Los Dalton, Tom Clavin
"Pero los hermanos Dalton y sus cómplices representan un salvaje Oeste ya en decadencia en 1892, cuando la redada de Coffeyville supuso un punto de inflexión en la desaparición de los temidos forajidos que ya habían alcanzado la mayoría de edad durante y desde la guerra civil. Los Dalton actuaban —o lo intentaban— como si no hubieran pasado décadas y los asaltos a bancos y trenes armados de Winchester siguieran siendo una forma más de ganarse la vida, en vez de lo que realmente eran: el último aliento de una profesión en extinción. Los forajidos no murieron con los Dalton, pero con ellos se apagó el resplandor romántico de una figura icónica del lejano Oeste". Los Dalton. Los últimos forajidos.Mi primera referencia que tuve alguna vez con los llamados Hermanos Dalton, fue con un videojuego de PlayStation 1 basado basado en el personaje de comic Lucky Luke. Allí el vaquero más rápido que su sombra tenía que perseguir a los forajidos más pintorescos e inútiles del Oeste. Los cuatro hermanos tan parecidos de aspecto pero distintos en estatura de habían fugado de la cárcel y el videojuego nos llevaba por una aventura para darles caza.
La segunda vez que oí hablar de ellos fue cuando leí un comic de Lucky Luke titulado Los primos Dalton donde se narraba que los cuatro hermanos (Joe, Jack, William y Averell) era primos de otro grupo hermanos forajidos más peligrosos y eficientes que ellos, pero habían muerto en encuentro con Lucky Luke. Los nombres de los primos eran Bob, Grat, Bill y Emmett. Con el tiempo supe que tras la inspiración de los antagonistas de Luke se ocultaba una historia real de atracos, persecuciones, asaltos a trenes y un tiroteo final y sangriento, gracias a un documental llamado El final de los Dalton. Pues de esa historia del Salvaje Oeste nos cuenta un libro que nos adentra en aquel mundo fronterizo y peligroso donde la vida dependía de quién desefundaba el revólver primero. Os presento: Los Dalton. Los últimos forajidos de Tom Clavin.
Antes de hablar de los Dalton, el libro nos refiere que algunos de sus parientes fueron los famosos hermanos Younger, quiénes formaron una banda de notables forajidos con los míticos Frank y Jesse James. Puede que las famosas hazañas de sus primos inspirarán a sus futuras fechorías.
Los hermanos Dalton nacieron en Oklahoma hijos del matrimonio Lewis Dalton y Adeline Younger, los cuales tuvieron quince hijos de los que sobrevivieron trece. El padre fue un borracho y jugador irredento que abandonó a la familia en varias ocasiones en peregrinaciones lúdicas en busca del mejor caballo al que apostar. La madre sacó a adelante a sus hijos siendo los mayores respetables y los pequeños los que se salieron del buen camino. Adeline de traslado a la ciudad de Coffeyville, en el estado de Kansas, lugar que ganaría fama por la última hazaña de los hermanos Dalton.
El primer Dalton que tuvo algo de renombre fue un hermano mayor. Frank Dalton consiguió trabajo como ayudante del sheriff, siendo ejemplo para sus hermanos. Pero la mala fortuna (no sería la primera vez), quiso que Frank muriera en un tiroteo en la búsqueda de un sospechoso. Varios de sus hermanos menores Bob, Grat y Emmett intentaron ser servidores de la ley en honor a su hermano muerto, pero llenos de un odio un resentimiento, sumado a que la paga como no era muy boyante, vieron que se sacaba más como ladrones de caballos y asaltando trenes. Asi fue como comenzó la leyenda de la infame Banda de los Dalton.
Bob, Grat y Emmett conformaron una banda junto a otros malhechores. A los hermanos Dalton se unieron George "Bitter Creek" Newcomb, Charlie "Blackfaced" Bryant, Charlie Pierce, Bill Power y Dick Broadwell. Bill Doolin quién luego formaría una banda igual de infame que la de los Dalton, galopó con los hermanos pero dejo la banda por varios enfrentamientos con Bob. También se nos habla de una mujer llamada Eugene Moore, la cual se cree tuvo una relación de amantes con Bob y también sirvió de confidente y e informante de la banda. Bill Dalton, al principio intentó encontrarles trabajo a sus hermanos, pero en vista de sus actividades fuera de la ley les dio apoyo y refugio en el rancho de su suegro e incluso le daba información a sus hermanos sobre los trenes que luego asaltaban.
Bob era el mayor de ellos. Conocido por una puntería certera, y por su única forma de disparar su Winchester apoyado en la cadera. Con una mezcla de elegancia, educación en los atracos y una impulsividad que les costaría cara a él y a sus hermanos. Grat era el menos inteligente de los hermanos. Con una fama de borracho y pendenciero, su mal genio y explosividad le llevó varias a veces a la dormir a la sombra. Emmett era el pequeño y siempre segui fielmente a sus hermanos, en especial a Bob, a quién obedecía sin rechistar y admiraba con devoción. Bill, al principio intentó ganarse la vida honradamente pero tras el final de sus hermanos se lleno del mismo odio que movió a sus hermanos y formó una banda junto a Bill Doolin.
La fama de la Banda de los Dalton corrió como lo pólvora por todo el Oeste, alcanzando cotas de mito. Tal fue el clima de paranoia que en todos lados veían a la banda. Por lo tanto el gobierno decidió que había que tomar cartas en el asunto. Los trenes se llenaron de seguridad y muchos alguaciles, sheriffs, marshalls y cazarrecompensas salieron al galope a dar caza a la banda, para obtener la cuantiosa recompensa que se daba por sus cabezas. Capturar a la Banda de los Dalton se recompensaba cinco mil dólares por cada miembro y cuarentas mil por toda la banda.
De entre todos los servidores de la ley que más esfuerzo y grandes resultados tuvieron en la caza de forajidos, pues nos solo los Dalton y su hombres campaban a sus anchas, todavía quedaban bandas y forajidos que sembraban de terror y cadáveres la zona fronteriza, resaltaron tres aguerridos y tenaces hombres los cuales alcanzaron gran fama y fueron llamados los "Tres Guardianes". Bill Tilghman, Chris Madsen y Henry "Heck" Thomas pusieron coto a los malhechores demostrando una eficacia prodigiosa, entregando a los bandidos muertos o vivos. Heck Thomas de volvió una especie de némesis para los Dalton, resultando en una obsesión para Bob quién temía que los capturase.
Con Thomas y otros pisándoles los talones y con sus aliados reducidos, la banda había cosechado Buenos botines pero en la mente del jefe bullía un plan que les rentaría pingües beneficios. Bob Dalton ideó un atraco que haría pasar a la historia a su banda por su audacia nunca vista, lo que no imaginaba es el trágico final que les aguardaba.
Bob Dalton quería superar en fama a sus primos los Younger y para ello no solo valía con robar trenes o robar caballos, pues eso todos los hacían. Tenían que hacer algo grande, increíble, un robo extraordinario que les llenaría los bolsillos de dinero y los elevaría al Olimpo de los forajidos y entrar en la leyenda. Para ello Bob planeo atracar en Coffeyville un lugar bien conocido por ellos. Pero no quedaba ahí la cosa. No solo robarían el banco si no ¡dos bancos! Y el mismo día. Con la espantada de Doolin y la separación de algunos miembros de la banda, Bob y sus hermanos junto a Power y Broadwell cabalgarían hasta las afuera de Coffeyville y después de pasar la noche, al amanecer entrarían en el pueblo con bigotes y barbas para que no los reconocieran.
El 5 de octubre de 1892 los hermanos Dalton y sus hombres entraron en su pueblo disfrazados para pasar desapercibido. Grat, Power y Broadwell entrarían en el C. M. Condon & Company's Bank y Bob y Emmett en el Fisrt National Bank. Los bandidos que pensaron que sería un paseo, entrar, desvalijar y escapar, acabaría en desastre. Los ciudadanos que empezaban ese día como otro cualquiera, no vieron con buenos ojos a aquellos cinco hombres que entraban en sus bancos. Algunos reconocieron debajo de los bigotes a los hermanos Dalton y pusieron el grito en el cielo. Los ciudadanos se armaron y todo estalló en un tiroteo.
Mientras los forajidos se refugiaban de las balas como podían en los bancos los vecinos les disparaban sin cuartel. Algunas balas alcanzaron a varios vecinos y a los forajidos. Tras un infierno de balas la banda intentó escapar yendo a por sus caballos en un callejón, pero no llegarían a escapar. Tras quince minutos de tiroteo, aquella pequeña batalla se libro con cuatro vecinos muertos, cuatro forajidos liquidados y uno de ellos con más agujeros que un colador pero milagrosamente vivo. Bob y Grat Dalton, Bill Power y Dick Broadwell murieron aquel día mientras el joven Emmett Dalton sobrevivió a aquella masacre. La noticia del fin de la Banda de los Dalton llegó a todas partes. Las fotos que han pasado a la historia de los bandidos muertos son espeluznantes. Algunos morbosos cogieron partes de las ropas y objetos personales de los cadáveres.
Los hermanos Dalton y Bill Power fueron enterrados en el cementerio de Coffeyville y Dick Broadwell en su lugar natal. Emmett sobrevivió a sus heridas y llegó a ser escritor, guionista y actor de un naciente Hollywood, donde siempre reivindicó que nunca disparo un tiro ese día y siempre mantuvo el honor de sus hermanos en todo lo alto más como aventureros trágicos que como forajidos sanguinarios. Murió con 66 años en 1937.
Pero la historia no termina ahí pues aún quedaba un Dalton fuera de la ley. Bill Dalton encabronado por la mala suerte de sus hermanos decidió galopar al margen de la ley. Pero no lo haría solo. Formaría junto a Bill Doolin y los otros tres exmiembros de la banda de sus hermanos una banda igual de famosa que los Dalton, llamada la banda Doolin-Dalton o el Grupo Salvaje. Pero como sus hermanos Bill Dalton y sus hombres fueron cayendo uno a uno cazados por los Tres Guardianes. Bill Doolin que vivió una vida de forajido de leyenda, fue el último en morir con una muerte legendaria. Con ellos moría la era de los bandidos y forajidos junto al siglo XIX, dejando atrás ese mundo de tiroteos, huidas y asaltos.
Los Dalton. Los últimos forajidos es un libro espectacular. Sumando que lo encontre de casualidad lo hace muchísimo mejor. Tom Clavin narra los acontecimientos con mezcla perfecta entre la crónica periodística y la novela de aventuras. La historia de los hermanos Dalton sus hazanas y su trágico e inconsciente final ha resultado un lectura entretenidísima, relatando ese turbulento momento que tantas veces hemos visto en los Westerns, con su mitología y ese romanticismo de los vaqueros, sheriffs, forajidos y tiroteos. Un relato del ocaso de una época de transformación, donde los caballos daban paso a los ferrocarriles, y las grandes llanuras de llenaban de coches, postes telegráficos. Un mundo que acababa pero que seguirá viva en la leyenda del viejo y salvaje Oeste.
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