El último deseo, Andrej Sapkowski

El brujo volvió a la mesa polvorienta delante de la que, en una de las habitaciones vacías y saqueadas, se estaba preparando sin prisas, tranquilo, cuidadosamente. Sabía que tenía mucho tiempo. La estrige no saldría hasta la medianoche. "El brujo".


Escuchó un canto. No entendía las palabras, no podía siquiera identificar la lengua a la que pertenecía. No era necesario. El brujo sabía, sentía y comprendía la propia naturaleza de este canto, apagado, terrible, que introducía en las venas una ola de amenaza, que producía entorpecimiento y flaqueza de la voluntad. 
El canto de interrumpió violentamente y entonces la vio. "La semilla de la verdad".



La fantasía épica está llena de grandes personajes, pero si tuviéramos que elegir uno que estuviera hoy más presente sería sin duda el brujo errante y cazador de monstruos, Geralt de Rivia. Nacido de la brillante mente del autor polaco Andrej Sapkowski, sus aventuras han sido un referente de la literatura actual, no solo del género fantástico, si no de la literatura en general, aupando al autor al Olimpo junto a maestros como Howard, Tolkien y Martín. Adaptado con enorme éxito al mundo de los videojuegos con una trilogía excelente y llevada al fenómeno de las series por Netflix y encarnado (ya no) por el hermosísimo Henry Cavill, han aumentado la popularidad de la criatura del autor polaco.

La Saga del brujo consta de varios libros, dos recopilatorios de cuentos y seis novelas y una novela precuela. El primer libro es una forma perfecta de adentrarse en ese oscuro mundo de monstruos y hechizos. Sin más, esto es El último deseo de Andrej Sapkowski.

Unidos en una narración enmarcada, a través del primer relato se van sucediendo las demás. Geralt de Rivia, un cazador de monstruos que se vende al mejor postor, acaba en un santuario al cuidado de una sacerdotisa Nennenke, tras una cuenta lucha con una bestia. Allí, mientras se recupera de las heridas, recordará aventuras pasadas, y recibirá visitas de amigos. Fragmentado al principio de cada cuento, La voz de la razón sirve como introducción para el universo, los personajes y el carácter de la obra. 

El brujo. En el primer relato, Geralt llega a la ciudad de Wyzima atraído por un cartel que reza una enorme cantidad a quien se desaga de una estrige. Aquí ya se ve en todo su esplendor a nuestro brujo, con sus hechizos, su colgante en forma de lobo y sus dos espadas, una de acero y la otra de plata. 

La semilla del mal. Geralt llega a un castillo oculto en un bosque. Allí será recibido por una extraña criatura que le invitará a pasar una "alegre" velada en su interior. Este es uno de los más divertidos de todo el libro. Una retorcida revisión del clásico cuento de La bella y la bestia.

El mal menor. Nuestro brujo llega a una ciudad para ver si le dan una recompensa por una criatura capturada. Allí le dicen que no, y que vaya a ver a un hechicero que vive en una torre. Este le hará una petición que le causará un enorme dilema moral. Aquí el autor pervierte el cuento de Blancanieves y nos da una dura lección de que muchas veces las decisiones que pensamos que son "menores", pueden acabar en males aún más mayores. Aquí Geralt recibirá el siniestro apodo de "El Carnicero de Blaviken". 

Cuestión de precio. Geralt asiste a una lujosa cena en nombre de una reina, la cual la organizado para presentar a una serie de pretendientes a su joven hija. Lo que el brujo no sospecha es la llegada de un extraño caballero quién dice tener una deuda pendiente. Un cómico relato que le da la vuelta al cuento de La princesa y el sapo.

El confín del mundo. Aquí se nos presenta por primera vez a un persona que será clave en las aventuras del brujo de Rivia. Jaskier, el deslenguado y vividor poeta, infatigable compañero de Geralt. Los dos se verán envueltos en una aventura que involucra a un pueblo desesperado, un demonio ladrón y unos elfos. 

El último deseo. Geralt, junto a Jaskier sufren un percance y la vida del poeta peligra. Así que, desperado, el brujo lo lleva a una ciudad donde conocerá a unos elfos que le recomendarán la ayuda de una hechicera, misteriosa. Geralt conocerá a quien será una mujer clave en su vida, la cínica, dura y bella Yenefer de Vengerberg.

Una de las cosas más reseñables del libro, es lo bien que está definido el mundo que habitan los personajes. Geralt se mueve por un entorno medieval, con pueblos, con sus tabernas, sus mercados, castillos de grandes señores, con sus salones decorados y sus oscuras mazmorras, y bosques oscuros y pantanos peligrosos. En ese mundo conviven humanos, brujos, hechiceros, soldados, pueblerinos, reyes y señores feudales, con otras figuras clave de la alta fantasía como elfos, enanos o gnomos. Pero también habitan criaturas peligrosas, sacadas del folclore polaco y europeo, como estriges, grifos, lobisomes, kikimoras y manticoras. Todas ellas presas del brujo.

Geralt de Rivia, a diferencia de sus hermanos en magia los hechiceros, no viste una larga túnica y luce un sombrero picudo cubierto de astros del firmamento. En el universo de Sapkowski, los brujos son humanos mutados, transformados en criaturas casi invencibles, mejorados genéticamente. Luciendo un pelo blanco como la nieve y unos ojos amarillos capaces de escudriñar la más negra oscuridad. Maestro en el uso de hechizos y poseedor de una serie de pociones y mejunjes que le ayudan a la hora de ejercer su profesión, cazar monstruos y bestias. Con un carácter entre taciturno, cínico y sarcástico, hacen de nuestro protagonista totalmente atractivo. 

Otro de los atractivos de la obra es su lenguaje. Cómo hace el bueno de Martín, Sapkowski usa un lenguaje más mundano y menos elevado. Con un manejo de la ironía sublime, el humor negro se desprende de cada frase. Unos diálogos certeros y canallas, perlados por insultos y palabrotas, hacen de la lectura amena, rápida y divertida. Todo ello aglutinado en unos párrafos sencillos, de frases cortas, pero bellamente escritas.

El último deseo, el primer volumen de la Saga de Geralt de Rivia, es una introducción perfecta. Unas pequeñas muestras de la gran calidad que tiene Sapkowski, que hacen que uno quiera adentrarse más y más en su universo. Mi lectura ha sido de lo más divertida, me lo he pasado en grande con las aventuras del Brujo, sus enfrentamientos con las bestias y sus diálogos cachondísimos. Una lectura de lo más recomendable, uno de los libros del año sin ninguna duda. 


Andrej Sapkowski (1948-)

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