Juego de tronos, George R.R. Martin

"Por último miró hacia el norte. Vio el Muro, que brillaba como cristal azul, y a su hermano bastardo Jon, que dormía solo en una cama fría, con la piel cada vez más pálida y encallecida a medida que el recuerdo del calor se disipaba. Y miró más allá del Muro, más allá de los bosques interminables cubiertos de nieve, más allá de las orillas heladas y los grandes ríos de hielo, azules de puro blancos, más allá de las llanuras en las que nada podía crecer ni vivir". Juego de tronos.



La primera vez que oí hablar de algo llamado "Juego de tronos", fue en una conversación con uno de mis mejores amigos. Me habló de una serie que estaba viendo. Me contó que la trama iba de un reino medieval ficticio, llena de intrigas políticas y batallas espectaculares. Pero lo que me vendió con mucho entusiasmo fueron las escenas sexuales, aún nos descojonamos cuando se lo recuerdo. Pasado un tiempo decidí darle una oportunidad y me puse a ver la serie. 

Aún recuerdo como el primer episodio fue como un guantazo en toda la cara. Quede maravillado. De golpe me tragué las primeras temporadas de un plumazo. Y así en un mes y medio o así, me puse al día y pude ver el resto de temporadas. No voy a hablar aquí del bodrio que resultaron las últimas temporadas, pero solo diré que mejor hubiera sido ser abrasado por Drogon al sonido de "Dracarys". 

Vista la serie, ahora tocaba leer los libros, como bien hice con la trilogía del anillo. Pero paso el tiempo y no lo hice. Y cuando quise hacerlo fue tarde. La editorial Gilgamesh dejó de tener los derechos de la obra magna de Martin y por lo tanto ya no se venderían más libros de la saga bajo su sello. Y ahora para leerlo había que recurrir al mercado de segunda mano. Pero, milagro, Plaza &Janes anunció que editarían todos los libros. Esta era mi oportunidad. Y que absoluta maravilla. Sin más rollos, esto es: Juego de tronos de George R.R. Martin.

En Poniente, ocupa el Trono de Hierro y reina sobre los Siete Reinos Robert Baratheon, el primero de su nombre. Jon Arryn, la mano del rey a muerto, por lo tanto el soberano irá al más lejano de los Siete Reinos, para ofrecer su puesto a su buen amigo y señor de Invernalia, Ned Stark, y trasladarse a la corte. Este es uno de los hilos argumentales, pues son varios, los que componen la novela.

El otro nos lleva al lejano contienen llamado Essos. Los últimos vástagos de la anterior casa reinante, los Targaryen, despojados de su reino por Robert Baratheon, Viserys y su hermana Daenerys, van en busca de la ayuda de los salvajes y sanguinarios Dothrakis. Esta tribu de montadores de caballos servirán al joven dragón a recuperar su trono. Pero para ello, su hermana deberá desposarse con el temible Khal Drogo y convertirse en su khaleesi.

El tercer hilo ocurrirá en el confín de Poniente, en la gran frontera levantada en sólido hielo, El Muro, hogar de la milenaria Guardia de la Noche, protectores de los peligros de más allá del Muro. Allí irá a para el joven Jon Nieve, hijo bastardo de Ned Stark.

Es en estos tres escenarios donde la narración, presentada desde la perspectiva de un numeroso grupo de personajes, dónde pasará la mayor parte de la trama. Pero lo fascinante de la primera novela de la saga de Canción de hielo y fuego, es la cantidad de giros que tiene la trama, salpicando la narración con sorpresas alucinantes, tanto que algunas son incapaces de verlas venir.

Como digo la obra está dividida en un número considerable de capítulos, todos ellos vistos desde los ojos de un personaje en concreto. Así tenemos al honorable señor de Invernalia Ned Stark, la madre coraje y su esposa Catelyn, sus hijos, Robb su heredero, Bran, el desdichado, Rickon el pequeño, Samsa la presumida, Arya la valiente y Jon Nieve su hijo bastardo.

Luego está Tyrion Lannister, el cínico, borracho, deslenguado pero rematadamente encantador, hermano menor de la Casa más rica de Poniente, desdichado por su condición de enano, pero poseedor de una gran inteligencia . Sin duda el mejor de los personajes. Sus hermanos mayores, la altiva Cersei, esposa del rey y madre del asqueroso de Joffrey, y el gran caballero Jaime, el Matarreyes. Y por último Tywin, el cruel y calculador patriarca de la familia.

Daenerys de la Tormenta es junto a su hermano, el irascible y llorón Viserys, los últimos descendientes de la Casa del dragón. Junto a ellos estará el servicial y siempre fiel Jorah Mormont.

Otros de los grandes personajes que pueblan este mundo fantástico son Varys, el eunuco Consejero de los Rumores, mejor conocido como La Araña; el intrigante Consejero de la moneda Petyr Baelish, Meñique; el anciano maestre Pycelle; el brusco Sandor Clagane, el Perro y su hermano, el temible Gregor Clagane, la Montaña que cabalga.

Los Siete Reinos son una de las creaciones literarias mejor elaboradas, junto a la Tierra Media de Tolkien o los planetas de Herbert. Inspirado por su Gran Bretaña natal, Martin dota de realismo y encanto a todas las zonas de su universo ficticio. Dividida en nueve regiones, cada uno de ellos gobernado por su correspondiente señor, cada zona geográfica tiene su propio clima y su idiosincrasia propia. Desde el frío norte, con Invernalia como principal fortaleza, pasando por el imponente Nido de Águilas en Aguasdulces, Roca Casterly, hogar de los Lannister, Roca Dragón, antiguo hogar de los Targaryen, hasta el lejano y exótico Dorne. Y la capital del reino, la cálida ciudad de Desembarco del Rey, con su imponente Fortaleza Roja, lugar donde está el Trono de Hierro. 

Otro de los atractivos de la novela es lo Buenos que son sus diálogos. Martin dota de voz propia a cada personaje, dotándole de personalidad real a través de sus palabras. Son diálogos afilados, cortantes, agudos, inteligentes. Tyrion usa su lengua filosa con sarcasmo, Ned Stark es sabio y usa cada palabra con cuidado. Cersei es tajante, Joffrey maleducado y Robert es malhablado y burdo. Y como en el libro de Geralt de Rivia, se mezclan palabras antiguas con un "puta" o "follar".

Juego de tronos es, a falta de cuatro meses y medio para que acabe el año, la LECTURA de este 2023, sin duda alguna. Me ha llevado su tiempo leerlo, por la extensión y la complejidad de manejo del libro por sus dimensiones, pero ha merecido mucho, pero mucho la pena. Conforme pasaban los capítulos, tenía la sensación de estar viendo otra vez la primera temporada. He vuelto a enamorarme de Danny Targaryen, he sufrido por Ned Stark, me he divertido con Tyrion y he pasado miedo con los horrores que vienen de más allá del Muro. Lo he disfrutado, paladeando cada capítulo con absoluto deleite, una obra maestra de su género, que yo pondría a la altura de la trilogía de Tolkien y la saga espacial de Herbert. El propio Martin ha dicho en alguna ocasión que estás obras han sido inspirado para la suya, pues incluso en Dune también hay una trama política con casas feudales. 

Para los fans de la serie que no han leído los libros les ánimo encarecidamente, pues no les decepcionará. Y los que no la han visto, pues que se metan de lleno en esta saga literaria de fantasía medieval que es parte ya de la historia de la literatura universal. El siguiente libro, Choque de Reyes será mi próxima lectura de la saga. Recemos para que Martin termine la saga antes de cabalgar a las estrellas. Valar morghulis.


George R. R. Martin (1948-)

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