La Nena, Carmen Mola

"La del guapo ligón y los feos violadores es una teoría que estaría bien, que tendría lógica. Cuando las cosas tienen lógica y se entienden son tranquilizadoras. Pero no es el caso. Si solo hubieran querido violar a Chesca, no la habían trasladado a este lugar que huele a estiércol, no la habrían atado así, desnuda a la cama. ¿Qué es lo que pretenden hacerle? 

No puede juntar a la rabia y el odio el miedo; si lo hace, no tendrá opciones de salir si alli". La Nena.


Tengo una mala costumbre. Bueno una sola no, pero este no es lugar para contar las miserias de uno, eso se lo dejamos al psicólogo o al párroco. De la que si voy a hablar aquí es que empiezo series de novelas y tardo bastante en terminarlas. Y para más inri, dilató mucho entre una y otra. Para poner un ejemplo, la primera novela donde conocimos a la la inspectora Elena Blanco y a su grupo de la BAC la leí en el 2022. Pasó el tiempo y no volví con la serie hasta que la segunda novela la disfrute el año pasado. Y ahora, empezado 2025 he leído, que digo, devorado con un hambre voraz para engullir página tras página, la tercer entrega de la serie de la Brigada de Análisis de Casos. Y menuda lectura. Como siempre llego tarde a lo bueno. Pero como dice el dicho, nunca es tarde si la dicha es buena.Sin más esto es: La Nena de Carmen Mola. 

Tras los tremendos suceso del caso de la Novia Gitana y la Red Purpura las cosas han cambiado en la BAC. Chesca Olmo ahora lidera la brigada y está inmersa en un operación contra la trata de mujeres. Con la cabeza dividida entre la operación y los vaivenes en su relación con Zárate decide dar una vuelta. En su barrio están de celebración la comunidad china con el fin de año. En su deambular para despejar la mente conoce a Julio, un hombre atractivo. Entre los dos hay química y Chesca decide echar una cana al aire para quitarse a Zárate de la cabeza. Van al piso de Julio. A la mañana siguiente al despertar con la cabeza embotada y nublada descubre con horror que está atada a la cama. Tres hombres la rodean y sobre el ambiente flota un terrible olor estiércol y a cerdo. 

Y hasta aquí puedo hablar porque si no sería un crimen destripar todo lo que nos tiene preparado este auténtico viaje al horror. Porque la sucesión de escenas truculentas y el festival de casquería es tan brutal que solo podéis descubrilo descendiendo al infierno.

Elena Blanco, intentado dejar atrás los fantasmas que la atormentaron rozando la locura, tendrá que volver para intentar salvar a su amiga, mientras se debate por dejar atrás está vida de dolor y muerte y su relación con Zárate. El viaje que emprenderán los miembros de la BAC será una carrera contrarreloj asfixiante y dolorosa que pondrá a prueba sus corduras y sus fortalezas. 

Porque una de las cosas que mejor trata está novela es el alto precio que deben pagar los miembros de la BAC. Cada caso, cada cuerpo muerto, cada demonio con piel humana, cada vida distraída, van poco a poco mermado sus mentes y sus almas. Para entrar en la brigada hay que tener presente el lema que decoraba el dintel de la puerta del infierno de Dante: "abandonad toda esperanza aquellos que entréis aquí". Los casos a los que se enfrentan la inspectora Blanco y su equipo dejan una cicatriz insoportable, imborrable. Uno no puede volver a la normalidad después de ver el lado más terrible del ser humano. Los recuerdos los acompañan después incluso de cerrarlos, capturar a los monstruos y salvar vidas. Por eso la gran duda de Elena es si mandarlo todo al quinto capullo o volver a enfrentarse al mismo mal con piel humana.

A los miembros del equipo, la hacker cincuentona Mariajo, el impecable forense Buendía, el impulsivo Zárate, el buenazo de Orduño y Elena se les unirá en la búsqueda de Chesca una nueva integrante: Reyes Rentero. La sobrina del comisario Rentero tendrá que ganarse la confianza del equipo demostrando que su entrada no viene favorecida por influencia de su tío si no por méritos propios. Reyes demostrará sus capacidades a demás de ser alguien que tras su apariencia femenina no se sentirá acorde con su identidad siendo género fluido. 

Me gustaría hablar largo y tendido de los antagonistas pues son de lo mejor de la novela, causando asco y terror a partes iguales. Solo diré que para haceros una idea son una mezcla del doctor Lecter y la película La matanza de Texas.

La Nena es tan adictiva que era incapaz de dejar de leela. Al igual que sus predecesoras los Carmen Mola saben lo que hacen. Esto es un más y mejor. Más acción, más peligros, más giros, más casquería. Una historia que llevará al limite a nuestros protagonistas. Bien es verdad que el final me ha parecido un pelín precipitado, como que había que terminar la historia rápido, eso no quita lo bien que lo he pasado. Por eso entiendo la gran aceptación de la serie de la inspectora Blanco, porque ofrecen acción, escenas truculentas y unos personajes muy bien definidos, todo ello estructurado en unos argumentos explosivos y adictivos. Solo me queda decir que he disfrutado la novela como un gorrino en un chiquero. Aunque bien pensado no sé si es un buen ejemplo. Lo dicho ¡Carmen Mola, mola mazo!


Agustín Gutiérrez (1975-), Jorge Díaz (1962-) y Antonio Mercero (1969-) "Carmen Mola".

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