Dr. Bloodmoney o cómo nos las apañamos después de la bomba, Philip K. Dick
"Nuestro pequeño y frágil mundo, pensó Bonny tan penosamente reconstruido después de la Emergencia... nuestra insignificante sociedad, con nuestros maltratados libros escolares, nuestros cigarrillos "Deluxe", nuestros camiones a gasógeno. No podrá soportar un castigo como este, no podrá soportar lo que le está haciendo Bruno, o lo que parece que le está haciendo. Un golpe dirigido certeramente contra nosotros y desapareceremos, los animales inteligentes perecerán, todas las nuevas y extrañas especies desaparecerán tan repentinamente como aparecieron. Una verdadera lástima, se dijo tristemente. No es justo. Terry, el perro hablador, él también. Quizá fuimos demasiado ambiciosos, quizá no debíamos atrevernos a reconstruir y a permanecer.
Hacia bastante que no hablaba de el más alucinado y brillante, que es lo mismo que decir el mejor, de los escritores de ciencia ficción. Lejana queda la reseña de la novela Los tres estigmas de Palmer Eldritch de mi adorado Philip K. Dick. Pero es tiene remedio pues vuelve a visitarnos desde la remota dimensión donde se haya ido su conciencia tras abandonar el cascarón inútil de grasa y tuétano.
Y esta vez viene para narrarnos una historia que en estos tiempos de recomendaciones de aprovisionamiento de kit de supervivencia ante un ataque nuclear viene pinti parada para demostrarnos la alta capacidad de resiliencia que tienen los seres humanos ante las catástrofes. Con mucho gusto os presento: Dr. Bloodmoney o cómo nos las apañamos después de la bomba de Philip K. Dick.
Han pasado siete años desde que lo poco que queda la humanidad comienza a prosperar en medio del caos y la destrucción que causaron dos acontecimientos que casi la lleva a la total extinción e incluso el Fin del Mundo. El primero de ella fue una serie de catastróficas detonaciones de unas bombas z provocadas por un error de cálculo del eminente científico Bruno Bluthgeld. Tras este primer casi Apocalipsis, la sociedad parece salir adelante, centrada en la gran empresa espacial del matrimonio Dangerfield. Walt y Lydia van a encabezar una misión de ser los primeros seres humanos en colonizar Marte. Los principales personajes de la novela estarán expectantes ante tamaña gesta, entre ellos Bruno Bluthgeld el cual ha desarrollado una paranoia por la cual cree que todo el mundo sabe quién es y que es el responsable de la catástrofe de la bomba y teme que lo maten.
Todo esto ocurre con normalidad hasta que se desata una guerra nuclear que casi diezma a toda la población. Esta segunda calamidad provoca que los pocos supervivientes tengan que abandonar las ciudades, pues son lugares de desolación llenas de edificios derruidos y horribles animales mutados física e intelectualmente.
La narración se centra en un grupo de personas que intentan sobrevivir en un mundo destruido. Destruida la casi totalidad de la sociedad hace que los que han tenido la ¿suerte? se agrupen en pequeñas comunidades donde la solidaridad y el sentido de hermandad son los pilares que los sustentan. En West Marin vemos como intenta prosperar esa comunidad. Como es tipico en la obra de Dick la narración va saltando entre el numeroso grupo de personajes, de los cuales podríamos destacar a varios, como el doctor Stockstill, que fuera psiquiatra antes de la Emergencia y ahora ejerce como médico de la comunidad, June Raub la líder de Consejo de Vecinos de West Marin, George Keller el director de la escuela entre otros.
Stuart McConchie ante de la guerra era un simple trabajador en una tienda de electrodomesticos y tras sobrevivir bajo el asfalto ahora trabaja en Bekerley para el señor Hardy el cual fabrica trampas inteligentes que capturan a las criaturas mutadas, como ratas gigantes super inteligentes, y viaja a West Marin para ofrecerle a Andrew Gill un prospero fabricante de tabaco y alcohol vegetal. Bonnie Keller la mujer del director de la escuela pasa su existencia cambiando de un amante a otro para satisfacer y ella protege a Bruno Bluthgeld quien se oculta como Jack Tree ejerciendo como pastor en compañia de un perro mutado capaz de hablar aunque de forma aparatosa. Eldon Blaine llega a West Marin como el hombre de las gafas, pues se dedica a vender cristales específicos para diferentes miopías o astigmatismos.
Pero sin lugar a dudar los personajes más iconicos de la novela son estos cuatro. Primeramente esta el causante del desastre. Bruno Bluthgeld vive en un constante estado de paranoia pues teme que cualquiera que se cruce con él será capaz de reconocerlo como el que provocó la caida de la bomba y querrá matarlo. Eddie Keller es una niña en apariencia normal pero que alberga en su interior algo extraño. Ella dice que tiene un hermano gemelo llamado Bill, con él cual puede comunicarse y que vive en su costado. Entre los dos se dan conversaciones donde la niña le cuanta a su hermano lo que ve para que pueda hacerse una idea del mundo que le rodea, el feto le cuenta que es capaz de hablar con los muertos. Walt Dangerfield no cumplió su misión de ser el primero colono marciano junto a su mujer, pues el satelite donde viajan perdió el rumbo y orbita alrededor de la Tierra sin posibilidad de volver. Su mujer se suicido ante el agobio de estar encerrada. Por eso Walt se ha convertido en una especie de presentador de un programa radiofonico en contacto con los terrestres que captan su señal. En un acto de altruismo para hacer más llevadera la pobre existencia de la superficie, Walt entretiene a la poblacion con música y lectura de libros en unos programas que entusiasman a la gente que no se pierden ninguna emisión. Y por último está Hoppy Harrington. Nacido con la enfermedad de focomelia lo cual le ha provocado una malformación en los miembros los cuales son cuatro muñones, lo han postrado en un vehiculo llamado focomóvil y disponer de unos brazos mecanicos que controla con la mente. Antes de la guerra era un pobre discriminado, pero tras la catastrofe desarrollo unas asombrosas habilidades mentales convirtiéndolo en un portentoso arreglalotodo y aumentando sus capacidades mentales. A lo largo de la novela una irá poseyéndole un sentimiento de arrogancia y megalomanía.
Dr. Bloodmoney o cómo nos las apañamos después de la bomba puede ser una de las novelas más esperanzadoras de Phillip K. Dick. En un mundo desolado y casi destruido solo queda intentar reconstruirlo, volver a convertirlo en un hogar seguro y confortable. Y eso es lo que buscan los personajes de la novela. En especial Stuart. El que fuera antes de la catástrofe un simple currito y tras superar la cruda experiencia de estar sepultado bajo los escombros en compañía de un moribundo, ahora trabaja en una pequeña y prospera empresa de trampas y se desenvuelve como un buen negociante. Y no digamos ya la gran innovación que fue poner un protagonismo negro en una novela publicada en 1965.
Como el propio Dick cuenta en una palabras finales, estás personas no se convierten en bestias que se destruyen unas a otras. No, son hombres y mujeres que se sobreponen a la gran adversidad de la caso extinción y tiran para adelante. No hay héroes o superhombres, solo seres humanos viviendo, sobreviviendo, superándose a sí mismo frente a la destrucción construyendo un futuro. Ahí entra la figura del maestro de ceremonias y discjockey orbital Walt Dangerfield angerfield. Gracias a sus emisiones de música y lectura, sus consultorios y charlas ameniza la dura vida de los terrestres, levantándoles la moral y distrayendo, aunque sea por unos minutos, la vida en la desolada Tierra.
En cuanto a Hoppy y Bluthgeld Dick tiene pensamientos distintos. A pesar de las malas acciones y el comportamiento megalómano de Hoppy, no es más que el ansía de poder encarnado en un ser despreciado y marginado. Aunque en la comunidad lo consideren un imprescindible gracias a sus habilidades como arreglalotodo, gracias a sus nuevas capacidades psíquicas se vuelve más y más arrogante y peligroso. Pero Dick nos dice que no es un monstruo, es el monstruo que albergamos todos, el monstruo del poder, oculto y latente en nuestro interior. Y en cuanto Bluthgeld lo odia y odia lo que representa. En los tiempos de la Guerra Fría en la que fue escrita, Dick no teme a los rusos, sino a los doctores Bluthgeld, los doctores Bloodmoney que jugaban con fuego experimentado armas peligrosísimas que con un simple error hubiera significado el punto y final de la existencia.
En fin esta es una de las novelas menos conocidas del autor de Ubik o ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, pero no deja de ser una de las más humanas y llenas de esperanza de su autor. Nacida con el pronóstico de una catástrofe nuclear, digna de la paranoia de su autor, pero termino siendo un canto a la mejor de la condición humana, capaz de sobreponerse a lo peor y sacar lo mejor de nosotros mismo. Una novela brillante, divertida, que sigue aumentando mi pasión por la obra de mi adorado Philip K. Dick.
Bravo!!!
ResponderEliminarMuchas gracias!!
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