La Reina de las Nieves y otros cuentos, Hans Christian Andersen

—¡Adiós, adiós! —dijo la golondrina, al marchar volando de nuevo de las tierras cálidas, en largo camino de vuelta a Dinamarca; allí tiene un pequeño nido junto a la ventana donde vive el hombre que cuenta cuentos, con su cuic, cuic, le ha contado a él todo este cuento. "Pulgarcita". 


Ninguna estaba tan deseosa como la menor, precisamente la que tenía que esperar más y era tan tranquila y pensativa. Muchas noches permanecía junto a las ventanas abiertas y miraba hacia arriba a través del agua azul oscura, que los peces movían con sus aletas y colas. Podía ver la luna y las estrellas, que brillaban pálidamente, pero a través del agua lucían mucho más grandes que a nuestros ojos; a veces se deslizaba como una nube negra bajo ellas; entonces sabía si era una ballena que nadaba por encima o quizá un barco con multitud de hombres; poco pensaban ellos que una preciosa sirenita se encontraba debajo y alzaba sus manos blancas hacia la quilla. " La sirenita".



Me gustan mucho los cuentos de hadas clásicos. Esas viejas historias que nos contaban de pequeños llenas de princesas, lobos, ogros, brujas y duendes, con moralejas finales que nos daban valiosas lecciones para la vida. También creo que esta afición por los cuentos me viene por las magníficas adaptaciones que Disney hizo de historias inmortales como Pinocho, La Cenicienta, Peter pan o Blancanieves y los siete enanitos.

Pues precisamente por este gusto mío por los cuentos, me he agenciado de varios libros que recogen algunos de los más famosos cuentos tradicionales, narrados por los grandes maestros del género. Y quién mejor para empezar que él gran narrador de cuentos danés, que con su delicadeza y melancolía nos regaló historias inmortales. Sed bienvenidos a este primer viaje maravilloso al mundo de la infancia con: La Reina de las Nieves y otros cuentos de Hans Christian Andersen.

En esta primera recopilación encontramos algunos cuentos pocos conocidos del maestro danés. Historias no tan conocidas pero que demuestran la gran inventiva que tenía para imaginar narraciones maravillosas y la calidad tan enorme para contarlos. Historias que van desde un viejo farol que espera su jubilación, un cuello postizo mentiroso, una moneda viajera, un escarabajo pelotero altanero, un hombre de nieve enamorado o una pulga amiga de un profesor. 

La magia también forma parte de estas historias, en algunas de ellas más que prodigiosa resulta una verdadera carga para los personajes. Como con unos chanclos que cumples deseos pero no como esperaban los que los deseaban. En otro una niña que comete una falta que le costará un gran pesar. Pero en otro un hombre que hace una buena acción tendrá un excelente compañero de viaje. Duendes curiosos, brujas astutas, hadas de las flores y animales parlantes pueblan estás maravillosas historias mágicas. 

Algunos cuentos nos cuentan de forma fantasiosa como funcionan las estaciones o los meses del año. Historia del año relata como cambia el tiempo, representado por dos graciosos niños que traen la primavera, montados en cigüeñas, luego crecen y se vuelven los señores del verano, pasando por el otoño hasta llegar al final donde la mujer muere y el viejo invierno espera la llegada de los nuevos niños. Doce con la posta es un divertido cuento donde en una gran diligencia van bajando y presentándose ante un vigilante aduanero, los meses del año, cada uno con su pasaporte y su personalidad.

Pero de entre estos cuentos sobresalen tres que si serían de los más conocidos dentro de la producción cuentística de Andersen. La Reina de las Nieves cuenta la maravillosa historia de dos niños, Gerda y Kay, que se quieren mucho y disfrutan de las historias de la abuela al calor de la estufa. Pero un día Kay es llevado por la Reina de las Nieves hasta su páramo reino helado. Gerda emprenderá un fantástico viaje para encontrar a su querido amigo. De este cuento tomo Disney inspiración para una adaptación libre en la película Frozen. El reino de hielo. Pulgarcita se basa la clásica historia de un niñito (en ese caso una niñita) del tamaño un dedal. Está delicada criaturita despertará la admiración de varios animales que la llevarán por una historia maravillosa. Don Bluth y Gary Goldman, antiguos animadores de Disney, que se labraron una carrera en el cine de animación fuera de la casa del Ratón, hicieron una adaptación del cuento.

Y luego está, el que para mí es uno de los mejores cuentos de Andersen: La sirenita. Aquí es donde se desborda el talento de Anderson a la hora de dotar magia y melancolía a sus cuentos. La clásica historia de la pequeña sirena que siente las ganas de ver lo que hay en la superficie y se enamora de un príncipe humano y tendrá que realizar un sacrificio para poder hacer su sueño realidad. Pero a diferencia de la gran adaptación de Disney, donde todo acaba con un final feliz, en el cuento de Andersen todo termina con un cariz agridulce.

Andersen es único a la hora de narrar los cuentos. Con tierna delicadeza cuenta los cuentos como si se los narrará a un concurrido grupo de niños, acompañados de un buen tazón de chocolate. Andersen añade a sus cuentos su propio estado de ánimo, componiendo unos muy divertidos, donde critica la condición humana como nadie. Otros son vitalistas y alegres, donde ensalza las grandes virtudes de la humanidad como el afán de ver mundo al viajar o inventar ingenios increíbles. Y algunos están impregnados de una melancolía tierna y triste, donde el desamor impera con un dolor que duele. 

La Reina de las Nieves y otros cuentos son una buena manera de volver a la infancia de la mano del gran contador de cuentos que fue Hans Christian Andersen. Son pequeñas historias que nos trasportan a un mundo de fantasía donde la magia hace que los animales hablen, las hadas nos encanten y los objetos vivan aventuras encantadoras. Un gustazo leer al inmortal cuentacuentos danés.


Hans Christian Andersen (1805-1875)

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