El perfume, Patrick Süskind

"En el siglo XVIII vivió en Francia uno de los hombres más geniales y abominables de una época en que no escasearon los hombres abominables y geniales. Se llamaba Jean-Baptiste Grenouille y si su nombre, a diferencia del de otros monstruos geniales como De Sade, Saint-Just, Fouché o Napoleón, etcétera, ha caído en el olvido, no se debe en modo alguno a que Grenouille fuera a la zaga de estos célebres y tenebrosos en altanería, desprecio por sus semejantes, inmoralidad, en una palabra, impiedad, sino a que su genio y su única ambición se limitaba a un terreno que no deja huella en la historia: al efímero mundo de los olores". El perfume.



He aquí uno de los libros más extraordinarios, fascinantes y evocadores de la historia de la literatura. La historia de uno de los personajes imbuidos de maldad y locura mejor descritos jamás por un autor, un ser que es puro mal. Sin más preámbulos, os invito a acompañarme a este viaje de sensaciones en: El perfume de Patrick Süskind. ¡AVISO DE POSIBLES SPOILERS!

Siglo XVIII, en la París de la Ilustración nace un ser abominable, despreciable, pero fatalmente fascinante. Una criatura nacida y despreciada que solo traerá dolor y sufrimiento a todos lo que se crucen en su camino. Jean-Baptiste Grenouille viene al mundo entre pescado podrido y miseria, abandonado a la muerte por su madre entre cáscaras y restos apestosos, aquel bebé logrará sobrevivir gracias a algo extraordinario: un olfato sobrehumano. 

Criado en un orfanato, Grenouille (que es francés significa rana) es repudiado por sus compañeros por su aspecto extraño, deforme y porque su cuerpo no expele ningún olor. Apenas habla y todo su existencia se basa en reconocer todos los aromas que su asombroso olfato es capaz de acaparar. Grenouille es capaz de crearse un vocabulario básico con tan solo oler las cosas. Cuando alcanza una edad propicia para trabajar lo hace con un curtidor que lo mata trabajando pero como Grenouille es un ser extraño todo lo soporta en silencio. Cuando su jefe lo manda a llevar unas pieles a un afamado perfumista, Grenouille sufre un éxtasis olfativo con todos los aromas, efluvios y esencias que su delicada nariz acapara en la zona rica de París. Allí decide trabajar con el maître parfumeur italiano Giuseppe Baldini. Este le enseña como se crean los perfumes. 

Pero Grenouille tendrá una experiencia que cambiará su vida y le dará una motivación obsesiva. Atrapado por el aroma que desprende una joven pelirroja, Grenouille se verá trasportado a un paraíso de sensaciones que elevará su espíritu a un éxtasis sin precedentes. Pero por su malvada naturaleza acabará asesinado a la chica y frustrado comprobará que su delicado aroma va a perderse. Por eso, su único afán a partir de ese momento será su obsesión: conservar ese olor supremo y crear el perfume más excelso y sublime de la historia.

Jean-Baptiste Grenouille es una de las creaciones literarias más curiosas, intrigantes y fascinantes de la historia. Un ser monstruoso, amoral, ambicioso, misántropo, cruel, sin escrúpulos. Una criatura que se mueve por y para satisfacer su inmensa ambición, una ambición motivada por un absoluto odio y desprecio por el género humano, al que considera inferiores a él, alguien con un poder extraordinario, una capacidad única de reconocer cualquier aroma, cualquier perfume, cualquier hedor. Grenouille no solo su interior es horrible, su exterior es como un reflejo de su alma podrida, su aspecto es espantoso, deforme, un cuerpo lleno de cicatrices y marcas, un rostro abominable y una cojera pronunciada, lo hacen ser la repulsa de los demás.

Süskind refleja una París sucia, apestosa y decadente, alejada de la opulencia y el lustro de los palacios, la capital del reino desprende un hedor insoportable, mezcla de carne podrida, sudor, enfermedad y muerte. 

A través de la narración magnífica del autor, los sentidos son elevados por un estilo poético evocador, que desprende y transporta al lector todos los aromas y efluvios narrados. El autor mezcla los pasajes tranquilos con escenas bastante truculentas, pero no cae en lo morboso o escabroso. Todo son emociones y sensaciones.

El perfume es sin ningún género de dudas, una de las mejores novelas que he leído en mucho tiempo. Un libro único, una historia fascinante, un personaje extraordinario, una narración sublime. Todo en el libro es magnífico. Hacia tiempo que una novela no me atrapaba tanto, era incapaz de dejar de leerlo, quería seguir y seguir acompañando a Grenouille en sus ensoñaciones, sus oscuras fantasías. Como complemento a la lectura, os recomiendo que veáis después la magnífica adaptación que hizo el director alemán Tom Tykwer en el año 2006 y protagonizada por Ben Whishaw. 


Patrick Süskind (1949-)

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mala letra, Sara Mesa

El crimen de los Galindos. Toda la verdad, Juan Mateo Fernández de Córdova