de el que está considerado como mejor libro sobre el conflicto. Un libro que narra la guerra con toda su crudeza, un libro que no ensalza ni humilla a ningún bando, si no que los presenta con la equidistancia que da la limpieza de conciencia y sobre todo la libertad del intelectual comprometido. Un libro que tenía unas ganas enormes de leer y aquí está. Con mucho gusto esto es: A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires de España de Manuel Chaves Nogales.

Pero antes es de justicia conocer al autor del libro. Manuel Chaves Nogales puede ser considerado uno de los periodistas más importantes de la historia de España. Un periodista de raza que iba a donde estaba la noticia, que escribía con una libertad absoluta propiciada por un libre pensamiento alejado de cualquier ideología. Opositor acérrimo de cualquier fanatismo y de toda corriente totalitaria fue un espectador de lujo y un retratista de la historia que le tocó vivir. Autor de varios libros imprescindibles (que aparecerán por este blog), como la biografía sobre el inmortal torero Juan Belmonte, una crónica precisa sobre la caída de Francia en manos de los nazis y una antología de sus mejores crónicas periodísticas sobre sus viajes en avión por Europa, que junto a este libro lo han convertido en un autor capital del siglo XX español.

Desde el principio de la guerra, puso al servicio del gobierno legítimo de la República su pluma y siguió trabajando como periodista durante los primeros años del conflicto. Asqueado y horrorizado por las matanzas y las atrocidades que se perpetraban en ambos bandos, decidió abandonar España a la cual nunca regreso pues murió en Londres a los 47 años. Durante su exilio fue donde escribió los relatos que componen el libro, siendo narraciones cortas basadas en historias reales conocidos por el autor. Por estás páginas hay acontecimientos verídicos no historias nacidas de la mente del autor. Ahora haré como siempre, hablar por encima de cada uno de los relatos sin ningún tipo de spoiler.

¡Massacre massacre! El primer relato comienza con los aviones bombarderos del ejército sublevado sobre Madrid. Las bombas caen sobre la ciudad causando numerosas y dolorosas bajas en la población. Esto desata las represalias por parte de las milicias republicanas que fusilan a todo aquel que sea sospechoso de ser fascista. Un episodio muestra lo fanático de la guerra cuando un joven miliciano responde con frialdad ante la posibilidad del fusilamiento de su padre. El relato retrata muy bien el ambiente madrileño, dónde se mezcla el horror de las pobres gentes que no saben cuando les tocara la macabra lotería de una bomba y los cafés donde se reúnen los intelectuales y los milicianos, donde se pasean el escritor francés Andre Malraux y el poeta Rafael Alberti.

La gesta de los caballistas. Un señorito andaluz y sus hijos dirigen una cuadrilla de trabajadores reconvertidos en una guerrilla. Este pequeño escuadrón merodean por los pueblos cercanos en busca de los rojos. Episodios de especial brutalidad salpican este cuento, como el cruel asesinato de un joven gitano o la mutilación de una ternerilla por parte de los milicianos. Una oscura historia donde se ve con toda su ferocidad la brutalidad que imperaba en ambos bandos. Pero a pesar del fanatismo, aún subsiste la humanidad y en una escena trágica se nos muestra como dos enemigos en apariencia irreconciliables pueden mostrar un mínimo de empatía.

Y a lo lejos, una lucecita. Este es uno de los mejores cuentos de la antología. Dos milicianos siguen sin descanso el rastro de una cadena de espías fascistas, a través de una serie de luces proyectadas el cielo nocturno con potentes linternas. A través de su recorrido irán encontrándose con una serie de personajes que los pondrán en algún que otro aprieto. Y todo culminará en un alucinante final.

La Columna de Hierro. Aquí se nos muestra una de las causas de la derrota del gobierno legítimo. A lo largo de varios pueblos arrasa a su paso la llamada "Columna de Hierro" liderada por el cruel y bandolero anarquista Buenaventura Durruti. Esta banda de forajidos disfrazada de milicianos se dedican a robar dinero, armas y comida en nombre de la revolución. El protagonista del cuento es un aviador inglés quién comprobará como entre los bandos que formaban el ejército de la República imperaba la desconfianza, la indisciplina y el desgobierno. Un cuento que retrata con sumo rigor el sinsentido que había entre las filas republicanas. 

El tesoro de Briesca. Un comandante republicano tiene la misión de hacer un inventario de las obras artísticas de los lugares sagrados y los palacios de los señores, e intentar salvarlos de la vorágine extremistas de las milicias que las destruían en un ejercicio de ignorancia y fanatismo. Viendo que su misión cae en el absurdo, imbuido por un cinismo y un espíritu heroico abandona unos cuadros del Greco en un lugar que el solo conoce y marcha al frente para enseñar a las milicias civiles como luchar ante los militares sublevados. Una crítica tanto a la destrucción de patrimonio y la cobardía de los civiles ante la disciplina de los fascistas.

Los guerreros marroquíes. Este es uno de los cuentos más tristes de la antología. Unos milicianos coge preso a un guerrillero moro y son incapaces de saber que hacer con él. Unos optan por llevarlo a Madrid y otros optan por fusilarlo. Al final se impone la brutalidad y lo fusilan. En el lado franquista, el jefe del guerrero moro llora la ausencia de su inseparable compañero. Tras un asalto por parte de los milicianos, será capturado y curado de sus heridas. Pero, mientras disfruta del cuidado de las enfermeras, los milicianos deciden darle un final acorde a la brutalidad imperante. Una historia donde la radicalidad acaba sucumbiendo a la solidaridad.

¡Viva la muerte! Aquí el autor retrata que los actos de bondad y empatía nunca son recompensados por desgracia. En un hotel los señores temen la llegada de los rojos, y los trabajadores siguen con sus funciones mientras aguardan la toma del hotel. Estos tendrán que soportar los desprecios de los señores. Tres mujeres verán como matan a uno de sus compañeros y como uno de los señores se esconderá y les pedirá ayuda. Una de ellas, con lágrimas en los ojos le entregará el carnet del muerto y lo ayudará a huir. Pasados los años y con el triunfo de falangistas y legionarios, el hombre que escapó es un jefe de sección de Falange. Y cuando se entera de la caída del pueblo del hotel, la conciencia le reconcomerá por el destino de aquellas tres mujeres. Aquí el autor también crítica como la historia puede ser manipulada por intereses partidistas.

Bigornia. Este es otro de mis cuentos favoritos. Bigornia en un hombre enorme, tanto en lo físico como en lo moral. Un Hércules musculoso y colosal, herrero y mecánico, padre de una prole numerosa. Un amante de la libertad que combate a pecho descubierto, blandiendo su poderoso martillo. Luchador incansable y defensor de su familia, se las verá contra los cobardes milicianos que huyen a la primera ocasión, mientras les recriminan que son incapaces de defender sus propias vidas. El inmenso Bigornia representa el heroísmo colosal que es capaz de luchar con uñas y dientes aquello que más ama, sin importa que le pueda ocurrir. 

Consejo obrero. Aquí se ve como los elementos más reaccionarios que formaban el bando republicano afianzan su poder y su control a través del terror y la amenaza. Comunistas y anarquistas instalaron un imperio de eterna sospecha ante todo aquello que no cumpliera con su totalitaria visión de la revolución, fusilando a los llamados "enemigos de la revolución" o "lacayos de la burguesía". Representados en dos pobre hombres, uno que nunca a luchado más que por el pan que llevar a su casa, sin importarle revolución alguna, y el otro un sospechoso de ser falangista cuyo único propósito es sobrevivir a base de salvar el pellejo. Este es uno de los más tristes y desesperanzados relatos del libro, pues el autor ya ve con desolada amargura como la libertad muere lentamente en una España acosada por sus más acérrimos enemigos: los fanáticos y los reaccionarios. 

El refugio. Una historia desgarradora y cruel donde los protagonistas son esta vez las verdaderas víctimas de la guerra: la gente normal y corriente. Personas que luchan cada día para sobrevivir otro día más. en Bilbao los bombardeos indiscriminados sobre la población los obligan a esconderse en refugios. Pero por desgracia uno de estas explosiones destruye uno de estos refugios. Es unas escenas de un dolor insoportable, unos padres claman al cielo desesperados por el destino cruel de sus cuatro hijos. Una historia cruda que retrata con suma amargura los horrores de la guerra. 

Hospital de sangre. El último cuento es un alegato sobre la la firmeza de la fe ante las adversidades. No solo la fe religiosa, encarnada en una monja vasca que cuida de los heridos en un hospital católico, si no también la fe en los ideales, defendidos con uñas y dientes por los convalecientes que a pesar de las heridas mantienen firmes sus convicciones antes las bombas.

Este libro ha sido una absoluta maravilla. Llevaba tanto tiempo queriendo leerlo que ha merecido la pena. Manuel Chaves Nogales teje estás historias con el hilo de la desesperanza y el desánimo. Un hombre de férreas convicciones liberales que vio como sus compatriotas se mataban en el frente y como en las retaguardias la locura fanática de los reaccionarios sembraban las tapias de los cementerios de cadáveres. A sangre y fuego es una denuncia con una equidistancia nacida de un libre pensamiento digno de un gran intelectual, que no soportaba los extremos totalitarios de los fascistas como de los izquierdistas y los anarquistas. Es un libro crudo. Las batallas se describen con una minuciosidad de cirujano, dignas del buen hacer de periodista de su autor. La sangre salpica sus páginas. El sinsentido de la guerra y la intolerancia del fanatismo abruma y asquea. Pero también entre tanta atrocidad también impera la esperanza de que aún queda algo de humanidad en esa España rota y sangrante.

Todos los cuentos no son fruto de la imaginación del autor, pues como el mismo relata en una nota introductoria, son hijas de la propia vida, de hechos reales que llegaron a oídos del autor y el les dió su propio toque. Una lectura elegante que se le con soltura. Un castellano tan magnífico que causa admiración, una frases ligares y elegantes. Un libro clásico de nuestras letras y un libro capital que narra la Guerra Civil tal y como fue, un absoluto horror.


Manuel Chaves Nogales (1897-1944)

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