Los mitos de Cthulhu, H. P. Lovecraft y otros autores. Parte 1. Los precursores
Cuando el filosofo alemán Friedrich Nietzsche escribió: "Cuando miras por largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti", quitando su significado filosófico, yo no puedo evitar pensar en aquello llamado "horror cósmico". Este nuevo tipo de terror fue creado por uno de los escritores más extraños y particulares de la historia de la literatura: Howard Philips Lovecraft.
Lovecraft fue el gran heredero del maestro del terror Edgar Allan Poe. Si el autor maldito de El cuervo renovó los cuentos de horror alejándolos de los ominosos castillos en ruinas y desterrando a los ululantes fantasmas cargados de cadenas por asesinos con severos ataques de paranoia, hombres obsesionados con la muerte de sus amadas o la más profunda locura como tormento de sus atormentados personajes, Lovecraft recogió el testigo abriendo las puertas a un mundo de horror que traspasaba las fronteras de la mente humana, trayendo a criaturas tan malignas como espantosas, capaces de trastocar la cordura de aquellos desgraciados que los contemplan.
Hace un montonazo de años que compre un libro que recogía una recopilación de relatos sobre la gran aportación a la literatura de horror que hizo Lovecraft con sus Mitos de Cthulhu, su gran mitología de horror cósmico, junto a la colaboración de un grupo de autores amigos del maestro de Providence llamado el Círculo de Lovecraft, elaborado por el psiquiatra y traductor español Rafael Llopis, uno de los grandes introductores de la literatura de horror en lengua castellana. Pasando los años he puesto el empeño de leerlo, pero no por falta de ganas, si no porque otros libros se han cruzado en mi camino, y han acabado desterrándolo a la estantería a la espera que abriera ese horrible volumen de horrores inimaginables. Y por fin lo he podido disfrutar con un leve escalofrío recorriendo mi espalda. Que mejor que empezar con el mes del horror que con este libro.
Llopis lo que hace es seleccionar una serie de relatos que configuraron los mitos que salieron de la mente de Lovecraft y sus discípulos y colaboradores. Pero también nos trae otros relatos de autores que influyeron de manera muy significativa a la narrativa de Lovecraft, llenando su imaginación de horrores nunca vistos e inspirándolo para crear sus propias macabras historias. Como el libro esta dividido en varias partes, está reseña tambien lo estará, donde hablaré primero de los autores que influyeron al futuro horror cósmico lovecraftiano, siguiendo con los propios relatos que conformaban el corpus de los mitos escritos por Lovecraft y su Círculo, y un tercer apartado a modo de epílogo para hablar de la labor de Llopis a la hora de elaborar esta antología. Dicho lo cual, pasamos a recorrer a los Precursores del horror cósmico.
Días de ocio en el país del Yann. Lord Dunsany.
"Cayó la noche y envolvió a Perdondaris y la ocultó a nuestros ojos, los cuales no habrán de verla nunca más; porque yo he oído después que algo maravilloso y repentino había hecho naufragar a Perdondaris en un solo día, con sus torres y sus murallas y su gente."
Edward John Moreton Drax Plunket, XVIII Barón de Dunsany, mejor conocido como Lord Dunsany fue uno de los autores que más influenciaron al género fantástico, en especial al de espada y brujería, con sus historias de mundos imaginarios poblados de una rica y original mitología propia. Con sus dioses de Pegāna elaboró un mundo imaginario muy completo y una mitología que bebe de los antiguos folklores, que tanto influyeron a Tolkien en su inmensa y magistral trilogía de El señor de los anillos.
Lovecraft escribió sus primeros cuentos muy influenciado por los temas y el estilo de Dunsany. Elaborando sus historias con un estilo ampuloso y épico, con nombres exóticos y rimbombantes de ciudades perdidas en la bruma de los tiempos.
En este primer cuento, Dunsany nos cuenta la historia de un narrador anónimo que nos relata el viaje en el barco fluvial El pájaro del río por el legendario río Yann. A través de la narración somos llevados a un mundo extraño, lleno de ciudades de nombres fantasiosos, lugares salidos del sueño más alucinado posible. Los tripulantes del navío son de diferentes lugares y cada uno reza a sus dioses particulares, en una respetuosa ceremonia donde cada uno reza por turnos para que ninguno se quede sin su alabanza. El estilo de Dunsany es poetico, casi épico, donde las frases salpicadas de esos nombres impronunciables se mueven en un vals mitologico sublime. Bien es cierto que no hay un horror extremo, si hay una inquietante sensación de miedo que se esconde entre esos parajes antiguos.
Un relato bellamente escrito, que nos abre las puertas a una sucesión de horrores que tanto influyeron al maestro de Providence.
Un habitante de Carcosa. Ambrose Bierce.
"Por encima del lúgubre paisaje se cernía una bóveda de nubes bajas y plomizas, suspendidas como una maldición visible. En todo había una amenaza y un presagio, un destello de maldad, un indicio de fatalidad. No había ni un pájaro, ni un animal, ni un insecto. El viento suspiraba en las ramas desnudas de los árboles muertos, y la yerba gris se curvaba para susurrar a la tierra secretos espantosos."
Ambrose Bierce es uno de los principales primeros escritores estadounidenses. Heredero de la tradición narrativa de Poe, Hawthorne y Melville, Bierce escribió una serie de novelas y relatos llenos de un humor muy satírico y ácido, con algunas incursiones en el horror. Famoso es su Diccionario del diablo un libro lleno de toda su ironía y su sarcasmo.
Lovecraft alabó los cuentos de Bierce, resaltando su manejo del tempo y una maestría en dejar oculta tras la historia un horror reptante.
En este brevísimo cuento de tres páginas, un narrador llamado Hosieb Alar Robardin cuenta su terrorífica experiencia al despertar tras una fiebre en un lugar desértico y abandonado. El protagonista nos trasmite su angustia al encontrarse en ese paramo desolado, inundado por un silencio aterrador y unas amenazas que se esconden entre los cadavéricos y marchitos árboles. La única esperanza que le queda es el recuerdo de su familia y poder llegar a su hogar, la legendaria ciudad de Carcosa.
Bierce con tan poco es capaz de todo. Con la narración desesperada del protagonista es capaz de trasmitir la angustia y el desasosiego que le atenaza ante la inmensidad amenazante del desierto. Y como buen relato breve termina con un giro final macabro y magistral.
El signo amarillo. Robert W. Chambers
"Solo grite al sentir que me envolvía en su abrazo frío y blando. Me debatí con furia mortal, pero tenía las manos inútiles. Me arrancó el broche de ónice de la chaqueta y me golpeó de lleno en la cara. Luego, al caer, oí el grito leve de Tessie al abandonarla su espíritu y su vida. Y mientras caía, aún deseé seguirla, porque sabía que el Rey Amarillo había abierto su andrajoso manto y ya solo me quedaba implorar a Dios ".
Robert W. Chambers es uno de los grandes nombres de la cuentística de terror. Un autor admirado por Lovecraft que le inspiró a la hora de incorporar grimorios ocultos y siniestros en sus Mitos. El gran predecesor del maldito Necronomicón no podía ser otro que el libro que lleva a la locura a aquellos que tienen la desgracia de hundirse entre sus malignas páginas: El Rey de Amarillo.
La historia nos es narrada por un pintor que empieza a tener un mal presentimiento sentimiento hacia un extraño hombre que lo observa constantemente desde la iglesia vecina de su estudio. Lo que empieza con una inquietud se torna en algo más siniestro cuando ese hombre de formas repulsivas comienza a aparecerse en los sueños tanto del pintor como de su modelo. Y sobre todo ello gira una siniestra influencia de algo llamado "el signo amarillo".
Chambers consigue helar la sangre al colocarnos en un entorno conocido, como es los Estados Unidos de finales de siglo, un elemento malsano y siniestro que va poco a poco envolviendo en la paranoia y la locura a nuestro protagonista. Lovecraft se vio muy inspirado en este cuento a la hora de escribir los suyos, con ese viaje a la locura descrito desde la más terrible desesperación del narrador, trasladando todo el desasosiego al lector.
Vinum Sabbati. Arthur Machen.
"Ah!, si la carne humana pudiera arder en llamas, y si la llama fuese negra como la noche... sin pensamiento ni palabras, el horror me invadió al verlo, y en lo más profundo de mi ser comprendí que era un estigma. Durante algunos interminables segundos, el manchado cielo se oscureció como si se tratara de la medianoche. "
De Arthur Machen ya hable en una de mis primeras reseñas con el magnífico libro de terror El gran dios Pan. Uno de los autores capitales del cuento de terror, que trajo los oscuros recovecos de la antiguedad, con sus criaturas malditas y peligrosas paseándose a la tenue y siniestra luz del día en su Gales natal.
En este cuento Machen nos cuenta uno de los grandes elementos que es la experimentación con sustancias prohibidas y peligrosas. El protagonista retorna al hogar familiar para profundizar en sus estudios y conocimientos científicos. Su obsesión por obtener toda el saber posible le hace encerrarse en su aposento para empaparse de sus libros, cosa que preocupa a su hermana la cual pide ayuda a un médico amigo. Éste le propone usar una medicina desconocida llamada "Polvo blanco". Y es a partir de ese momento cuando todo se vuelve perturbador.
Machen utiliza el elemento de cuan peligrosos pueden ser el uso de saberes antiguos y arcanos, cuan fina es la línea que separa el alcanzar el conocimiento a costa de traspasar todas las fronteras de lo moral. Esto inspiró fuertemente a Lovecraft en donde sus personajes no dudan en poner en peligro sus propias vidas y las de los demás al hacer uso de estos elementos prohibidos.
El Wendigo. Algernon Blackwood.
"Con él, por los desiertos senderos de la noche, aunque demasiado tenue aún para los agudos sentidos del indio, cruzó un olor ligerísimo, muy particular y extrañamente inquietante; un olor de algo raro... absolutamente desconocido."
Algernon Blackwood es otro de los tótems indiscutibles del horror. Un autor que nos atrapa en un miedo ancestral y mítico, a través de unas historias donde la más aterradora y peligrosa naturaleza desata todo su hórrido poder atávico.
Y el que es sin duda buen ejemplo de ello, es su gran cuento El Wendigo. Cuatro expedicionarios, entre los que se encuentran un médico y su sobrino, van a un espeso y selvático bosque canadiense para cazar alces. Lo que parecía una jornada de paseos al aire libre y lúdica experiencia cinegética, acabará tornándose en una absoluta pesadilla donde una fuerza terrible y primitiva los acosará hasta la locura, envuelta en un olor desagradable. Esa espantosa criatura es conocida entre los indios como "el Wendigo".
Blackwood es un maestro de la ambientación y el ritmo, capaz de transmitir el pánico y la sensación de desamparo y soledad que es capaz de transmitir la inmensidad de un bosque profundo y tenebroso, lleno de sombras siniestras y ruidos escalofriantes. Lovecraft se inspiró en la criatura del Wendigo, como un ser de tiempos inmemoriales, tan antiguo como el universo, capaz de volver loco a aquellos que tienen la maldita ocasión de cruzarse en su camino, que tanto parecido tienen los monstruosos dioses lovecraftianos.
En este primer recorrido por esta maravillosa antología de los mitos hemos podido comprobar como las lecturas de los grandes autores que precedieron a Lovecraft fueron forjando el imaginario que, con ayuda de sus terribles pesadillas, fueron plasmándose en sus cuentos. Llopis elige con certeza aquellas historias que sirvieron de inspiración para los principales elementos de su oscura mitología, como las antiguas civilizaciones con sus terribles y siniestras maldiciones y ciudades malditas de nombres extraños (Dunsany y Bierce); los saberes ocultos encerrados en peligrosos grimorios y los excesos de utilizar viejas y arcaicas ciencias oscuras (Chambers y Manchen) y las fuerzas ocultas y salvajes que se esconden en la naturaleza procedentes de la lejana noche de los tiempos (Blackwood).
Con este primer repaso a las influencias principales de Lovecraft podemos hacernos una idea de las lecturas y el gran bagaje literario que tenía el maestro. Siendo un ejemplo palmario de como las lecturas dejan huella y luego nos sirve para desarrollar nuestro propio ideario literario.
En la siguiente parte de este recorrido por los mitos Llopis nos presentará los ya propiamente escritos por el maestro y su Círculo.
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