Mr. Mercedes, Stephen King
Augie se disponía a decir algo que claro que lo era, que los faros de alta intensidad de un Mercedes eran inconfundibles, cuando el conductor del coche situado justo detrás de la forma desdibujada del Mercedes tocó el claxon: un bocinazo prolongado e impaciente. Los faros de alta intensidad brillaron más aún, formando resplandecientes conos blancos en las gotas en suspensión presentes en la niebla, y el coche dio un brinco al frente como si el impaciente bocinazo hubiese sido una palmada en el trasero.
No hay vida humana para seguir la frenética producción literatura del señor Stephen King. Con 77 años, lleva publicados más de 60 libros entre novelas y antologías de relatos, y parece que es una fuente inagotable de ideas, historias y personajes cosa que para nosotros, sus Lectores Constantes es algo maravilloso. Y como a todo gran autor llega un momento que decide arriesgar, salirse del género predilecto y probar con otros. Y eso la paso al maestro King cuando decidió escribir una novela alejada de los tropos del terror y más cercana al género policial. Y como todo lo que escribe es simplemente... magistral. Una historia donde un policía retirado se enfrentará a un asesino quién en el pasado cometió una masacre y ahora parece que está de vuelta. Con mucho gusto os presento: Mr. Mercedes de Stephen King.
Bill Hodges empieza a disfrutar de su nueva vida como inspector retirado. Tras años de servicio deteniendo a los malos, ahora tendrá que acostumbrarse a ser un jubilado más. Pero no será fácil. Hastiado y alcoholizado, la idea de acabar con todo se le presentará en varias ocasiones, con amagos de suicidio introduciéndose la pistola de su padre en la boca. Pero un día recibirá una carta que dará un giro radical a su vida.
Alguien que se hace llamar Mr. Mercedes dice ser el responsable de una masacre acontecida hace tiempo, en la cual un conductor kamikaze atropello a un grupo de personas que hacían cola para obtener un empleo en un centro cívico con un Mercedes Benz. Murieron ocho personas, entre las cuáles habían un madre con su bebé, y numeroso heridos, algunos muy graves. Mr. Mercedes se burla de Hodges por su incapacidad a la hora de atraparle y le da unos datos que solo el verdadero asesino puede conocer. Para aumentar la burla le da una dirección web con la cual se pondrá en contacto pronto, llamada "Bajo el paraguas de Debbie".
Hodges se verá involucrado en un juego siniestro del gato y el ratón para cazar a Mr. Mercedes, el cual resulta ser Brady Hartsfield (no es un spoiler, se sabe desde el principio, incluso sale en la sinopsis), un psicópata experto en informática, él cual comienza a tener ansias de volver a cometer un acto igual o peor.
La trama es una carrera de fondo espectacular. King maneja el tempo con momentos de tensa calma, donde la investigación se vuelve la principal protagonista, y en otros la acción es vertiginosa, corriendo a un velocidad imparable. Las ansias de ver atrapado al asesino por parte de Hodges se vuelven endemoniadas gracias a los momentos donde el narrador nos introduce en la retorcida mente de Brady, verlo maquinando produce una mezcla entre el horror y el asco.
Y como seña de identidad del maestro de Maine, los personajes son tan reales que casi parece que respiran. Bill Hodges no es el típico investigador de las novelas de detectives. Si tiene algunos rasgos típicos de Phillip Marlowe o Sam Spade, como un humor cínico y ácido, y un problema con el alcohol, incluso está más cercano en el tiempo a ellos, pues es un completo negado para la tecnología. Pero también es amable, risueño y para nada antisocial, pues otra de las grandezas del libros son los dos "ayudantes" que se encuentra en su camino. Uno es el buenazo de Jerome Robinson. Un estudiante de matrícula de honor y un futuro brillante, se ofrece a ayudarle gracias a sus conocimientos en informática. Simpático, chistosos y sobre todo valiente. Pero la gran estrella es sin duda Holly Gibney. Prima de la dueña del Mercedes, tras la apariencia de una adolescente se esconde una mujer de cuarenta años, fumadora empedernida y llena de complejos y tics, vive anulada por su madre quién la considera una retrasada. Pero muy al contrario tiene una mente brillante con los ordenadores. Gracias a Bill encontrará una motivación en la vida y encontrará una gran amistad junto al policía y Jerome.
Brady puede ser uno de los mejores villanos de King sin duda. Este psicópata sin escrúpulos cometió esa cruel matanza por el simple hecho de cometerla, y encima se corrió de gusto. Este asesino brillante tiene varios ordenadores donde alimenta su ansias de sangre. King nos lo presenta como un verdadero monstruo, con una siniestra relación incestuosa con su madre, Deborah, una pobre alcohólica.
Mr. Mercedes es una buena muestra de lo extraordinario que es King como narrador. Considerarlo como un autor de Terror es de lo más simplista. King sabe moverse por las turbulentas aguas de la novela policíaca. Sabe que para esta primera incursión no hace establecer un misterio a resolver, si no propone una caza del asesino, llena de giros que te dejan en tensión y sin aliento. La ingeniería de la novela es tan magistral que solo me pedía seguir leyendo. Solo quería más y más y eso muy pocos autores lo consiguen, siendo Stephen King el mejor en enganchar con sus historias.
Tal fue el éxito de su primera novela policial que acabó desembocando en una trilogía donde seguiremos al bueno de Bill Hodges en sus investigaciones y sobre todo a la extraña pero encantadora Holly, la cual se ganó el corazón de su autor haciéndola aparecer en varios libros posteriores, incluso dedicándole una novela propia, Holly en 2023, los cuales ya estoy deseando leer.
Este año ha sido bastante bueno leyendo al maestro, con esa grandiosa y aterradora lectura que fue El misterio de Salem's Lot y las increíbles novelas cortas Las cuatro estaciones y ahora está maravillosa historia policíaca. ¡Larga vida al Rey!
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