Lo mejor del año 2022

2022 dice adiós. Un año más se marcha dejando recuerdos y momentos que quedarán guardados en la memoria. Y como viene siendo habitual, en este último día del año volvemos la vista atrás y evocamos aquellas cosas que nos han marcado. Y como este blog va de libros, vienen en procesión una serie de libros que han impactado sobremanera en mi recorrido anual literario. 

Cómo ya hice en el anterior repaso, esto no va a ser un top, pues no estarán colocados de mejor a peor, todas han sido maravillosas lecturas. Sin más preámbulos, esto son mis doce lecturas predilectas del 2022.  

Abre el repaso Las ratas de Miguel Delibes. Delibes es un autor que con cada obra deja claro lo maravilloso que es. Un autor que supo sacar historias de los más recónditos pueblos de Castilla. Obras que desprenden aroma de campo, monte o terruño. En esta novela breve, Delibes nos arranca un pedazo ficticio de Castilla, donde crítica los abusos de aquellos que se creen dueños de la tierra. A través de los ojos del Nini vemos la constante lucha entre lo que viene imponiéndose y lo que aún perdura.

Enero sangriento es el primer libro de corte policíaco que he leído este año. Y que mejor manera de empezar. Alan Parks nos lleva de la mano de su detective Harry McCoy por una Glasgow decadente y sórdida, para desentrañar un crimen en apariencia simple. Y como es normal en estas historias acabará desencadenando en una trama más turbia. Una novela que se lee como un chupito de whisky, del tirón y que quema las entrañas. 

Crónicas marcianas. Ray Bradbury es sin duda un maestro del relato corto. Y sobretodo del ciencia ficción. Con esta obra nos adelanta, con un humor que escuece de los ácido que es, cómo sería una colonización del planeta rojo. Y como es propio de nuestra especie, llevamos toda nuestra idiosincrasia al vecino planeta. Los relatos, como digo, sin divertidísimos. La forma que tiene de representar nuestras vergüenzas en un contexto de ciencia ficción es sublime.

Meridiano de sangre. El libro duro del año. Una odisea de maldad escrita con una poesía de sangre. Cormac McCarthy es un autor gigante, narrador de la frontera, dónde la violencia y el crimen conviven de la mano. En este oscuro vieja al alma humana, seguimos las peripecias de un protagonista sin nombre, en su periplo vital junto a un grupo de mercenarios, salvajes y sanguinarios, pagados para masacrar indios. Todos ellos influenciados por el demoníaca Juez Holden. Una novela que desprende olor a carne muerta, a sangre seca. Una pútrida maravilla 

Memorias de Adriano ha sido una lectura maravillosa. Marguerite Yourcenar habla por boca del anciano emperador Adriano, donde evoca los tiempos pasados. Un hombre que tiene el mundo en la palma de la mano, pero que sufre la melancolía del alma elevada, un césar con alma de poeta, que recorre el Imperio, en busca de lo divino y lo humano. Amante del mundo heleno, en esta larga misiva a su sucesor, Adriano le aconseja sobre el poder y el liderazgo. Una lectura deliciosa.

Crímenes imaginarios. No puede faltar una mención a los predilectos. Y este año he leído a casi todos ellos. Patricia Highsmith es como visitar a esa tía excéntrica, que te cuenta historias macabras mientras fuma un cigarrillo tras otro. Sus novelas son asomarse al abismo y que este te guiñe el ojo. Sus personajes se mueven constantemente sobre un filo de navaja muy afilado. En esta historia de un matrimonio, donde las apariciones no son lo que parecen y un ejercicio macabro del trabajo de escritor, es de lo mejor de su autora. Sublime y delicioso.

Ensayo sobre la lucidez. Y como digo, no pueden faltar los favoritos. Y José Saramago lo es sin duda. La forma que tiene de hacer crítica de lo humano, con sus fábulas oscuras y certeras, ha sido capaz crear un universo literario magnífico. Con este reverso luminoso de la historia de la ceguera blanca, Saramago hace una mordaz crítica sobre lo endeble que puede ser la democracia y como los poderosos olvidan que quién de verdad ostenta el poder es el propio pueblo. Maravillosa.

A sangre fría. Para finalizar con los autores preferidos, no podía dejar de leer una de las obras cumbres, no solo de su autor, si no de la literatura universal. Truman Capote era ya un autor conocido cuando sacó este reportaje novelado sobre un crimen real. Capote se involucró hasta enfangarse para desentrañar un crimen sin motivo aparente y llegó a tener una relación tensa con los asesinos. El asesinato de la familia Clutter es un ejercicio soberbio de no-ficción, moviendo el relato real con los ritmos de la novela. Soberbio.

La ruta infinita. Sin saber que se cumplía el V centenario de la vuelta al mundo Magallanes y Elcano, cayó en mis manos está deliciosa novela de José Calvo Poyato sobre aquella gesta. Este maestro de la novela histórica nos relata cómo se llevó a cabo tamaña empresa. Con un lenguaje ameno, el autor nos embarca como uno más de la tripulación y nos transporta a la cubierta de los barcos que cambiaron para siempre las rutas del comercio. Una lectura maravillosa.

La maravillosa vida breve de Óscar Wao, la gran sorpresa del año, un libro que vi por casualidad y me enamoró al instante. La novela de Junto Díaz es tan divertida, tan única, tan entrañable. Escrita con un lenguaje coloquial, con el habla dominicana tan musical y tropical, no regala a un personaje inolvidable. Todos somos, en mayor o menor medida, Óscar Wao, ese perdedor buenazo, que sueña con ser el Tolkien dominicano, se hace tan querido. Una estructura que vieja entre el pasado y el futuro y unos personajes que viven y palpitan. La gran sorpresa del año sin duda.

La larga marcha. Stephen King es el autor más imaginativo que conozco. Un pozo lleno a rebosar de ideas, que no se seca a sus 75 años. Es un escritor que hay que leer alguna vez. Con esta pesadilla distópica, supo demostrar que es el rey del terror. Un concurso, centenares de participantes, un solo premio. El juego, marchar, marchar hasta que no puedas más. Esta novela ha provocado en mi una fatiga física y agujetas imaginarias. Una novela asfixiante y tensa, asombrosa y atrapante. El rey en estado puro.

A tumba abierta. Como dice el dicho: "de casta le viene al galgo" y Joe Hill no puede ser menos a este refrán. Cuando se supo que era hijo de Stephen King, nadie dudo del extraordinario talento que tiene. Autor de varias novelas exitosas y de relatos, la sucesión esta garantizada. Con este segundo libro de relatos ha conseguido encandilarme. Unas historias de terror puro, de comedia, de ciencia ficción, algunos de ellos coescritos con su padre, fueron un complemento perfecto al lectura del libro de su padre. 

Esta vez no haré menciones honoríficas, pues los demás libros que he leído han sido maravillosos, todos lecturas que me han acompañado a lo largo del año y me han encantado. Aunque si nombraré el descubrimiento de la magnífica colección de Sinficción, una serie de libros sobre crímenes reales actuales, escritos por los mejores periodistas de crónica negra del país.

Os deseo que el presente año 2023 os sea bueno para vosotros y para los vuestros, que se cumplan los propósitos que os propongáis y que la felicidad sea vuestra compañera de viaje. No puedo dejar de daros las gracias por leer estas reseñas, que aunque no sean buenas o poco agraciadas, son hijas de su padre y como tal, las tengo cariño. Feliz año, paz, que Dios os bendiga y felices lecturas.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Mala letra, Sara Mesa

El perfume, Patrick Süskind

El crimen de los Galindos. Toda la verdad, Juan Mateo Fernández de Córdova