Una cabeza llena de fantasmas, Paul Tremblay
Como ahora ya se ha establecido que este mes es el "mes del terror", gracias a la gran aportación que han hecho los yanquis importando su terrorífica festividad de Halloween, pues he pensado que no hay mejor forma de celebrarlo que leyendo libros de terror, aunque pienso que todo el año es bueno para leer o ver terror. Y aquí esta la segunda reseña terrorífica tras los cuentos de los maestros de H. P. Lovecraft. Una reseña que aborda uno de mis subgéneros favoritos (y aterradores) dentro del horror: la posesión demoníaca, pero desde una perspectiva fresca y rompedora.
Sin más y con mucho gusto os presento: Una cabeza llena de fantasmas de Paul Tremblay. ¡¡Aviso de spoilers, se ruega discreción en la lectura!!
Todo va bien para la familia Barrett. John, su esposa Sarah y sus dos hijas, Marjore de catorce y Merry de ocho parecen vivir una existencia tranquila y apacible, con los altibajos propios de las familias de clase media, como que al padre lo han despedido de su trabajo y surgen algunos roces en el matrimonio, pero por lo demás todo bien.
Todo bien hasta que se empieza a torcer. Marjorie empieza a mostrar síntomas de lo que parece esquizofrenia, se comporta de forma errática y en cierto modo...extraña. Sus padres ya no saben que hacer. La han llevado a varios médicos que son incapaces de diagnosticar el mal que afecta a la chica.
John, abrumado por la situación encuentra consuelo en la religión y se convierte al catolicismo, cosa que produce tensiones en el matrimonio por la obsesión del padre de que lo que le pasa a su hija es que está poseída por un demonio.
Desesperados deciden ir por la vía del exorcismo influidos por un sacerdote, el padre Wanderley. Como la situación económica familiar es bastante desfavorable, los padres acceden a qué el exorcismo sea grabado en una especie de reality show llamado La Posesión que se trasmitirá en el Discovery Channel.
De pronto la casa familiar se verá invadida por un ejército de cámaras, sonidistas, iluminadores, productores y guionistas que revolucionarán la casa y la llenarán de cámaras, luces y micrófonos. La familia tendrá que lidiar con las grabaciones, los comportamientos cada vez más peligrosos y las constantes tensiones maritales.
La novela esta narrada por Merry, la hermana pequeña, que le contará su experiencia a Rachel Nelville una autora bestseller que usará su testimonio para escribir un libro sobre el caso. Merry vivió todo lo ocurrido cuando era una niña pequeña. Pero no una niña cualquiera. Merry es muy especial, lista como ella sola. Nada se escapa a su curiosidad insaciable. También es un terremoto imparable de energía inagotable, jugadora de fútbol muy buena y una imaginación infinita. Merry adora a su hermana, las dos tienen un juego donde en los márgenes de los libros infantiles de Merry, su hermana escribe historia inventadas. Conforme vaya empeorando la "enfermedad" de Marjorie, las historias se volverán aterradoras y siniestras, donde proliferan "cosas que crecen".
Merry relata los sucesos navegando en sus recuerdos. Pero como ella misma reconoce, la imágenes que pululan en su memoria se confunden, se mezclan, se retuercen entre aquello que cree que pasó y las imágenes grabadas en el programa. Muchas veces comenta que lo que pasó lo vivió otra persona, que todo lo que quedó guardado en su mente es fruto de una mezcolanza imágenes borrosas, pesadillas y testimonios que ha ido acumulando a través de los años.
Pero lo más inquietante es la constante duda que hay en si todo lo narrado por Merry es simple y llanamente fruto de su imaginación. Merry, tiene en la habitación de su casa una infinidad de libros y películas relacionados con la posesión demoníaca y los exorcismos, lo cual da la sensación de que con el tiempo, Merry ha llegado a conducir realidad con ficción, llenado los huecos de sus recuerdos fragmentados, con las imágenes de las películas de terror que ha visionado de forma enfermiza. Merry es una narradora de la que desconfiar constantemente, incluso Rachel le llega a preguntar si algo de lo que ha dicho es real o inventado.
En el tema de la posesión, la novela (o mejor dicho la narración de Merry) no deja nunca en claro si lo que padeció Marjorie fue una posesión demoníaca o una terrible enfermedad mental. Como bien apunta unos fragmentos de un blog escrito por una tal Karen Brisette, el metraje del programa esta plagado de referencias a la cultura popular y al terror en particular, señalando lo capcioso que resultan éstas referencias porque lo que hacen es llevar al espectador a donde el programa quiere y con un montaje manipulado dar una falsa sensación de realidad.
Una cabeza llena de fantasmas es un absoluto prodigio, una novela aterradora, un verdadero clásico moderno. Como dije en la reseñe de la novela de Grady Hendrix, desde que William Peter Blatty escribiera su novela y William Friedkin la adaptará magistralmente, el tema de los exorcismos se ha vuelto un tema recurrente en el terror. Ese elemento destructivo que perturba la paz de nuestros tiempos modernos hace que se vuelva un terror palpable e incluso real. En mi caso como creyente se acrecienta aún más, al considerar que puede llegar a pasar hace que estos temas me resulten tan aterradoramente fascinante.
Tremblay da un giro al género, porque a diferencia de la costumbrista El Exorcista o la ochentera El exorcismo de mi mejor amiga, aquí el mal se mueve entre la fina línea de lo real o lo imaginario. Nunca se nos da por real todo lo que leemos: ¿Marjorie está poseída? ¿Sufre de esquizofrenia? ¿O todo esto lo ha imaginado la mente imaginativa de Merry?
También se nos da una crítica a la utilización que hace la televisión de las desgracias ajenas, convirtiendo un episodio traumático que desencadena un terremoto en una familia normal, en un espectáculo vomitivo de morbo televisivo. Los que están detrás del programa son buitres que carcomen el cadáver de la familia devorando todo el dolor y el sufrimiento.
Una novela magistral y aterradora que se lee de un tirón, pues te atrapa sin la posibilidad de poder soltarte. Paul Tremblay es sin duda uno de los mejores escritores de horror actuales.
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