Novelas ejemplares, Miguel de Cervantes

Seis meses estuvo en cama Tomás, en los cuales se secó y se puso, como suele decirse, en los huesos, y mostraba tener turbados todos los sentidos. Y, aunque le hicieron los remedios posibles, solo le sanaron la enfermedad del cuerpo, pero no de lo del entendimiento, porque quedó sano, y loco de la más extraña locura que entre las locuras hasta entonces se había visto. Imaginose el desdichado que era todo hecho de vidrio y con esta imaginación, cuando alguno se llegaba a él, daba terribles voces pidiendo y suplicando con palabras y razones concertadas que no se le acercasen, porque le quedarían; que real y verdaderamente él no era como los otros hombres: que todo era de vidrio de pies a cabeza. "El licenciado Vidriera".


CIPIÓN: Berganza amigo, dejemos esta noche el hospital en guarda de la confianza y retirémonos a esta soledad y entre estás esteras, donde podremos gozar sin ser sentidos desta no vista merced que el cielo en un mismo punto a los dos ha hecho. 
BERGANZA: Cipión hermano, óyote hablar y sé que te hablo, y no puedo creerlo, por parecerme que el hablar nosotros pasa de los términos de naturaleza.
CIPIÓN: Así es la verdad, Berganza, y viene a ser mayor este milagro en que no solamente hablamos, sino en qué hablamos en discurso, como si fuéramos capaces de razón, estando sin ella que la diferencia que hay del animal bruto al hombre es ser el hombre racional y el bruto, irracional. 
BERGANZA: Todo lo que dices, Cipión, entiendo y el decirlo tú y entenderlo yo me causa nueva admiración y nueva maravillosa. Bien es verdad que, en el discurso de mi vida, diversas y muchas veces he oído decir grandes prerrogativas nuestras: tanto, que parece que algunos han querido sentir que tenemos un natural distinto, tan vivos y tan agudo en muchas cosas que dan indicios y señales de faltar poco para mostrar que tenemos un no sé qué de entendimiento capaz de discurso. "El coloquio de los perros".



En la España del Siglo de Oro abundaban traducciones de novelas cortas italianas. Obras como el Decamerón de Giovanni Boccaccio, con sus pequeñas novelas hacían las delicias de los lectores, sumándose a los géneros populares como la novela pastoral, la bizantina y la muy nuestra la novela picaresca. Pero como eran traducciones ningún autor español se había dado al gusto de escribir unas de sus propia cosecha. Hasta que el Príncipe de los Ingenios, don Miguel de Cervantes, tras publicar la primera parte de su inmortal Quijote, lanzó al mundo el primer libro de novelas cortas escritas en castellano. Con muchísimo gusto os presento: Novelas ejemplares de Miguel de Cervantes.

Las novelas cortas no eran desconocidas para el noble manco. Ya entre las aventuras del Ingenioso Hidalgo y su refranero escudero, ya inserta algunas narraciones cortas. Siendo la más representativa La novela del curioso impertinente, que el cura lee para los resientes de la venta de Juan Palomeque. También se podrían considerar las historias del cautivo o el enredo amoroso de Cardenio y Luscinda.

Ya en el prólogo el autor nos deja bien en claro, tras describir de manera brillante su aspecto físico, que estás historias son hijas suyas: "mi ingenio las engendró, y las parió mi pluma, y van creciendo en los brazos de la imprenta ". Cervantes se vanagloria de ser el primero en novelar en castellano, siendo sus novelas originales. Tal fue la aceptación que tuvieron que muchos autores se vinieron a escribir también novelas cortas como Cigarrales de Toledo de Tirso de Molina o Tardes entretenidas de Alonso del Castillo Solórzano. Incluso "el Fénix de los Ingenios" Lope de Vega escribió algunas como Novelas a Marcia Leonarda. La que mejor supo seguir la estela de Cervantes fue sin duda doña Maria de Zayas y Sotomayor, una autora caída en el olvido que esta siendo colocada en el lugar que le corresponde en la historia de la literatura por justicia con su magno libro Novelas amorosas y ejemplares.

Doce son las novelas que escribió Cervantes, las cuales voy a comentar de forma breve.

La gitanilla. La primera de la novelas nos cuenta la historia de Preciosa, una bella gitana que encandila a todos con su donaire para el baile, todos caen rendidos a sus pies, inspirándoles bellos versos a su hermosura. Don Juan, un joven noble se enamorará tanto de ella que estará dispuesto a cumplir la proposición de la gitana: mudar de vestido y nombre, e irse con su grupo de gitanos y convertirse en uno de ellos. La historia tendrá un pequeño giro al final muy típico de la época. 

La gitanilla.

El amante liberal. En esta historia repleta de enredos amorosos, celos y aventuras en alta mar, Cervantes introduce un tema que por desgracia conoció de primera mano: el cautiverio. Ricardo y Leonisa, dos cristianos son raptados por los moros, él es mandado como siervo de un cadí y ella es vendida a un bajá por un judío. Ricardo, enamorado de Leonisa, junto a la ayuda del renegado Mahamut se las ingeniará para alcanzar la libertad y volver con su amada.

El amante liberal.

Rinconente y Cortadillo. Aquí Cervantes nos presenta una novela de corte picaresco, género muy en boga de la época. Pedro del Rincón y Diego Cortado, dos jóvenes que huyen del hogar, se encuentran en una venta. Entre los dos se establece una amistad surgida de una afición común: son amantes de la bolsa ajena. Uno es un as en el juego de cartas y el otro un diestro manejador de la navaja, por lo que deciden ir a Sevilla para ejerce su oficio. Allí, en una ciudad movida y boyante acabarán entrando a la cofradía de Monipodio, señor del hurto y el latrocinio sevillano. Una novela divertida que mezcla la picaresca con el entremés donde entran y salen retratos del bajo mundo como ladrones, chulos y prostitutas. 

Rinconete y Cortadillo.

La española inglesa. Trasladando la acción a la capital inglesa, Cervantes nos relata la historia de Isabela, unna joven española raptada en la invasión inglesa de Cadiz y llevada a la corte de Isabel I de Inglaterra donde es cuidada por unos ingleses catolicos quienes la tratan como una hija y mantienen su credo en secreto. Creciendo en belleza y educación la fama de la joven española llega a oidos de la reina quien manda conocerla. La reina queda encantada con ella y la toma como dama de compañía. El hijo de sus padres adoptivos, Ricaredo, queda prendado por Isabela desde que son niños y le pide a la reina la mano de la joven, pero la soberana le dice que debe pasar una prueba para demostrar ser merecedor de Isabela. Una serie de aventuras, confusiones y malentendidos, llevaran la historia de los dos amantes a un final maravilloso. Cervantes pone voz a la mujer silenciada en sus tiempos y sorprende al tener buenas palabras para la reina inglesa, enemiga enconada de España.

La española inglesa.

El licenciado Vidriera. Tomás Rodaja un joven pobre se encuentra con dos estudiantes los cuales le acompañan hasta Salamanca donde curda estudio y alcanza una licenciatura. Tras conocer a un noble los dos viajan por varias ciudades italianas hasta que Rodaja vuelve a Salamanca para seguir sus estudios. Una mujer que no recibe sus amores lo envenena con una poción de amor la cual lo enloquece, haciéndolo creer que es de vidrio y cualquier cosa le hará romperse en pedazos, llamándose Licenciado Vidriera. Pero a pesar de su locura empieza dar una serie de discursos agudos sobre muchas materias, despertando la admiración y el asombro de las gentes. Cervantes nos presenta a un loco agudo como ya hiciera con su Ingenioso Hidalgo.

El licenciado Vidriera.

La fuerza de la sangre. Una joven es secuestrada una noche mientras pasea con su familia por unos hombres, y uno de ellos la lleva a una habitación donde la viola. La joven, haciendo uso de una gran entereza, hace una reconstrucción mental del lugar, pues tiene los ojos vendados, para recordarlo y roba un crucifijo como recuerdo del ultraje. Al pasar los años quedará embaraza y el destino querrá, que el que la ultrajó y ella queden unidos por la fuerza de la sangre. Cervantes logra elevar al personaje femenino como un ser lleno de fuerza y entereza ante un atroz suceso. 

La fuerza de la sangre.

El celoso extremeño. Un indiano, retornado a España viejo y enriquecido, decide pasar sus últimos años felizmente casado. Concierta una boda con una joven pobre. Una vez casado el viejo extremeño, movido por unos celos irrefrenables y patológicos, convierte su hogar en una especie de prisión donde encierra a su joven esposa, rodeada solo de sirvientas y ajena todo lo que huela a masculino. Pero entonces entra en escena un joven truhán llamado Loaysa, él cual urdirá un plan para penetrar en la casa cerrada.

El celoso extremeño.

La ilustre fregona. Dos jóvenes de buena posición deciden abandonar los lujos y la comodidad del hogar y salirle a los caminos y vivir como pícaros. Llegados a un mesón y trucados los nombres uno de ellos quedará prendado de Constanza, una joven de tal belleza que es conocida por todos como la ilustre fregona. En una serie de enredos cómicos Cervantes nos narra los intentos de enamorar a la joven y todo terminar con una sorprendente revelación. 

La ilustre fregona.

Las dos doncellas. Un hombre llega a una posada donde pide un lecho para pasar la noche. El posadero le dice que solo queda una habitación pero que un huésped ha pagado por disponer de ella con exclusividad. El hombre le dice que le pagará lo que sea por pasar junto al misterioso huésped la noche. Allí descubrirá que el misterioso huésped es un mujer que se ha vestido de hombre. Ella le cuenta que por un amor no correspondido se encuentra lejos de su hogar en busca del hombre que tan mal le ha producido. Cervantes teje una historia llena de giros y sorpresas, bandoleros y enredos, todo ello con Barcelona como telón de fondo.

Las dos doncellas.

La señora Cornelia. Dos jóvenes españoles deciden dejar sus estudios y marchar de viaje. En Bolonia, admirados por la belleza de la ciudad y su espléndida universidad deciden retomar sus estudios. Allí tendrán noticia de una tal Cornelia Bentibolli, una dama de extraordinario belleza pero cuyo celo de su hermano la tiene encerrada. Una noche los dos amigos vivirán un enredo que implicará una escaramuza nocturna de sables, un duque y un bebé. Cervantes parodia aquí las características de la novela bizantina. 

La señora Cornelia.

El casamiento engañoso. En esta corta y divertidísima historia, escuchamos de su propia voz la historia de un timador timado. El licenciado Peralta se encuentra a su buen amigo el alférez Campuzano, quien sale con mal semblante y peor ánimo tras recuperarse en el Hospital de la Resurrección en Valladolid. El soldado le cuanta como acabo de esa puerta, tras pasar por un matrimonio impulsivo, atropellado y fugaz. 

El casamiento engañoso.

El coloquio de los perros. El soldado de la anterior novela le da a leer al licenciado unos papeles donde recoge un un suceso extraordinario. Los dos perros que guardan el hospital han obtenido el don del habla de forma misteriosa. Durante la noche Cipión y Berganza, que así se llaman los canes, mantienen un coloquio admirados de tal prodigio, y el primero le cuenta su vida y la sucesión de amos por lo que ha pasado hasta llegar a Valladolid. Cervantes escribe una historia donde vemos las aventuras divertidas del perro Cipión, en una mezcla de la novela picaresca y los diálogos satíricos lucianescos.

El coloquio de los perros.

Las Novelas ejemplares es una buena muestra del gran ingenio y la maestría de Cervantes. Cervantes no inventó la novela pero si supo darle unas dimensiones nunca antes vistas. Cervantes es un maestro a la hora de crear personajes y argumentos. Sus historias pueden estar llenas de los tópicos de los géneros de la época, pero el autor alcalaíno se mueve con soltura en darles la vuelta y acomodarlos a su narración. La picaresca, la novela pastoril, bizantina, el tema del cautivo, el enredo, el entremés, la jácara, son los temas que usa Cervantes, y como un tahúr habilidoso, los mezcla, baraja y fusiona con resultados magistrales.

En las doce historias que nos narra el Manco de Lepanto vemos amores que superan las  dificultades, personajes que mudan de vestido, nombre, condición y hasta de persona, situaciones enmarañadas que bailan entre los trágico y lo cómico, sorpresas, misterios, revelaciones, lances de espada, escaramuzas marítimas, viajes, palacios, posadas, casas de reposo, plazas, montes, castillos, bosques, pueblos y ciudades nos pone Cervantes ante los ojos en su papel de director teatral de sus criaturas. Cómo buen autor de comedias, y esto se podía ver en su inmortal Quijote, los personajes hablan en diálogos preciosos.

Y lo ultimo que se puede decir de este libro maravilloso es como Cervantes nos lleva por aquella España tan lejana en el tiempo pero con las mismas luces y sombras de la de ahora. Recorremos Andalucía, con la luminosa ciudad de Sevilla, hogar de pícaros y ladrones, la magnífica ciudad de Barcelona, que tan bien conocido el autor, Valladolid, Granada y mi querida Murcia entre otras partes de la España de los Austrias nos traslada el autor de don Quijote.

Esta reseña me ha vuelto a demostrar por el Príncipe de los Ingenios es el primero de mis escritos predilectos. Miguel de Cervantes escribió una obra que aún hoy, siglos después, sigue viva y palpitante. Solo queda arrodillarnos ante tamaño ingenio y rendirnos a las más alta literatura que vieron los siglos pasados, presentes, no esperan ver los venideros. 


Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616)

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