El Show de Grossman, Laura Fernández

"Wendy tenía razón para ocultarle a Philipp la presencia de los chicos en la sala de equipajes. En realidad más de una. La primera tenía que ver con el propio Philipp. Phil tenía alergia a los chicos. De ahí que en aquel preciso instante estuviese rascándose el bigote (sí, Phil se había dejado crecer el bigote, un bigote trenzado de color azul). Pero había más. La segunda razón tenía que ver con Wendy. Hubo un tiempo en el que Wendy fue una nave espía. Formaba parte de una partida que el Departamento de Agentes Infiltrados de la Policía de Rethrick había comprado a Harvey Dresden. No era posible que Harvey, que aquel momento estaba leyendo una novela galáctica de Robbie Stamp, se acordara de aquello, pero Wendy sí lo hacía, cada día.
Echaba de menos el peligro.
El miedo a ser descubierta." El Show de Grossman.



Solo puedo empezar esta reseña  diciendo: ¡¡Qué pedazo de novela acabo de leer!! ¿Qué digo leer? La he devorado como si de una fuente de croquetas se tratará. Un librito de apenas 160 páginas me ha mantenido pegado, encandilado, divertido y maravillado a una historia de ciencia ficción como nunca habia leído. Un libro único de una autora única, con una voz propia, desopilante y una imaginación desbordante. Por todos los dioses galácticos os presento con muchísimo gusto: El Show de Grossman de Laura Fernández.

Bienvenidos a Rethrick, un pequeño planeta rosado que cuyos habitantes son fans acérrimos de la Tierra. Los rethrickianos adoran todo lo que provenga de su idolatrado Planeta Azul. Pintan sus casa y sus calles del mismo color que la Tierra. Los Contactos terrestres viajan a la Tierra y traen productos de compraventa los cuales son muy cotizados y apreciados. Las características que más resaltan del aspecto de los rethrickianos son su piel verde, tres ojos y dos antenas. Adoran las novelas de la autora terrestre Robbie Stamp y viven con pasión el programa número uno de Rethrick Te Ve, el Show de Grossman.

La acción trascurre en Nueva Winona, donde Matson Kastner decide que va a ir a la Tierra para conocer a su madre. Porque Matson es lo que llaman en su planeta un terrickiano, hijo de padre extraterrestre y madre terrícola. En el viaje le acompañarán sus mejores amigos Bebban Sanders una fanática de la autora terrícola sensación del planeta Robbie Stamp, Dandy Morgan un chico obeso y asustadizo y Penny Kulp, una jugadora de rocketbol e igualmente fanática de Robbie Stamp que se infiltra en el viaje mandada por Debra Tapper antigua novia de Matson. Para el viaje se colaran en una llamativa nave espacial con forma de furgoneta abandonada sin ruedas llamada Wendy. 

A partir de aquí viene historia tan divertida que si cuento algo os arruinaría la experiencia. Pero menuda historia. Bien es cierto que no es una historia que tenga una tensión que te mantenga pegado, pero es algo tan, pero tan único, tan increíble que me ha dejado boquiabierto y solo podía seguir leyendo. Laura Fernández es capaz de crear una trama rocambolesca donde se mezcla la novela de espías, la novela juvenil, la ciencia ficción, todo ello narrado con unas frases cortas pero certeras, un narrador que desprende comicidad con cada palabras. Las frases son tronchantes, divertidísimas, lo que me he reído con los intercomunadores, unos aparatos jodeores y pasotas.

Los personajes están vivos, tanto los terrestres como los rethrickianos. Matson es un chaval serio, pero con una convicción determinada a encontrar a su madre. Bebban y Dandy son los mejores amigos de Matson son los que le acompañarán en su búsqueda. Ella es una chica también seria, desprecia a las niñas pijas y solo vive para adorar a su autora favorita, y Dandy es un chaval obeso e infantil que vive en un constante miedo hacia todo imbuido por su controladora madre. Paula la jugadora de rocketbol infiltrada es bastante despistada y comparte con Bebban la pasión por Debbie Stamp. Otros rethrickianos a resaltar serían Wilder Kastner, el sufrido padre de Matson que soporta con resignación su trabajo de mayordomo de la gran estrella de Rethrick, Austin Grossman (la Mole) el orondo, inseguro e insoportable presentador del famoso Show de Grossman. Philipp Gostard el tramposo Contacto terrestre rethrickiano que se ha desprendiendo de sus rasgos para parecer un auténtico terrícola. Entre los terrícolas destacaría por encima de todos Robbie Stamp, la autora superventas fuera de su planeta de ciencia ficción que escribe con su vieja máquina Royal 9000, con un café y un trozo de tarta en el estrafalario bar La Autopsia del Marciano. Pero sin duda la gran sorpresa es Wendy la nave/furgoneta de Gostard, una máquina parlanchina, amistosa y simpatiquísima.

El Show de Grossman es algo que no he leído nunca. Es una novela con identidad propia, un juego literario alegre y festivo. Mirando la producción literaria de Laura Fernández que consta de seis novelas y una antología de relatos nos muestra una autora con una voz muy personal, un universo narrativo particular como nunca habia visto. Este libro es algo diferente, atrevido, alejado de cualquier parecido con los libros que se publican en estos años. Fernández posee unos recursos como narradora especiales: las frases cortas, los diálogos descacharrantes, la trama rocambolesca, todo ello salpicado por unas alusiones a la cultura pop muy reconocibles. 

Lo he leído en un verdadero suspiro y me ha dejado una huella que no se va a borrar en mucho tiempo. Laura Fernández ha entrado en la mira de mi radar literario por la puerta grande. ¡Por los dioses galácticos que novelón! ¡Larga vida a Rethrick, el planeta fan! 


Laura Fernández (1981-)

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mala letra, Sara Mesa

El perfume, Patrick Süskind

El crimen de los Galindos. Toda la verdad, Juan Mateo Fernández de Córdova