Los Mitos de Cthulhu, H. P. Lovecraft y otros autores. Parte 3. Mitos póstumos

 



Finaliza aquí este recorrido por una magnífica antología que me ha hecho disfrutar de unos de los mejores subgéneros dentro del propio subgénero del terror, como es el horror cósmico. 

En esta última parte veremos los horrores que los escritores crearon a partir de la muerte del maestro Lovecraft. Como su influencia siguió viva (y aún sigue), con sus luces y sus sombras. Si más, adentrémonos a los últimos relatos de esta impresionante antología.


La Hoya de las Brujas. H. P. Lovecraft y August Derleth.

"Durante la mayor parte de la noche estuve dando vueltas sin poderme dormir, lleno de temores innominados e inexplicables, y cuando por último me dormí, mi sueño se vio invadido de pesadillas espantosas, en las que se me representaban unos seres infinitamente ajenos a toda fantasía y tenían lugar hechos horrendos. Cuando me desperté, a la mañana siguiente, experimenté la sensación de haber rozado un mundo totalmente extraño al de los hombres".


August Derleth, conocido en el Círculo como el Conde d'Erlette, es un autor digamos, polémico cuanto menos. Junto con Donald Wandrei, otro miembro del Círculo conocido como Melmoth, fueron los "herederos" de Lovecraft y fueron ellos los que publicaron los relatos del maestro en su editorial llamada Arkham House. Reconocimiento merecido tiene Derleth por darle difusión a la obra de su maestro y amigo, rescatándola del olvido. Pero también tiene su lado controvertido.

Derleth escribió algunos relatos inacabados y usó esbozos incompletos de Lovecraft y los publicó como una colaboración entre los dos autores, cosa que se puede entender como una utilización del nombre de Lovecraft para fines comerciales. Y también le dio un elemento maniqueísta a la cosmogonía lovecraftiana, creando dioses buenos (Arquetípicos) y dioses malos (Primigenios), cosa que no está en la obra de Lovecraft, quién veía más un universo amoral lleno de criaturas malignas e indiferentes con el ser humano, fruto del profundo cinismo de su creador. 

En este relato se puede ver como Derleth contempla la cosmogonía lovecraftiana. Un profesor de universidad ve que uno de sus alumnos tiene un comportamiento extraño, sin apenas relación con sus compañeros. Esto le llevará a ir donde vive el joven y contemplar su ruinosa y siniestra casa, y a su extraña familia. Todo acabará desencadenando en un horror venido de otro tiempo. 

August Derleth (1909-1979)


El sello de R'lyeh. August Derleth.

"Todo eso leí, y más, bastante más, entre otras cosas, una colección de recortes de periódicos sobre sucesos misteriosos que tío Sylvan aducía como pruebas de la verdad de sus creencias. Por otra parte, en las páginas de los libros me tropecé, también, con la curiosa sentencia que adornaba las decoraciones de la casa de mi tío: Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn. En más de aquellos relatos, estaba traducida así: En su morada de R'lyeh, Cthulhu muerto sueña". 


August Derleth se erigió como guardián de los Mitos, inclusive dándoles una denominación y una divinidad principal, Cthulhu, reestructurado la cosmogonía de su maestro con polémica. 

El narrador llamados Philips recibirá la herencia de un tío a quien apenas conocía, el cual le llevará a la ciudad maldita de Innsmouth. Allí descubrirá los escritos de su tío, él cual fue cayendo en una obsesión por algo llamado el Sello de R'lyeh y un culto oscuro y maligno a un dios con forma de pulpo humanoide, el Gran Cthulhu, quién duerme en un letargo profundo bajo la gigantesca ciudad sumergida de R'lyeh, esperando a levantarse y volver a dominar la tierra bajo su poder.

En defensa de Derleth diré que se nota el gran amor que tiene por la obra de su maestro, y que colocará al monstruoso e imponente dios pulpo a la cabeza del panteón maldito es un acierto, pues es mi preferido. 

R'lyeh, la ciclópea ciudad en honor al Gran Cthulhu.


La sombra que huyó del chapitel. Robert Bloch.

"El luminoso espectáculo se hallaba circundando por elevados muros que lo aislaban del mundo. Nadie había allí, salvo el doctor, cuyo halo resplandeciente se mezcló con la luz plateada de la luna". 


Robert Bloch homenajeó a su maestro Lovecraft cuando era un adolescente al escribir el escalofriante relato El vampiro estelar en el cual "asesinaba" al propio Lovecraft. Éste encantado con su relato le replicó con el último de sus relatos titulado El morador de las tinieblas en donde reflejó a su discípulo como Robert Blake el cual tendrá una muerte horrorosa víctima de su investigacion obsesiva para descubrir qué se ocultaba en la sinistra iglesia de Federal Hill, como vimos en la segunda parte de esta reseña.

Cuando murió su maestro, Bloch volvió a retomar la historia de Robert Blake cerrando una especie de trilogía, en la cual su amigo Edmund Fiske tratará de resolver qué hay detrás de la misteriosa muerte de su amigo, lo cual le llevará a investigar los escritor de un tal Lovecraft los que en apariencia parecen relatos de horror ficticio ocultan una verdad terrible y siniestra, relacionada con un misterioso doctor llamado Ambrose Dexter y una entidad extra dimensional y peligrosa conocida como Nyarlathotep.

Robert Bloch (1917-1997)


La iglesia de High Street. J. Ramsey Campbell.

"La escena se mantuvo durante unos instantes. De improviso, surgieron del fondo unas formas vivas, horriblemente blancas, gelatinosas, que avanzaron, a saltos grandes y torpes, hacia el primer plano de la escena. Serían unas trece, y vi -helado de terror- cómo se acercaban al borde del círculo de luz y cómo, atravesándolo, ¡se precipitaban en la cripta donde me encontraba yo!".


Ramsey Campbell es uno de los grandes nombres del cuento de horror. Influenciado desde joven por el maestro Lovecraft, empezó a escribir y publicar relatos inspirados en los Mitos de Cthulhu, incluso incorporando nuevas y horribles deidades y criaturas inconcebibles. 

Trasladando sus historias a su Inglaterra natal, en este relato vemos el descenso a la locura a un personaje que busca respuestas a la desaparición de un amigo, la cual parece estar relacionada con un pueblo extraño con una siniestra iglesia.

J. Ramsey Campbell (1946-)

Con la técnica de Lovecraft. Joan Perucho.

"Muy lejos, seguramente a diez millas de distancia, alguien o algo reptaba por la alfombra. Dejó atrás las dos butacas y ser incorporó poco a poco. Era como un babeo o como un borborigmo inconfesable. De él emanaba un resplandor lívido. Como una alucinación de Lovecraft".


Joan Perucho es uno de los escritores españoles más traducidos. Con una sólida carrera literaria tanto en poesía como en prosa y en prensa, en su totalidad en catalán, fue uno de los grandes introductores en España la obra del maestro de Providence. 

Con este cuento, escrito con un estilo entre poético y mórbido, homenajeó a Lovecraft en una historia que mezcla la comedia con el horror cósmico, incluso incorporando al canon oscuro de grimorios el siniestro Los que vigilan, escrito en el siglo XII por el árabe Al-Buruyu. Un broche de oro a este recorrido por los mitos modernos del terror.

Joan Perucho (1920-2003)

Mitos de Cthulhu por fin se le ha hecho justicia. Después de tanto años que lo compré, ahora lo he terminado y solo puedo decir que lo he disfrutado como un cerdo disfruta de un buen baño de barro. Leer esta antología recopilada, organizada y traducida por Rafael Llopis y Francisco Torres Oliver ha sido una experiencia en sí misma. Y antes de las palabras finales me gustaría hablar en especial de Rafael Llopis.

Los amantes del género en lengua española le debemos gratitud eterna a Llopis por habernos abierto las puertas del cosmos y llevarnos a lugares invadidos por criaturas de tal dimensión que la pobre e insignificante mente humana solo puede comprender como "dioses". La obra del Sumo Sacerdote del horror cósmico y sus oscuros acólitos tuvieron en Llopis y en la gran labor de traducción de Francisco Torres Oliver, una gran aceptación en el público, ante tales horrores los lectores españoles estaban ávidos de nuevas experiencias y los relatos de personajes llevados a la locura ante grimorios malditos y dioses venidos desde los más profundo del espacio y el tiempo, saciaron la sed insaciable de experiencias tenebrosas de los lectores. 

Con este libro hizo que la obra de Lovecraft y su Círculo alcanzarán un amplio público en lengua cervantina y hoy en día siguen teniendo su estatus como obras imprescindibles del género del horror.  Y es justo darle el honor que merece a quien nos lo trajo para regocijo nuestro. 



Rafael Llopis (1933-2022)

Lovecraft no solo creo un género propio, basado en las lecturas de los maestros que le precedieron, si no que con sus propios relatos hizo que un grupo de admiradores establecieran con él una amistad basada en el gusto por contar historias de terror y la ampliación de una mitología particular y fascinante. Si Lovecraft creo el siniestro Necronomicón, Asthon Smith trajo El libro de Eboin; Howard el Unaussprechlichen Kulten; Bloch incorporó De Vermis Mysteriis y Derleth el Cultes des Goules. 

Con esta triple reseña ya puedo decir que he hablado de los que yo considero los tres autores principales del terror, los pilares donde se sostiene el género, pues ellos tres cambiaron los elementos que la configuraban y fueron gran influencia para autores venideros. Primero fue el atormentado Edgar Allan Poe, que con sus relatos de locura y muerte cambió las historias góticas. Le siguió Lovecraft, el cual desterró los tropos del género como los fantasmas o los demonios y abrió las puertas de la Percepción, desencadenando un horror cósmico. Y la tercera persona de esta Diabólica Trinidad es el Rey, el gran Stephen King, quien como heredero de la tradición de sus dos grandes predecesores creó un horror mezclando lo sobrenatural con lo cotidiano. 

Espero que no se os haga muy pesadas estás tres reseñas, pero solo concebí hacerlas así. Yo lo he disfrutado muchísimo y, como dice el refrán: nunca es tarde si la dicha es buena. Larga vida al Gran Cthulhu y que el dulce son de las malditas flautas de la corte de Azathoth os envuelvan en una danza de locura, horror y muerte. 


Howard Philips Lovecraft (1890-1937)

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