It (Eso), Stephen King

"En aquellos momentos interminables, mientras buscaba a tientas la llave de la luz con la mano derecha (el brazo izquierdo se cogía con fuerza a la jamba de la puerta), el olor a sótano parecía intensificarse hasta llenar el mundo entero. Los olores a suciedad, humedad y hortalizas podridas se mezclaban en un olor inconfundible e ineludible; el del monstruo, la apoteosis de todos los monstruos. Era el olor de algo que él no sabía nombrar; el olor de Eso agazapado al acecho y listo para saltar. Una criatura capaz de comer cualquier cosa, pero especialmente hambrienta de carne de niño". It (Eso).




Hay libros cuya extensión pueden provocar cierto vértigo en el lector a la hora de emprender su lectura. Hay gente que lo compara con atravesar un océano inmenso o subir uno de los imponentes ochomiles. El mismísimo Quijote es lectura complicada para mucha gente, sumando a su extensión la dificultad del castellano antiguo. Cosa que en mi caso no ocurre, pues cada vez que lo releo es una gozada.

La endiablada búsqueda de la ballena blanca por parte del loco y vengativo capitán Ahab es otra de esas novelas abocadas a la derrota del lector y desterradas al exilio de la balda de la estantería, a la espera de una nueva oportunidad. Mi experiencia con ella fue una auténtica maravilla, dejándome arrastrar por una escritura única y envolvente, disfrutando de uno de los grandes clásicos de la literatura. 

Pues hablando de novelas complicadas, el maestro del terror, mi adorado Stephen King tiene en su larguísima obra algunos libros cuya extensión sobrepasa las mil páginas. Una de las quejas que más se repiten sobre la obra del maestro de Maine es que a veces se pasa con largas descripciones volviendo la narración lenta y pesada. Bien es cierto que le gusta mucho dar detalles que podría ahorrarse pero entonces no sería King. Sin esos detalles que para el autor son importantes la narración quedaría coja. El contexto enriquece la obra. Si le quitamos un solo párrafo se derrumba todo el libro como un castillo de naipes. 

Uno de esos libros inmensos es uno los más apreciados y queridos, uno de sus clásicos que más impacto en el imaginario colectivo a causado, entregándonos un verdadero viaje al mismísimo miedo, con uno de sus personajes más aterradores y admirados dentro de la galería de monstruos salida de la prodigiosa mente de King. Un libro que provocaba en mí un temor por si por su longitud se me haría farragosa la experiencia pero ha sido todo lo contrario. En 21 días he ido devorando cada página, no pudiendo parar, solo el cansancio me obligaba a dejar de leer e irme a dormir y durante el sueño mi cabeza seguía pensando en lo leído, deseando despertar para seguir leyendo. Este libro no ha hecho otra cosa que aumentar mi pasión por Stephen King y su obra, pues es sin duda una obra maestra. Sin más, que este preámbulo se está poniendo largo, os presento con muchísimo gusto: It (Eso) de Stephen King. Aviso de que habrán abundantes SPOILERS, porque no podría hacer una buena reseña sin profundizar en partes fundamentales de la trama. 

En Derry, una pequeña ciudad situada en el estado de Maine, se produce un brutal asesinato durante los años ochenta. Un hombre es lanzado al río por un grupo de indeseables tras darle una paliza, por el simple hecho de ir de la mano de su pareja, otro hombre. Lo que parece un crimen homófobo, para Mike Hanlon, bibliotecario de la ciudad, despierta un viejo terror que llevaba años dormido, más concretamente veintisiete años. Pues uno de los responsables cuenta algo relacionado con un payaso. De pronto acuden a su mente horrores que el tiempo parecía a ver desterrado, pero entre la bruma del miedo surgen también imágenes de un grupo de chicos que traen consigo el dulce aroma de la amistad y una vieja promesa que lo mueve a llamar por teléfono a los que fueron sus amigos. 

Cada uno recibe la llamada y en sus mentes vuelven a recordar momentos que parecía que la distancia había sepultado, y el sentido de la promesa pactada con sangre les impulsa a volver al pueblo para volver a enfrentar al monstruo que juraron destruir si volvía. Así King va mostrando, en un juego de narración simultanea, saltando al pasado en los años 50 y al presente en los 80, como en un ciclo ininterrumpido de veintisiete años una criatura devora a niños provocando un estado de terror y somnolencia en la población que vive ajena del mal que duerme en las profundidades de la ciudad. 

Esta criatura, que los protagonistas denominan Eso pues son incapaces de entender que es, acosará a nuestros siete protagonistas presentándose con la forma de sus mayores miedos, sazonando su carne con el horror de ver materializado sus pesadillas para hincarles el diente. Lo que desencadena el horror durante los 50  es la muerte del pequeño Georgie, él cual estaba tan tranquilo jugando con su barquito de papel durante un día de lluvia y tras perderlo en una boca de tormenta, encontrará a un payaso oculto en ella que se hace llamar Pennywise, el payaso bailarín, quien tras decirle que tiene globos y su barco lo atacará arrancándole el brazo de un bocado matándolo en el acto.

Bill, hermano mayor de Georgie, sufrirá el trauma de la muerte de su hermano y el desdén de sus padres, aumentado su tartamudez. Pero no estará solo. Por un destino que parece fijado por un ente superior y benévolo, se le irán uniendo varios niños que también se han encontrado con Eso, forjándose entre ellos un vínculo cimentado por el trauma que atormenta a los niños y una amistad tan fuerte que ni el monstruo podrá romper. Bill, Ben, Berverly, Mike, Eddie, Richie y Stan unirán fuerzas formando el Club de los Perdedores para derrotar a Eso

La primera línea de tiempo, durante los cincuenta, iremos viendo como Eso se les aparece con distintas formas: un leproso, un pájaro gigante o el Hombre Lobo, mientras se enfrentan a sus propios traumas y al despiadado matón Henry Bowers y sus secuaces. Ben sufrirá el bullying por su obesidad, mientras guarda secretamente un amor por Beverly. Ella tendrá una relación tormentosa con su padre, quien le golpea a menudo. Mike será el objeto del odio de Bowers por su color de piel. Eddie el más debilucho del grupo padece mil y una enfermedades, sobre todo un asma que calma con su inseparable inhalador, pero el verdadero origen de estas molestias son producidas por su protectora madre. Richie es el bromista del grupo, de lengua inquieta que siempre le mete en problemas a él y a sus amigos y una gafas enormes. Y por último Stan, el chicho judío, siempre tan serio y perfecto, gran amante del avistamiento de pájaros. Él será quien peor lo pase pues su mente analítica es incapaz de asimilar los horrores a los que se enfrente junto a sus amigos.

Los siete se enfrentará contra Eso en dos ocasiones, primero en una casa abandonada y luego en las alcantarillas, donde se oculta la criatura. En ese encuentro será cuando descubran que Eso es una criatura venida mucho antes de que el hombre caminará por la Tierra, venido de lo más profundo del espacio. Durante años se ha estado alimentado de los humanos, en especial de los niños, sirviéndose de innumerables formas para aterrorizar a sus víctimas, pues como ser formado del mismo miedo, esto mejora el bocado al estar muerto de miedo, para luego invernar durante veintisiete años para volver a despertar más hambriento y peligroso. Y con su despertar parece traer también el infortunio en la población de Derry, pues durante su cacería ocurren sucesos de locura y muerte, como asesinatos y catástrofes. Los niños vencerán a Eso él cual se esconderá para lamer sus heridas y rumiar su venganza. 

Tras esto los niños marcharán de la ciudad, ha excepción de Mike que se convertirá en el bibliotecario local y empezará una investigación que le mostrará el ciclo de despertar, alimentación y sueño de Eso, y que siempre antes de que duerma se producirá una catástrofe como epílogo a las matanzas del monstruo. Sus amigos al alejarse del aire insano de Derry parece que la amnesia arrebata sus recuerdos y que una especie de buena suerte les hará prosperar en la vida. Bill se convertirá en un famoso escritor de terror (otro tópico típico de King, introducirse en la obra en la figura de un escritor) y se casa con Audra una actriz. Ben adelgaza de forma considerable y se volverá un arquitecto de bastante prestigio. Beverly será una diseñadora de exito. Richie trabajará como DJ en un programa de radio, ganando fama como "El hombre de las Mil Voces". Eddie montará una prospera empresa de limusinas junto a su esposa en Hollywood donde conocerá a actores famosos. Y por ultimo Stan se volverá un experto contable que trabajará para una firma importante y se casará.

Pero a pesar del éxito laboral y financiero, la vida parece no sonreírles del todo. Ben esconderá su tristeza en una vida solitaria y alcoholizada y con relaciones pasajeras. Eddie parece haber encontrado una esposa que es la viva imagen de su difunta madre, la cual lo sobreprotege de forma aún más obsesiva que ella. Pero la que peor lo lleva es Bev, quien se ha casado con Tom Rogan, un hijo de la gran puta, borracho y abusador, el cual la somete a una vida de mierda llena de palizas, desprecios y relaciones sexuales forzadas en la violencia.

Todos acuden a la llamada excepto Stan, pues al recordar todo lo sucedido en Derry le invade un terror insoportable, llevándolo a suicidarse cortándose las venas, y escribir macabramente en la parede de su baño con su sangre la palabra ESO. Los cinco restantes acuden a Derry y serán golpeados por los recuerdos, tanto de los buenos como de los malos. Mike les pondrá al día contándoles lo que ha descubierto sobre Eso y las catástrofes que han ocurrido durante siglos en Derry, siempre relacionados con testigos que recuerdan haber visto un payaso. 

Los seis se preparan para bajar otra vez a las alcantarillas para derrotar definitivamente a Eso. Pero éste no se va a estar quieto. Utilizando sus poderes logra sacar a Bowers del manicomio donde está encerrado tras quedar tocado por ver a Eso en los cincuenta, y lo manipula para que mate a los Perdedores. Todos llegarán a la guarida del monstruo, donde la débil y pobre mente humana solo es capaz de contemplar su forma física como una araña gigante y espantosa, la cual tiene una ingente cantidad de huevos llenos de crías. Henry morirá tras atacar a Mike en la biblioteca, y Eddie morirá tras enfrentarse a Eso. Bill, tendrá una lucha contra ella haciendo el ritual de Chüd, la única arma capaz de asesinar a Eso, que por primera vez en su larga vida sentirá lo que tanto a provocado: miedo. Eso y su prole serán destruidos acabando por fin con la pesadilla. Los supervivientes, Bill, Richie, Beverly, Ben y Mike sentirán alivio al fin y se volverán a marchar de Derry con la tristeza de que no volverán a verse, pero con la firmeza de que su vínculo de amistad será inquebrantable. 

It (Eso) es por lejos la GRAN obra maestra de Stephen King, seguida muy de cerca de El Resplandor. Y lo digo totalmente convencido. El miedo que tenía ante la longitud de la novela o que no llegará a gustarme demasiado, se esfumó rápidamente. Cada vez que abría el libro era un no poder parar de leer, un enganche, una adicción, incluso una obsesión. King ha desatado todo su potencial como narrador en un torrente de escenas brillantes (algunas un pelín chocantes, ahora llegaremos a eso), pero tan bien escritas, tan bien trabajadas, que solo quedaba quitarse el sombrero y reconocer porque King es uno de los mejores narradores del terror moderno y digno sucesor de Poe y Lovecraft, nunca me cansaré de decirlo. 

Aquí el terror toma forma en una criatura venida de los lugares más remotos y tenebroso del espacio profundo, dando forma corpórea a los miedos para así volver más suculenta su comida. Pennywise, Bob Gray, el leproso, o Eso simplemente, es el miedo hecho realidad, un terror cambia formas que acecha oculto, esperando, paciente, hambriento. Que Eso tome formas de criaturas terroríficas de la cultura popular como el Hombre Lobo, el monstruo de Frankenstein o la Criatura de la Laguna Negra es un gran acierto de King, pues como la primera cacería ocurre durante los cincuenta, fue durante esta época cuando se dió la época dorada del cine de monstruos y de la literatura popular. 

Eso es, de lejos, el mejor antagonista que ha salido de la lúcida mente del Maestro de Maine, siguiéndole de cerca el siniestro hotel Overlook, el terrorífico Kurt Barlow y la obsesiva fan Annie Wilkes. Bajo la apariencia del payaso bailarín Pennywise, este monstruo heredero de las pesadillas lovecraftianas basa su existencia inmortal en saciar su voraz apetito. Como un simple pronombre demostrativo neutro puede provocar escalofríos es brillante. Pero lo más inquietante es que el lugar que ha establecido como su coto de caza no ha salido elegido por casualidad. 

Derry es un lugar que supurar maldad y odio. Entre sus calles se han producido crímenes atroces, como matanzas, asesinatos y catástrofes. Un lugar maldito donde todo lo malo puede suceder. Y lo peor de todo es que una especie de amnesia parece afectar a sus habitantes, que olvidan o incluso ignoran las escenas truculentas que enturbian las páginas de la historia de su ciudad y solo queda rastro en los más ancianos, que los recuerdan vagamente. Qué mejor lugar para que anide una criatura que puede campar a sus anchas con un buffet libre de carne. 

Un buen ejemplo de esa maldad palpitante de la ciudad se representa en el otro gran antagonista humano de la historia: Henry Bowers. Este psicópata sobrepasa la típica imagen de bully de pueblo pues no solo le mueve el afán de joder a sus compañeros. Es un verdadero mini monstruo que disfruta torturando, vejando, humillando y golpeando a los Perdedores y a todos los niños más débiles que él. Gráfica es la escena donde con un disfrute sádico graba con su navaja una H en la barriga de Ben. Tal es su maldad innata que el mismo Eso lo utilizará para matar a los Perdedores. 

Pero como es habitual en la obra de King el terror no solo es sobrenatural, si no que hay un terror real, palpable, que todos podemos experimentar. Los protagonistas sufren en sus carnes el horror del maltrato, la perdida, la soledad, el bullying, la enfermedad, la inseguridad, miedos mundanos que despiertan la empatía en el lector, pues todos podemos llegar a disfrutar con el terror que puede provocar un payaso asesino, pero jamás querríamos sufrir en nuestras carnes ninguno de los otros miedos

Pero para desgracia de Eso y Bowers tendrá delante a un grupo de protagonistas que, a base de amistad y valentía se enfrentarán a sus peores pesadillas. El club de los Perdedores son los protagonistas que más gusta escribe a King, un grupo de niños que de pronto se ven envueltos en una cacería con un monstruo interdimensional, y deberán hacer fuerza común para derrotarle. Porque esa es la verdadera kriptonita de Eso, no tenerle miedo. Los niños creen que matarlo deben usar plata como con los hombres lobo pero no, la plata no daña a Eso, es el coraje, el arrojo, la amistad, una unión inquebrantable. 

Y esa unión se formaliza con una de las escenas más polémicas y criticadas de la bibliografía de King: la orgía de las alcantarillas. Una vez derrotado Eso los niños se pierden entre los túneles de las alcantarillas. Desesperados, cunde entre ellos el desasosiego. Hasta que Beverly decide hacer algo que los una para siempre. En la oscuridad se desnuda y ofrece su virginidad a sus seis amigos. Todos mantienen relaciones sexuales con ella. Mucha gente crítico está escena por innecesaria, por mostrar a niños en una escena de sexo. King justificó el pasaje al querer mostrar el paso de la niñez a la adultez de una forma gráfica, bastante gráfica a decir verdad. 

Dejando eso, otra maravilla de la novela son la escenas de los Perdedores cuando disfrutan del verano entre susto y susto. Como en su otra gran obra sobre la infancia, otros de los grandes pasajes de la novela son los de los niños disfrutando, lo poco que pueden, de los interminables días de las vacaciones, donde levantar un dique o construir un refugio de vuelve un divertido juego. Los Barrens, un lugar a las afueras, salvajes y lleno árboles por donde cruza un frondoso río, los Perdedores encuentran un refugio de paz donde pueden ser niños, jugando, fumando a escondidas, leer revistas, contar chistes verdes... en fin vivir los fugaces momentos de la niñez. 

It (Eso) es un verdadero prodigio narrativo, con una arquitectura argumental perfecta. La narración simultanea, que va moviéndose entre pasado y presente, con los dos enfrentamientos contra el payaso al unísono es soberbio. Otra de las grandes partes de la novela son los fragmentos escritos por Mike donde cuenta sus investigaciones sobre el mal que sobrevuela sobre Derry y su relación con el ser monstruoso que anida en sus entrañas. Una explosión, un incendio provocado por unos hijos de la gran puta racistas en un barracón militar de soldados negros o una matanza de una banda de atracadores de bancos, son algunos de los episodios que le relatan viejos del lugar a Mike y en todos, de manera fugaz, siempre se vio la extraña e inquietante figura de un payaso. 

Esta puede ser una de las reseñas más largas que he escrito, pero creo que la novela lo merece. King demostró con este titánico viaje al mismo miedo, porque es uno de los mejores escritores de literatura. Stephen King es más que un autor de terror, es un escritor total, un novelista magistral, un creador de mundos único, un conocedor del alma humana inteligente, un maestro de la narración... tantos y tantos buenos calificativos podría escribir que esto se convertiría en un obsceno ejercicio de peloteo. Nada más queda por decir. Solo que ojalá pudiera borrar de mi mente su lectura para volver a disfrutarla como la primera vez. ¡Larga vida al Rey!


Stephen King (1947-)

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